Capítulo 83

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Eros

Permanezco en silencio. Su mano sigue extendida hacia mí, la recoge al ver que no obtiene respuesta. Las frota en sus caderas nerviosa. Miro a Bruno, a Lorenzo, a los hombres a mi espalda. Todos son de la FEECN. Ellos son la FEECN. Abro mi boca para decir algo, no logro formular algo.

-Lo mejor será que nosotros nos vallamos -murmura uno de los hombres a mi espalda.

Mi esposa los mira con nostalgia para sonreírles. Y me siento mal, el ignorarla la ha lastimado. Las personas se despiden de ella para marcharse. Bruno solo me lanza varias miradas asesinas, en cuanto a Lorenzo, sigue sentado con su cara apática.

-Principessa ¿quieres algo?.

Pero solo niega con lagrimas en los ojos. Kratos va con ella, se dobla y todos la sujetamos.

-¡Estoy bien! -grita entre llanto.

La he cagado, de nuevo

Kratos me gruñe para echar a correr dentro de la casa. Beatriz se queda ahí en el marco de la puerta, negando con la cabeza. Shein se suelta para irse con la señora de ojos miel.

-Maravillosa cagada -exclama Lorenzo con ironía.

-Juro que me estas hartando -siseo.

-Ustedes dos ya callénse de una vez -reprocha Bruno.

-Es la verdad padre. Desde que se han divorciado, Shein es quien sufre -eso último va para mi. Como un cuchillo al corazón-. Y no quiero volver a verla encerrada en una maldita habitación.

Se va enojado de ahí. Bruno solo masajea su cien con la esperanza de calma.

-Tu y yo tenemos una conversación -me dice hostil.

-¿Yo que?.

-Te colaste en la gala de Italia. O ¿Vas a negarlo?.

-No lo negaré señor.

-Cuando hice negocios con el joven Georgiou no creí que te fuera con la noticia -protesta más para el que para mi-. Y ahora mi nieta está embarazada.

-¿Le molesta? -no puedo ocultar mi coraje en mis palabras. Lo dice como si fuera un crimen.

-Para nada. Seré un gran abuelo para ellos, me aseguraré que nada les falte -se acerca a mí con pasos lentos-. Es solo que me enoja que tu siempre creas que tienes derecho sobre todo y todos. No solo la heriste sino que te encargaste de destruir su felicidad. Y vienes hasta aquí para decirle ¿que no la dejarás ir?. Más idiota no puedes ser.

-¿Piensa que no estoy arrepentido? -frunzo el ceño-. Cada maldito día es una condena escuchar la voz en mi cabeza recordando la cagada que cometí al decirle esas palabras. Tener que dormir solo. Comer solo. Me di cuenta demasiado tarde de mi error. Ahora debo luchar con intensidad para que me perdone.

-Bueno, espero que sepas usar las cartas a tu favor -palmea mi hombro-. Porque si algo aprendí de mi pequeña, es que es una mujer que no guarda rencores pero jamás olvidará una traición.

Me da la espalda para irse

-Una cosa más -me mira sobre su hombro-. De ahora en adelante seré tu sombra.

Sus pasos avanzan con rapidez. Beatriz se despide de él para venir hasta mí. Si también viene a reprocharme. Mejor que se largue por dónde vino.

-La ama está en su habitación -me informa con tomo dulce.

-¿Sigue enojada?.

-Amo, está embarazada -me sonríe-. Los cambios de humor son normales, al igual que los síntomas. Ella está sensible. Inestable. Debe ser comprensible.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora