Letras para él [✔️] |Canciones de verano 1

05. Me gusta

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No le he hablado a Lina sobre mi encuentro con el vecino, no tiene sentido hacerlo y además no quiero que se ponga en plan pesada. La conozco como si la hubiera parido y sé que va a empezar a decir que está muy bueno, que no perdería nada por acostarme con él, bla, bla, bla y es cierto, pero no. No se merece que le cruce bola después de cómo me ha estado mareando.

Lo cierto es que esa no es la única razón por la que he estado evitando a Lina. En sus mensajes decía de quedar y dar una vuelta esta tarde, pero no voy a poder porque he quedado con Jordi.

Sé que no debería, pero después de sus muchas llamadas me ha dejado un mensaje diciendo que está muy mal y que necesita verme. No me ha dicho la razón, pero tal vez sea algo grave y yo no pierdo nada.

Me he puesto bonita, no suelo tener motivos para arreglarme, así que aprovecho la más mínima excusa para hacerlo. Cuando voy con Lina casi nunca me molesto en pensarlo siquiera, a su lado nadie me mira, pero Jordi sí lo hará.

Me aplico una capa más de rímel porque cuánto más largas llevo las pestañas, más bonita parezco, y tomo el móvil.

No me encuentro con nadie, ni siquiera con Taro, lo cual es bueno porque así nadie pregunta a dónde voy y no tengo que mentir; Lorena y Miriam me matarían si se llegasen a enterar.

Salgo de casa prácticamente dando saltitos y me paro en seco al ver a la rubia que camina furiosa hacia mí. Puedo sentir cómo se me va el color hasta del alma.

—Li...

—¿A dónde ibas? —pregunta sin dejarme terminar su nombre siquiera. Ella ni siquiera hace el amago de saludar con un gesto ni nada, de hecho me toma del brazo y tira arrastrándome hasta que quedamos junto a la cancela de mi patio, la cual está cerrada porque he salido por la puerta principal.

—A ningún sit...

—Ni se te ocurra mentirme, Lara —me interrumpe, sus ojos echan chispas. ¿Lo sabe? No, no puede saberlo.

—Iba a alargarme a la tienda para...

—¿Te crees que me he caído de la copa de un pino? —pregunta alzando la voz. No entiendo por qué está tan enfadada, no soy ningún perro como para que me hable así. Abro la boca para contestar y evitar que me siga gritando, pero lo que dice a continuación me deja muda, porque lo sabe—. No puedes ir a ver a Jordi, ese hijo de puta solo está buscando excusas para que le hagas caso y eso de que se ha roto el brazo es mentira.

—¿Qué? —pregunto desconcertada. No sabía nada de eso, en el mensaje solo decía que necesitaba verme con urgencia.

—Resulta que un chico con el que me lie hace unos días es amigo suyo, y he estado hablando con él y me ha contado que un colega suyo se ha puesto una venda para llamar la atención de una «piva» y me ha enseñado la foto que su amigo le ha pasado y es exactamente misma que Jordi ha subido a Instagram —me explica de los nervios y haciendo las comillas con los dedos, mi pecho se encoge un poco.

—No lo sabía, ya sabes que no le sigo en Insta y...

—Pero te ha llamado, ¿verdad? —pregunta un poco más calmada. Aprieto los labios y los tuerzo en una mueca—. Qué hijo de puta. No le ha pasado nada, está bien, así que deja de preocuparte; y deberías bloquearle las putas llamadas y los mensajes para que no pueda seguir dándote por culo. De todos modos si se mata, es un problema menos —masculla.

—¿Sabes? Nunca nadie se había esforzado tanto para mantenerme en su vida ni había hecho tanto para poder hablar conmigo —reflexiono en voz alta, mi corazón se hincha un poco. Jordi y yo estuvimos chateando bastante antes de conocernos y nuestras conversaciones me gustaban mucho, tanto que respondía casi al instante. La cosa se torció cuando quedamos, aquella cita fue incómoda y no quise seguir, después vino el acoso. Pero hablando con Jordi en ningún momento me pareció mal chaval y él dejó muy claro que su intención era tener una relación, eso que yo tanto quería. Tal vez fue demasiado intenso, quería que fuésemos novios incluso antes de conocernos y se picó cuando le dije que prefería empezar con una amistad, pero por lo demás no me disgustaba.