Ｄａｙｌｉｇｈｔ （Ｃａｒｌ Ｇｒｉｍｅｓ）

012

El grupo hizo un plan para atrapar a Gareth, nos metieron a la oficina de Gabriel. Estaba viendo a Judith pues estaba a un lado de mi. No quería que mis papás se fueran, no quería estar lejos de ellos. No sé si les pase algo, pero si ellos dicen que es para tener un mundo mejor estoy de acuerdo.

- ¿Que pasa? - Carl se sentó a un lado de mi viéndome.

- Sabes, no creo que exista una cura para todo esto, y no es que no crea en Eugene, bueno tal vez no le creo, pero no sé - Todo lo dije en susurro, pues Eugene estaba con nosotros.

- Todo estará bien, tú no te preocupes - El me abrazo y yo recosté mi cabeza en su hombro.

- No te quiero perder - Cerré mis ojos, pues era verdad. Si él se iba, lo perdía todo.

- Nunca lo harás y yo tampoco te voy a perder - El beso mi cabeza.

Estaba quedándome dormida, pues el abrazo de Carl era muy cómodo, escuchaba que le daba pequeños golpes a su arma. Me hubiera quedado dormida si no fue porque se escuchó que alguien abrió las puertas de la iglesia. Carl se paró y apuntó con su arma a la puerta, Gabriel comenzó a rezar en voz baja, Tyreese cuidaba de Bob, Rosita fue con Judith y yo solo fui con Carl.

- Ya saben que estamos aquí, supongo. Y nosotros sabemos que ustedes están aquí - Se escuchó la voz de Gareth. - Venimos armados, así que ya no tiene sentido que se oculten. Los estuvimos observando, sabemos quienes están aquí. Esta Bob, salvo que ya lo hayan sacrificado. Y Eugene, Rosita, el buen amigo de Martín, Tyreese, Carl, Jane, Judith. Rick y los demás salieron con muchas armas. No sabemos dónde están pero este sitio no es muy grande. Así que detengamos esto ahora y evitemos que se vuelva más doloroso de lo necesario. -Vi cómo comenzaron a forzar la manija de la puerta así que apuntamos. - Están tras una de estas puertas, y tenemos municiones de sobra para derrumbar a ambas. Me imagino que no querrán eso, ¿Que hay del cura? Padre, si nos ayuda a acabar con esto, lo dejaremos irse. Abra la puerta y váyase, puede llevar a la bebe con usted, ¿Que dice? - Escuche que Judith comenzó a llorar y me puse muy nerviosa haciendo que caminara rápido a ella.

- Tranquila linda, todo estará bien - Dije en susurro mientras la cargaba tratando de calmarla - Vamos Judith, todo va a estar bien.

- No se, quizá nos quedemos con la niña. Está empezando a caerme bien. Esta es la última oportunidad, ya mismo para decirnos que van a salir.

- ¿Listo? - Se escuchó otra voz.

- Disparen a los goznes.

- Dejen las armas en el piso - Se escuchó la voz de Rick.

- Rick, vamos a disparar a esa oficina, así que ustedes bajen sus armas. - Se escuchó que Rick le disparó a alguien.

- Dejen las armas en el piso y arrodíllense.

- Hagan lo que dice - Ordenó Gareth. - Martín, no hay alternativa.

- Si, la hay.

- ¿Quieres apostar? - Se escuchó Abraham.

- No servirá de nada rogarte, ¿Cierto?

- No.

- Pudieron matarnos cuando entraron, si no lo hicieron, fue por algo.

- No queríamos gastar balas.

- Antes ayudábamos a la gente, salvábamos gente. Las cosas cambiaron, llegaron ellos y... después de eso... se que tuvieron ahí, pero me doy cuenta. No saben lo que es tener hambre. No tienen porque hacer esto, podemos irnos. No volveremos a toparnos nunca, te lo juro.

- Pero se toparán con alguien más. Le harían esto a cualquiera, ¿Verdad? Además, yo te había hecho una promesa - Escuche como sacaban sus armas y disparaban y otros con un cuchillo los mataban. Sus gritos alteraban a Judith y yo solo trataba de calmarla. - Pudimos haber sido nosotros.

Sinceramente no quería salir y ver los cuerpos tirados, así que me senté en una silla con Judith. Todos entraron menos Maggie y Glenn, de hecho Gabriel salió a ver la escena.

- Está es la casa del Señor - Decía Gabriel.

- No, son solo cuatro paredes y un techo - Habló Maggie.

[...]