1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]

Capítulo 77

La gran gala italiana

Una de las mayores fiestas realizadas por mi querido nonno. Una gala donde se reúnen las mafias aliadas a nosotros, una fiesta de máscaras, vestidos elegantes y celebración hasta el día siguiente. Admito que estas fiestas me emocionan.

Estar rodeada de mafias. Tributos a los caídos y gloria a los nuevos. Antes de la media noche se realiza un baile para despedir el viejo año, dandole la bienvenida al nuevo. Carreras, apuestas, bebidas y fuegos artificiales. Sin duda lo mejor que me ha pasado.

Bruno ha estado sonriente esta mañana. Ya que...

Seré presentada oficialmente como la primera y única dama de la mafia Italiana. Al principio tenía mis dudas, pero ha llegado el momento de revelar todos mis secretos. Ya no más mentiras. No más facetas.

Me encuentro con el diseñador que mi nonno ha mandado a buscar para crearme un vestido. Hemos estado riendo por los comentarios de Lorenzo. Giyu ha sido invitado por mis alocados hombres italianos.

-Que el vestido sea horroroso por favor -le dice Lorenzo al diseñador.

-Ay cielo -mueve la mano con una sonrisa-. Mi trabajo es resaltar la belleza y tu hermana se ha ganado el premio.

Me da una vuelta y río

Muchas veces me cuestionaba cuando me hacían un halago. Entre mis hermanas y yo, ellas son hermosas. Nunca me consideré bella o linda. Me conformaba con sentirme cómoda a mi manera. Si me decían:

Eres fea

Era fea. Pero de una manera orgullosa. Hasta ahora, he aprendido que no debo sentirme incomoda o extraña por halagos. Sino que merezco ser alabada, halagada. Así sea por mis propias palabras.

-Tu también eres una perra -le digo con una sonrisa.

-Dame esos cincos. Vengan esos cincos -chocamos las palmas para seguir con la tarea.

Mi vestido será color dorado. Brillante. Con un escote en uve, largo desde mi cintura hasta mis tobillos. Tirantes finos de piedras. Con una apertura en mi pierna. Quise recrear el que Lorenzo me había regalado. El original se encontraba en la mansión Vasileiou. O eso creo.

-Bebé tu ni deberías vestir de color. Con ese cuerpaso, yo en lo personal usaría transparencia -mide el largo de la falda con una sonrisa pícara.

-¿Qué? -reclama Lorenzo con molestia.

-Tienes razón, debería usar transparencia -sigo el juego para molestar a Lorenzo-. Para verme más perra.

-Transparencia un coño. Te vistes de cualquier color pero no usaras esa mierda -sentencia autoritario.

Estallo en carcajadas. Lorenzo ha sido protector conmigo desde que comenzamos a llevarnos bien. Por lo que hacerlo enojar es fácil.

-Si señor -respondo sarcástica.

Nos ignora mientras seguimos con lo nuestro. Bruno aparece minutos después, esta con una camiseta de lana color azul oscuro. Unos pantalones negros. Su cabello desarreglado. Y aún así se ve jodidamente sexy.

-Mi principessa hermosa -besa mi frente-. Estas radiante.

-Ella no es la única -comenta mi diseñador.

Mi abuelo sonríe para ir con su hijo quien se ha quedado dormido. Le tira un cojín en la cara haciendo que salte de su lugar.

-¡¿Estas demente?! -le reclama.

-Tenemos cosas por hacer -dice Bruno para guiñarme-. Vamonos hijo.

Lorenzo se levanta de mala gana para salir