capítulo 11

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-Te has vuelto lenta...

-Claro que no, solo te estudio-sonreí con burla.

-Si aja, y yo soy el hada madrina....

Nos encontrábamos en el patio trasero de la casa entrenando. Después de estos días difíciles necesitaba un respiro, algo con que distraer mi mente. Estos días han sido caóticos para mí. El negocio de los japoneses, Lorenzo insistiendo en ir a verlo, el idiota de Eros.

《Menuda semana de mierda》.

-¿Y las demás?-preguntó.

-Seguramente con sus chicles-bufé.

Mis hermanas vivían día y noche con sus prometidos. Desde que comenzaron a convivir no se han despegado el uno del otro. No se como pueden vivir así, yo con solo saber que debo verlo , me dan ganas de lanzarme por un barranco.

-Hay que tiernos, y tu ¿para cuando con tu hombre amoroso?...

No hay otra cosa que sepa hacer aparte de burlarse de mí.

-No empieces, porque si a eso vamos, que te traes ¿tu y Neo?.

Su sonrisa desapareció en cuestión de segundos, mientras que sus mejillas se tornaban rojas.

《Pero quien te viera》.

-Yo también puedo jugar el mismo juego, Bianchi-sonreí victoriosa.

Un estruendoso ruido nos desconcertó a ambas. Vimos el cielo , lo que había sido un azul ahora era un gris oscuro. Nos miramos para luego sonreír. Amábamos la lluvia, en Venezuela era poca las veces que este fenómeno natural ocurría. Seguimos entrenando sin importa nada.

Al pasar los segundos , el cielo nos regalo su rocío empapandonos desde la cabeza hasta la punta del pie.

-Esto se volvió más interesante-lanzó un golpe.

Esquive sus ataques , Bianchell era de espíritu fuerte. Ella al igual que yo, hemos vivido cosas horribles que la vida nos ha presentado a lo largo de nuestros años. Ambas vivimos lo que fue el abandono. Lo que era tener sueños frustrados. El dejar lo que nos gustaba por lograr tener un futuro. El vivir en un ambiente familiar inestable.

Ambas teníamos las mismas cicatrices en nuestras almas, en nuestras mentes y las más difíciles de sanar.... Las cicatrices del corazón.

Delante de las personas éramos felices, teníamos la vida perfecta. Pero, cuando nadie conoce tus demonios, es difícil hacerles entender porque eres como eres.

Esa fue una lección que aprendí y les enseñé a mis hermanas..

Lección tres:" nunca cuentes tu historia a las personas, sean conocidas o no, no sabrás si solo te escuchan por entender o por usarlo en tu contra".

Dejamos de pelear hace un rato largo, ahora solo jugábamos bajo la lluvia. Sintiéndonos vivas , normales, felices. Hay momentos donde la vida te regala momentos como estos. Pero solo son eso, momentos que se van cuando menos lo esperas.

-Voy a extrañar esto...

-¿Qué cosa?-pregunté.

-Pasar tiempo juntas, cuando se casen , cada quien hará su vida-la oí suspirar.

-Oye, eso no va a pasar-me acerque a ella , la rodee en un abrazo- El hecho de que me case no implica que nos distanciemos. Eres mi hermana , jamás te haría a un lado y menos por un hombre.

《Un hombre que no amo》.

-Te quiero loca del coño-sonrió.

-Te quiero trastornada.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora