Ｄａｙｌｉｇｈｔ （Ｃａｒｌ Ｇｒｉｍｅｓ）

010

Después de la plática que tuvieron Gabriel y Rick sobre las provisiones. Rick se decidió a acercarse a Carl. - Escucha, no confío en este tipo.

- ¿Por qué? - Cuestionó Carl.

- ¿Por qué tú si?

- No todo el mundo tiene que ser malo.

Rick asintió - Bueno... Yo no confío en este tipo, por eso lo quiero llevar conmigo. Pero podría tener amigos. Así que necesito que estes alerta, bueno que estén - Rick me miro. - Y ayuden a Tyreese a proteger a Judith, ¿Si? - Los dos asentimos - Quiero que presten mucha atención a lo que les voy a decir. No están a salvo, no importa cuántas personas tengan al rededor o cuan despejada parezca la zona, no importa lo que nadie diga, no importa lo que crean, no están a salvo. Solo hace falta un segundo, un segundo y se acaba.

No sabía cuánta razón iba a tener Rick con esta última frase.

- Papá, tienes razón. Soy fuerte, todos somos fuertes. Pero... todavía somos fuertes como para ayudar a otros y para saber cómo actuar si las cosas salen mal, y... somos tan fuertes como para no tener que sentir miedo. No tener que ocultarnos.

- El oculta algo.

- Nos cuidaremos - Le hable a Rick luego para salir de la iglesia.

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Estaba viendo lo que había al rededor, sentí como alguien venía. Mire hacia donde venían los pasos y era Carl. Nos quedamos viendo una pared, no decíamos nada, con su presencia me sentía cómoda.

- Hola, Tyreese me dijo que están aquí atrás. Encontramos mucha comida.

- Bien.

- ¿Que sucede?

Yo me acerqué a la pared para poder explicarle - Esos arañazos, son profundos. Como de cuchillos.

- Alguien intentaba entrar. - Terminó de decir Carl.

- Aparte, descubrí otra cosa. - Explique viendo a Rick y comenzando a caminar delante de los dos hombres - No sé qué haya pasado, pero, sea lo que sea, podemos manejarlo. No significa que Gabriel sea malo, pero... significa algo. - Rick me vio a mi y luego a Carl. Pues en la pared había un mensaje un tanto curioso el cual decía "ARDERÁS POR ESTO".

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Luego de la plática que tuvimos estuvimos ordenado todas las provisiones. Así se nos fue el día, era de noche y todos teníamos hambre así que decidimos abrir unas latas y comenzar a comer. Se oían las risas del grupo, por los chistes tan maño que luego llegaban a contar. Por un momento todos estábamos felices, disfrutábamos del momento. Estaba sentada con mamá y papá riendo por recordar los buenos momentos antes del apocalipsis o las anécdotas que tenía papá cuando era repartidor de pizza.

- Quiero proponer un brindis - Habló Abraham haciendo que todos nos calláramos - Mirian a todos en esta sala y veo sobrevivientes. Todos y cada uno de ustedes se gano ese título. Por lo sobrevivientes.

Todos levantaron sus vasos - ¡Por los sobrevivientes!

- ¿Es todo lo que desean ser? - Volvió a decir Abraham y todos lo vimos de nuevo - ¿Despertar en la mañana, matar a los imbeciles no muertos, buscar comida, dormir por la noche con los ojos abiertos, enjuagar y repetir? Porque pueden hacer eso, tienen la fortaleza, tienen la habilidad. La cuestión es que, para ustedes, con su capacidad, eso es rendirse. Si Eugene llega a Washington, hará que los muerdo mueran, y los vivos reconquistaran el mundo. Y eso no es poco premio por un pequeño viaje en auto. Eugene, ¿Que hay en Washington D.C.?

Ahora todos manteníamos nuestra vista en el - Una infraestructura pensada para soportar pandemias aún de esta jodida magnitud. O sea, alimentos, combustible, refugio. Un nuevo comienzo.

