1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]

Capitulo 86

Shein

-Si llego a caer, juro que te voy a castrar.

-Jamás te dejaría caer, loca.

Tropiezo con su zapato y ahogo un grito. La risa de Eros sólo me hace enojar. No tengo ni la más mínima puta idea de a donde me lleva. Tengo los ojos vendados desde que salimos de mi casa. Hemos llegado a algún sitio, quiero ver que planea pero me pidió que cooperara con la sorpresa.

-¿Me puedes decir que demonios tramas? -recrimino fastidiada. Quiero comer.

-Dioses -murmura irritado-. Llegamos.

Me quita la venda y los rayos del sol molestan mi vista. Cierro con fuerza debido al resplandor para luego abrirlos y mirar una casa...

¿Qué casa? ¡Esto es un palacio!

Quedo muda al ver la gran estructura frente a nosotros. Incluyendo el suelo de la entrada principal. Es de cerámica color blanca con negro, como un tablero de ajedrez pulido. Las grandes ventanas de edad media. La mansión es color blanca con detalles en negro y dorado. Aquí al menos pueden vivir cincuenta personas con veinte perros.

Es preciosa

Ver el balcón me recuerda a los castillos de las películas de princesas que veía de niña. Me siento como una princesa en su propio palacio.

-Te daré el recorrido -entrelaza nuestras manos, llevo la que me queda libre a mi barriga.

Ya ha un mes, un mes desde la revelación del sexo de mis hijos. La última consulta con el médico resultó un completo desastre. Dos días, luego de la fiesta, enfermé. Y Eros estuvo maniático, bueno, más de lo que ya estaba. Tuve que intervenir para que no asesinara al doctor por, a según el, su ineptitud. Y evitar que incendiaria la clínica.

-¿Es tuya? -cuestiono al detenernos frente la enorme puerta color negra con grabados y pomo dorado.

-De los dos -responde para abrir tranquilo.

El interior es más hermoso que el exterior. El suelo mármol pulido es magnífico. Los candelabros cuelgan del techo iluminando la habitación. Visualizo una escalera en medio espiral, que guía a la segunda planta. Una enorme mesa de madera oscura en el centro. Grandes ventanas y puertas de cristal que llevan a un enorme patio trasero donde veo una piscina que podría ser un lago. Abro mi boca para volver a cerrarla.

-¿Te gusta? -me mira dudoso.

Gustar es poco

Sigo mirando la casa. Solo he visto dos partes y me he enamorado de ella. Asiento aún sin poder decir una palabra.

-Me costó mucho conseguirla -dice mirando el candelabro.

-Está casa debe valer millones de Euros -susurro-. ¿Cuánto pagaste por ella?.

Mis palabras lo hacen reír a carcajadas. Muerde su labio para tomarme por la nuca y besarme

-Psique, eso es lo de menos -responde divertido-. Aún si ha válido más de un billón de Euros. Para ustedes siempre les daré lo mejor.

-¿Valió un billón? -chillo bajo.

-Mis hijos merecen una casa digna. Tu mansión es linda, no lo niego -retira unos mechones de cabello de mi cara-. Pero deben crecer en un hogar espectacular, al igual que tu.

-Fácilmente podíamos quedarnos en mi casa -protesto.

-Tengo la mujer más necia del mundo -suspira con pesar-. Te prometí dar lo mejor. Déjame cumplir mi promesa.

Cuestionar solo lo hará enojar más. Y viceversa, mejor decido callarme para seguir mirando. Vamos a la cocina y juro que me he enamorado. Es color negra con tonos grises. Eros se lució con esta mansión. Tiene todo lo que me gusta. Los tonos, los diseños. La vista. Mi vista se nubla por las lágrimas que se han apoderado de mi rostro.