Ｄａｙｌｉｇｈｔ （Ｃａｒｌ Ｇｒｉｍｅｓ）

007

Corrí hacia donde estaban mamá y papá, no podía creerlo estaban vivos. Comencé a llorar en sus brazos y ellos me abrazaban. Rick comenzó a ver a otras personas, en especial a ingá chica.

- Ellos son nuestros amigos. Nos ayudaron a salvarnos.

- Si, también son amigos nuestros.

- Por el poco tiempo que sea esto.

- No. Se sentirán muy estúpidos cuando se den cuenta.

- ¿De que? - Habló el pelirrojo.

- De que se metieron con la gente equivocada.

- Parecían agradables, pero yo me quería ir. Acabamos de llegar, pero... Ya era hora de irnos, maldita sea. Cuando les conté de Washington D.C, a una señal del imbecil a cargo, sacaron sus armas y volvimos a nuestro infierno regular.

- Antes de que los trajeran aquí, ¿No vieron a Tyresse?

- No

- Bien

- Un auto negro con una cruz blanca pintada. Intenté seguirlo, lo intenté.

- Pero, ¿Esta viva?

- Está viva.

Todos trabajamos en hacer algo para defendernos

- Justo ahí, cállate

- ¡Cállate!

- De acuerdo, cuatro de los desgraciados vienen hacia acá. - Indicó Daryl.

- Todos saben que hacer, primero a los ojos, luego a la garganta. - Todos nos posicionamos para poder pelear.

- Pongan la espalda contra unos de los extremos del auto ¡Ahora!

Abrieron una puerta que estaba arriba y aventaron algo que no pude distinguir ya que el pelirrojo de Abraham gritó y todos tratamos de cubrirnos. Se escuchó que la puerta se abrió pero todos nos dedicábamos a toser.

Después de varios minutos pude ver que hacían falta hombres del grupo, faltaban Rick, Glenn, Daryl y Bob. No sabía a donde se los habían llevado, tenía miedo de que les hicieran algo, y más a mi papá que lo acababa de encontrar.

Carl se acercó a mi - Tranquila, sabe cómo defenderse, no dejará que nada le pase - El me comenzó a sonreír y se sentó a mi lado - Sabes, ¿Te acuerdas la vez que me preguntaste que se sentiría estar enamorado?

- Si, ¿Por que la pregunta? - Yo lo mire, sus ojos azules conectaron con los míos y vi que un brillos se asomaba en estos.

- Por que se lo que es estar enamorado, por que lo estoy de ti Jane, lo estoy desde la primera vez que te vi en la granja ayudándole a Hershel a cuidarme. Desde ese momento siempre quise que fueras tú. - El me tomo de la mano.

Yo solo vi nuestras manos - Yo también siendo sincera, pero primero salgamos de aquí y luego confiesas tu amor por mi - Yo solo comencé a reír y el también.

A lo lejos se comenzaron a escuchar disparos, tenia miedo de a quien le pudieran estar disparando, haciendo que todos nos paráramos. Abraham se molestó y le pegó al vagón.

- ¿Que diablos esta pasando?

- Alguien los atacó.

- Quizás los nuestros se liberaron.

- Disculpen.

- ¿Que diablos estás haciendo? - Le pregunte al que decía ser científico.

- Con este casquillo, tal vez pueda forzar la puerta. Por lo que oímos, quizá no quede nadie para abrirla.

- Eugene, perdona pero cállate - Habló Tara.

- Está bien.

- Oigan - Habló Carl - Mi papá volverá, todos volverán.

- Si, y cuando lleguen, deberemos abrirnos caminos con ellos.

Se escuchaban caminantes fuera, pero no le di importancia ya que seguía afilando el pequeño intento de cuchillo de madera. Voces gritaban, pero no me importaba.

- ¿Cual es la cura, Eugene? - Pregunto Sasha.

- Es secreto.

- No sabemos que sucederá. - Habló Michonne.

- Déjenlo en paz. - Pidió Abraham.

- Debemos segur trabajando.

- Si, pero es hora de que nos diga. Porque no sabemos lo que nos espera.

- Lo que nos espera es salir de aquí.

- Aunque le dijera a todos, aunque les diera las instituciones ilustradas paso por paso, y respuestas a las preguntas frecuentes, si yo me infectara, la cuera igual moriría conmigo.

- No dejare que eso ocurra.

Yo reí silenciosamente y le susurré a Carl - Que egoísta - Escuche la maravillosa risa de Carl.

- En el mejor de los casos, saldremos a un infierno de balas, fuego y caminantes. No soy veloz para correr. No puedo defenderme de un muerto con botones puntiagudos y confianza.

- Pero nosotros si - Dijo Michonne.

- Y lo haremos. - Se paró Sasha - No nos debes nada. Aún no, pero queremos que nos digas.

- No tienes ninguna obligación - Ahora estaba diciendo Rosita.

- Éramos un equipo de diez personas en el "Proyecto Geno Humano" . - Comenzó a explicar cosas que no entendí en lo más mínimo. Pero me gustaba escuchar todo eso.

- Así que sigamos trabajando. - Se escuchó la puerta abrirse y yo corrí hacia donde estaba Maggie, ella me cubrió.

- ¡Vamos! ¡Abramos paso hasta ella valla! - Gritó Rick. - ¡Rápido! ¡Carl! - Se aseguró que le estuviera bien.

Yo comencé a clavarle el arma que había fabricado en la cabeza de los caminantes. Vi como mamá les enterraba un cuchillo y papá les pegaba con un bate en la cabeza.

- ¡Vámonos! ¡Deprisa! - Gritó Rick.

Todos comenzamos a trepar las vallas para poder salir de aquel lugar. Terminus estaba hecho un caos, pero al menos nosotros estábamos vivos. Comenzamos a caminar por el bosque.

- Aquí están.

- ¿Para que diablos nos quedamos aquí? - Habló el de pelo rojo.

- Armas, algunas provisiones.

- Vayan junto a las vallas, usen los rifles. Eliminen a los demás.

- ¿Que? No les perdonaremos la vida.

- Rick, salimos se acabo.

- Se acaban cuando estén todos muertos.

- Claro que no. Ese sitio está en llamas. - Habló Rosita. - Lleno de caminantes. No perderé el tiempo con esta estupidez.

- Apenas logramos escapar, las vallas cayeron. Si no huyen, morirían.

Se comenzaron a escuchar pasos, todos volteamos a ver quien era. Carol, ahí estaba ella. Traía con ella la ballesta de Daryl la espada de Michonne. El primer mencionado se hecho a correr para poder abrazarla, todos nos acercamos muy contentos de poder encontrarla de nuevo.

Rick se acercó - ¿Tú hiciste eso? - Carol asintió y Rick la abrazo. - Gracias.

- Tienen que venir conmigo.

[...]