- Más allá de cómo resulte esto, más allá de cuánto tarde en arrancar ese nuevo comienzo, allí estarán a salvo. Más de lo que estuvieron desde que empezó todo esto. Vengan con nosotros, y salvemos el mundo para esa pequeña- Dijo viendo a Judith. - Sálvenlo para ustedes mismos. Sálvenlo para las personas que deben resignarse a sobrevivir.

Rick comenzó a reír y luego Judith balbuceó - ¿Cómo? Creo que sabe lo que voy a decir. Quiere ir, si ella quiero, yo también. Vamos.

Algunos aplaudían por lo que decidió Rick y otros volvían a las platicas que tenían. Me paré para servirme algo más para tomar, al ver que mi mamá y Tara hablaban decidí ir a sentarme a un lado de Rosita.

- Hola. - Ella me vio con una sonrisa en su cara.

- Hola - Respondí de la misma manera.

- Oye, eres una niña muy valiente. Cualquier niño de tu edad hubiera demostrado el miedo cuando sucedió lo de Terminus, pero tú no y eso te hace muy valiente. - Yo solo sonríe, casi nadie me decía eso así que la abrace y ella le devolvió el abrazo - ¿Quieres unos caramelo? Los conseguí cuando fuimos a buscar provisiones.

Yo asentí y ella me los dio - Gracias.

- No tienes que agradecer linda - Ella tomó un caramelo y luego comenzamos a platicar de cosas graciosas.

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Después de ese maravilloso momento Sasha comenzó a decir que Bob no estaba así que algunos del grupo salieron con ella a buscarlo. Yo fui con mi mamá para luego acostarme en sus piernas mientras ella me agarraba el pelo. Las puertas de la iglesia se habían abierto, indicando que los demás habían regresado.

- Alto - Sasha le dijo a Gabriel. - ¿Que haces? Esta todo conectado. Apareces tú, nos observan, y ahora desaparecen tres de los nuestros. - Bueno, los otros dos era el tío Daryl y Carol.

- No tengo nada que ver con esto. - Sasha sacó un cuchillo y todos se alertaron, haciendo que Rosita fuera tras ella pero Abraham la agarro.

- ¿Quien está ahí afuera?

- No tengo nada que ver con esto...

- ¿Donde están lo nuestros?

- No tengo...

- ¿Donde están los nuestros? - Comenzó a gritar Sasha.

- Por favor, no tengo nada que ver con esto. Yo... - Rick quito a Sasha.

- ¿Por qué nos trajiste aquí? - Pregunto Rick.

- Por favor, yo...

- ¿Tienes un cómplice?

- No tengo a nadie. Siempre estuve solo.

- ¿Y la mujer en el banco de alimentos, Gabriel?, ¿Que le hiciste? - Se acercó más a Gabriel - "Arderás por esto". Era para ti, ¿Por qué?, ¿Por qué vas a arder? - Rick lo tomó de su ropa molesto - ¿Que fue lo que hiciste?

Gabriel comenzó a tener miedo y vi que en sus ojos tenía lágrimas - Por las noches, siempre cierro las puertas con llave. Mis feligreses empezaron a llegar. Con miedo, tras el bombardeo a Atlanta la noche anterior. Buscaban refugio, un sitio donde sentirse a salvo. Era muy temprano. Las puertas aún estaban cerradas. - Gabriel comenzó a llorar - Verán, fue una decisión mía. Pero eran muchísimos y trataban de forzar los postigos. Golpeaban sobre las paredes, me gritaban. Entonces los muertos vinieron por ellos. Mujeres, niños. Familias enteras gritaban mi nombre mientras las despedazaban, me imploraban misericordia. Me maldecían y me deseaban el infierno. Enterré sus huesos, los enterré todos. El Señor los envió a ustedes apara castigarme, por fin. - Este se dejó caer, me sentía mal por el, pues se veía mal, se veía arrepentido y destrozado - Estoy maldito.

Se escuchó un golpe afuera y papá habló - Hay algo... hay alguien afuera, tirado en el piso.

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