60. A la mierda el acuerdo

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60. A la mierda el acuerdo

Lara

Siempre he pensado que las noches son lo mejor del verano. Después de un caluroso día, llega la noche con su brisa fresca y es como un descanso.

Durante años mi momento favorito del verano ha sido salir cada noche al patio, sentarme en una silla y simplemente respirar el aire fresco y, aunque este año eso ha cambiado y mi momento favorito ha pasado a ser disfrutar de la playa con Ilay, gozar del fresco nocturno sigue siendo un placer inefable.

Y mucho mejor si es con su compañía.

—Diecisiete millones de reproducciones, es increíble.

Aún no termino de asimilar que tantísima gente me haya escuchado. Diecisiete millones. Millones. Es que es increíble.

No he subido ningún otro vídeo, aunque mentiría si dijese que no lo he pensado.

He leído muchos comentarios, leerlos todos me tomaría días. Creo que el vídeo se ha viralizado porque la gente ha visto en él a una chica segura de sí misma, provocativa y empoderada, y no ha una chica que se muere de miedo.

—¿Has pensado en lo que hablamos? —la voz de Ilay es apenas un murmullo. Su mano pesa sobre mi muslo, su palma toca directamente mi piel.

Ni siquiera le miro, suspiro con pesadez y aprieto los labios antes de asentir.

Ilay ha sido muy pesado en estás últimas semanas intentando convencerme de hacer algo con la música, de subir mis canciones o empezar con algún cover. Y lo he pensado, claro que lo he hecho, pero siempre llego a la misma conclusión.

—No lo sé. Ahora voy a volver a la universidad y no quiero que la gente allí se ría de mí por querer ser cantante —confieso. Me dejo caer hacia atrás, permitiendo que el respaldo soporte el peso de mi espalda y resoplo fastidiada—. La gente es cruel, cualquier cosa es buena para criticar.

—¿Por qué dejas que todo el mundo condicione tu vida?

—Porque vivimos en una sociedad, Ilay; y lo que opine la gente importa. No quiero ser una marginada y no quiero que en la universidad no se me tome en serio por subir videítos.

—Hoy en día todo el mundo sube vídeos, Lara —replica apretando mi muslo y me da una sonrisa breve.

—Pero no es lo mismo. Ilay. Si subiese contenido de música con la intención de llegar a algo y me fuese bien se reirían de mí por ser la friki que quiere ser cantante, y si me fuese mal se reirían de mí por patética.

—No entiendo por qué das por hecho que se van a reír de ti —resopla—. ¿Has visto que alguien de los comentarios se haya reído de ti o criticado tu físico?

—Pues todavía no, pero lo harán. Criticar es el entretenimiento favorito de la gente.

—Pues sí, y te van a criticar hagas lo que hagas, así que deberías hacer lo que te dé la gana y dejar que hablen. Cuando te vaya bien y seas feliz no los vas a escuchar —declara insistente y yo resoplo porque es el tío más pesadísimo que he tenido la fortuna de conocer—. La gente siempre critica desde la envidia. Las personas frustradas que no han sido capaces de perseguir sus sueños critican a quienes sí lo hacen.

—Podría ponerme un seudónimo —propongo decidida—. Si no saben quién soy, no pueden criticarme.

—Y vas a cantar con una bolsa en la cabeza, ¿no?

—Puedo grabar desde la boca para abajo y que no se me vea toda la cara. Tienes que admitir que la idea no es mala.

—Tampoco es buena. Te van a criticar igual, aunque no sea a tu nombre real.

Letras para él [✔️] |Canciones de verano 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora