44. Esa es mi chica

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44. Esa es mi chica


Ha sido un día normal. Al menos en base a mi nueva normalidad en la que el guapísimo de mi vecino y amor de infancia y yo pasamos tiempo juntos. Es preocupante que esto sea ahora lo normal, porque cuando acabe el verano todo cambiará de nuevo.

Pero está bien.

Si lo repito un par de veces más, seguro que me lo creo.

Ilay está en la ducha. Al llegar de la piscina me ha propuesto ducharnos juntos para «ahorrar agua», pero me he negado. No puedo a pesar de que en un rato vayamos a hacer cosas... de adultos.

La voz de Lana suena en la habitación. Yo me he duchado nada más llegar, solo llevo puestas mis bragas y una camiseta del vecino. Mientras espero a que él se duche, tengo la cabeza asomada a la ventana para que se me seque el pelo.

Promise I won't hurt you, kid.

Hold me really tight until the stars look big.

Never let me go.

All the world is ours.

Extraño esa época en la que las canciones simplemente eran canciones y no un reflejo de mis propias emociones o circunstancias.

Honey, you and me, and no one.

Just believe, come on.

If you love me hardcore, then don't walk away.

It's a game, boy, I don't wanna play.

I justs wanna be yours, like I always say.

Never let me go, boy.

Maldita Lana y su música tan perfecta.

La canción está terminando para cuando Ilay ingresa a la habitación con un pantalón de chándal gris colgando de sus estrechas caderas y sin camiseta, luciendo su ancha espalda. Mis ojos se quedan pegados a su bronceada piel.

—¿Te firmo una foto? —pregunta divertido y se acerca a mi móvil. Ni siquiera me tenso, supongo que va a bajarle el volumen a la música.

—En serio, las camisetas son un invento increíble, ¿sabes? Las hay de muchos colores y estilos —comento haciéndome la loca y le miro mal cuando la música deja de sonar—. ¿Eres tonto?

—Música depre no, chata —dice mirando mi móvil con interés. La pantalla está desbloqueada porque estoy escuchando la canción en una lista de YouTube y no tengo el premium así que si apago el móvil la música deja de sonar—. ¿Por qué la estás escuchando en YouTube?

—Porque no está en Spotify —repongo apartándome de la ventana y acercándome para intentar arrebatarle el móvil—. Y no es música depre, es de Lana —añado con fastidio. Cuando alzo la vista me encuentro a Ilay con la ceja alzada.

Sí que es música depre, pero con Lanita no. La música de mi reina se respeta.

—Me da igual —suspira y se deja caer en la cama, acto seguido palmea a su lado—. Ven, vamos a hacer una lista de música en condiciones.

—¿Una lista de música para...? —pregunto inocente, A veces soy muy tonta. Cuando el chato levanta las cejas repetidas veces lo entiendo—. Oh, para eso...

No me hago de rogar y me siento a su lado con el móvil en las manos.

—¿Alguna en mente? —pregunta el vecino con interés mientras me aparta el pelo a un lado. Todavía lo tengo un poco húmedo, pero casi nada. El calor hace que se seque demasiado rápido. Intento que el roce de sus dedos en mi cuello no me desconcentre.

Letras para él [✔️] |Canciones de verano 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora