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Estábamos en Alexandria de nuevo, extrañaba a Judith y quería jugar o pintar con ella.

- ¿Perdieron el auto? - Nos habló alguien del cual jamás me aprendí su nombre.

- Está en un sitio seguro - Le respondió Rick.

- ¿No encontraron nada?

- No. Necesitamos que todos se preparen. - Rick detuvo su paso cuando se escucharon vehículos acercándose haciendo que todos miráramos a donde venían. Eran los Salvadores, así que lo único que hizo Carl fue tomar mi mano y alejarnos un poco.

- Carl, debemos quedarnos aquí, donde están ellos. No podemos escondernos.

- No, no dejaré que un tipo como ese te vuelva a hacer lo mismo del otro día - Dijo recordándome al señor que detuvo Negan. - Si no, yo mismo los aniquilaré.

- Dios, Carl. ¿Te estás escuchando? - Dije frunciendo el ceño. - Es más fácil que te maten a ti, que tú a ellos.

- Entonces no subestimes las cosas que haría por ti. - Dijo deteniéndose y entrecerrando los ojos mientras me miraba.

- ¡Rick! - Escuchamos a Simón gritar haciendo que lo miráramos. - Hola. Y hola, otra vez.

- No creímos que volverían tan pronto.

- ¿Piensas que venimos por el tributo? ¿Es así?

- ¿Hay algún otro motivo?

- Si. Venimos por Daryl.

- Negan se llevó a Daryl.

- Pero luego apareció tu hijo y Daryl desapareció - Carl miro a donde estaba Simón. - ¿Es posible que amabas cosas se relacionen?

- No. - Habló Rick - Hasta este momento, no sabíamos que había huido.

- Entonces esto será fácil. Todos busquen a un compañero. Tendrán que seguirnos. Si esta aquí, queremos que todos lo vean morir. - Simón se acercó a Carl y lo miro amenazante. Todos buscaban por toda Alexandria a Daryl destruyendo todo lo que se encontraba ahí.

- Veo que vaciaron todos los estantes - Dijo Simón al llegar a la bodega donde guardábamos toda la comida. - ¿Hicieron una barbacoa y no nos invitaron? En serio, que triste.

Carl se detuvo y me dejó con Erick, no quería que estuviera cerca de todos ellos. - Ven querida, quédate conmigo - Dijo agarrando mi hombro Erick.

- Ojalá no intenten ocultarnos nada, porque, por lo general, eso no acaba muy bien.

- Somos muchos. Se hace cada vez más difícil encontrar cosas, y últimamente nos concentramos en buscar cosas que le interesan a Negan. - Explicó Aaron - Aun nos estamos adaptando al nuevo sistema.

- Hoy íbamos a ir a explorar otra vez. - Rick habló - Si se quedan a esperar, traeremos algo. Encontraremos más.

Simón se burló de él - Tranquilo. No vengo a recoger, por suerte. Pero ese día se acerca, así que hagan lo que deban. Hurguen más. Esfuércense. - Simón pegó - ¡Arriésguense!

- Lo haremos - Michonne le habló.

- Y nosotros lo valoraremos.  - Los Salvadores salieron y Erick me tomó de la mano, claro que yo no me negué porque el me ayudó todas las veces que lo necesite. - Gracias por colaborar, Rick. Te pido disculpa por el desorden que dejamos, pero tenemos una larga lista de otras tareas pendientes. Ustedes también, supongo. Tic-tac. A trabajar. - Simón de subió a su auto listo para irse - Y, Rick... Si Daryl aparece aquí dentro de dos días, dentro de dos meses... Diablos, dentro de dos años, recuerda que esto no prescribe. Ten a mano el hacha. La necesitarás si lo encontramos con ustedes. Y la cosa no terminará como con tu hijo. - Simón se fue.

- ¿Que pasó en la despensa? - Pregunto Rick una vez que se fueron.

- No lo sabemos. Y necesitamos hablar de Gabriel.

- ¿Donde está?

- Hacia la guardia la noche en que ustedes salieron a explorar. Yo debía relevarlo por la mañana. No lo encontré en su puesto.

- La despensa estaba vacía, y falta un auto. Nadie lo vio desde entonces.

- Que hijo de puta - Habló Rosita. - Nos robó y huyó.

- Así parece.

- No quiero creerlo.

- Yo no lo creo. - Indicó Rick. - Gabriel no es así. No nos haría eso.

- También lo notaba cambiado, pero no puede ser nada más.

- Si - Rick se fue de ahí dejándonos a todos.

- Toma querida, traje este libro para ti. Aarón y yo nos pusimos de acuerdo para darte esto - Erick me entrego un libro.

- ¡Es asombroso! - Dije emocionada - Gracias - Dije dándole un abrazo, mire a Aarón y también le di un abrazo.

~~~

Estaba en mi habitación q viendo la pulsera que me dio el pequeño Henry y la otra que me había dado Noah.

- ¿En que piensas? - Carl se sentó en la cama a un lado mío.

- Henry, me hizo recordar a Sam. - Dije con los ojos cristalizados. - Trató de superar a Sam, pero simplemente no puedo, el fue como el hermano que nunca tuve - Solté algunas lágrimas.

- Cariño, se que es difícil lo qué pasó con Sam, pero... tú no sabías que iba   a suceder eso. - Dijo abrazándome. - Si todo sale bien con El Reino, te llevaré a ver a Henry otra vez.

Yo reí y me limpie las lágrimas - Aaron y Erick me regalaron un libro.

- ¿De verdad?

Yo asentí emocionada - Es uno de Romeo y Julieta.

- Oh, si claro. En la escuela la maestra de Artes nos la leía mucho. - Dijo riendo - Te diría que tuviéramos un romance como el de ellos pero termina mal y no quiero que el nuestro termine así. - Carl me dio un beso en los labios. - Te amo Jane.

- Y yo a ti Carl.

~~~

Bien, parece que esto no se acaba. Resulta que ahora hay una nueva comunidad, ¿Cual era su nombre? Oceaneside. Tara había estado ahí, pero bueno. Eso no importaba, venía platicando con Enid mientras reíamos por cosas tontas. Hasta que me pregunto otra cosa.

- ¿Alguna vez piensas en quienes mataste?

- Si. - Pues aunque no haya matado a tantas personas como los demás pienso en ellos en todo momento.

Tiempo después Carl me estaba abrazando y yo sé lo devolvía.

- Ayer, cuando te vi emocionada por tu libro te viste tan linda qué hay no sé. Me dieron ganas de abrazarte y no soltarte nunca más. - Explicó Carl riendo.

- Oh, vamos. Solo me emociono como cualquier otra persona.

- Si pero tú, eres especial. - Yo me sonroje y Carl comenzó a reír - Amo cuando te sonrojas - Me dio un beso en la cabeza.



















































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Daylight (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora