Capítulo 67

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Maxim

Alemania fue atacada.
Dominik Meier murió en un incendio.
Shein Argent resucitó de los muertos.

Mis hermanos han estado perdidos desde entonces.

En estos últimos meses han sucedido muchas cosas que nadie creería. Siendo honesto, este año ha sido muy interesante y entretenido. No sólo he crecido con el cartel de los japoneses, sino que debido a la ausencia del cartel Argent pude mover ciertas cartas a mi favor.

El reflejo de la ciudad de Tokio es muy inspirador. Cada vez que lo veo, me imagino mi propia ciudad. Mi mundo.

He estado trabajando con los Utashi desde hace un corto tiempo. Al inicio creí que no sería lo que esperaba, y resultó ser mejor. Sin embargo, tengo un pequeño dolor de cabeza que aún no logro libar.

Giyu

No le agradé desde el primer día. Según el, su lealtad yace con Shein. Claro, su padre lo tuvo que encerrar debido a que se quería dar de fuga. No podemos permitir que arruine nuestros planes. O más bien…

Los míos

Conseguí un acuerdo con los estúpidos japoneses para más adelante darles una pequeña pero linda sorpresa, aunque primero debo pelear por las propiedades de Meier. Al morir, su patrimonio ha caído en disputa por muchos carteles en el mundo. Excepto el Argent.

La mafia Italiana ha estado en calma mucho tiempo, lo cual es muy extraño para las mafias. Es como si un rayo impactara en el suelo más nunca llega su sonido. Es sospechoso.

—¿Admirando la vista?.

Giro para mirar al seño de ojos achinados, cabello blanco por las canas, quien viene hacia mi con un traje blanco y dos vasos llenos de whisky. Me entrega el objeto y bebo del delicioso líquido.

—Tokio es hermoso—admito para volver a tomar.

—Es una de las mejores ciudades—se coloca a mi lado para ambos admirar la belleza nocturna del paisaje.

—¿Han logrado conseguir algo?—pregunto sin despegar la vista.

—Giyu ha hecho varias investigaciones, obligado pero ha cumplido su parte.

—Más le vale no estar tramando algo a nuestras espaldas—termino el whisky bajo la mirada del señor Utashi.

—Es mí hijo de quien hablas, ten más respeto—se molesta por mis palabras.

—Y le recuerdo que somos socios. Por ende, si su hijo me traiciona debe pagar, y usted más que nadie sabe como se pagan las traiciones—lo encaro con una sonrisa—Aunque, ustedes tienen suerte.

—¿Suerte?.

—Que su antigua socia no sabe de su traición.

El color abandona su cuerpo, claro que no hay lucha diferencia debido a que aquí todos somos de piel clara. Doy un paso al frente para mirarlo serio.

—Así que no se haga el santo señor Utashi—me mira enojado—Porque no es más que un maldito mentiroso y traidor.

Alguien se aclara su garganta haciéndonos girar a ambos. Vemos a un Giyu con cara de culo. Es la única que siempre carga el muy idiota.

—¿Se te perdió algo?—suelto.

—Tengo noticias—se limita a decir.

—¡Sorpréndenos!.

Suspira de mala gana para avanzar hacia nosotros
Es alto pero no tanto. Sus ojos oscuros iguales a los de su padre. Piel clara, cabello oscuro. Cuerpo delgado pero trabajado. Quien lo diría.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora