Capítulo 46

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¿Qué es lo primero que haces al despertar?

¿Ver el sol?, ¿Cepillarse?, ¿ducharse?

Ninguna de esas

Lo primero que haces, o mejor dicho. Lo primero que hice fue levantarme a apagar la cocina que los dos niños incendiaron. Sus gritos Griegos se escuchaban hasta en Japón. Corro detrás de ellos enojada por despertarme y casi incinerarse por idiotas.

—¡Fue por una buena causa!—grita a lo lejos mi esposo quien lanza a Artemis como ofrenda.

—¡Idiota!—protesta el pequeño de cabello oscuro.

—¡Conoces perfectamente que no me gusta que me levanten en mis días libres!—grito con la sartén en la mano.

Artemis se levanta y se quita el zapato para tirarselo a su primo en la cabeza.

—¡Seguridad! ¡Vengan a hacer su trabajo!—pide en socorro el rubio.

Unos se acercan y alzo la sartén en su dirección con fuego en mis ojos. Se detienen y dan vuelta.

—¡Cobarde!—le dice Artemis para detenerse frente a mi con la cabeza baja.

Lo miro y sonríe nervioso. Sus hoyuelos se marcan haciéndome morir de ternura.

—Unas disculpas no bastan por lo que hice—empieza mientras mueve su pie en el pasto—Por eso, déjame pagar los daños como disculpa.

Este niño es único

—Mi cielo, no debes pagar nada—sonrio y beso su frente—Querían darme una sorpresa, y valla sorpresa con la que me encontré.

Su mirada se une con la mía y me abraza por el cuello.

—¡¿Y yo?!

A el si le lanzo la sartén

—¿Tu qué?—pronuncio.

—También me perdonas—llega con nosotros y me besa.

¿Cómo enojarme con este par tan adorable y dementes?

—Claro mi amor—confieso y sonríe aliviado.

—Novia....¿Qué comeremos entonces?.

Seguro saldremos a un lugar

—Se a donde ir—comenta mi esposo.

Lo miro confusa y el solo me regala un guiño de ojo.

—¡McDonald's!—exclama el pequeño.

¿Desayunar algo sano?, no

¿Comer papas fritas y hamburguesa?, ¡si!

—¡Yo quiero!—chillo feliz.

Mi esposo bufa y me toma para caminar. Cargo al pequeño en mi espalda para caminar a la casa en busca del calzado he irnos a comer.

—¿Piensas salir así?—me mira confuso.

—¿Qué tiene?—me excuso.

—Te ves radiante así—halaga el pequeño.

Punto para Artemis

—Enano, sigue así y McDonald's será lo último que comas—sentencia.

—No van a empezar, mejor vallamos a comer antes de que les lanze la sartén esta vez—digo y avanzamos al la entrada principal donde Karl ríe al vernos.

—Me pareció oír unos gritos en suplica de salvación—comenta con burla—Y dudo que haya sido el pequeño Artemis.

Eros lo mira con ganas de arrancarle la cabeza ahora mismo. Pasa por su lado sin decir nada, sube dando un portazo a la puerta de la camioneta. Artemis se baja para saludar a Karl y esperarme para subir. No piensa subir con su primo así, después de que lo humillaron, según el. Por otro lado, sonrio y subo.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora