Capítulo 59

386 37 11
                                    

¡Renuncia! ¡Vamos, hazlo!

No mereces respirar

Acaba con el dolor de una vez por todas

¿Merecemos seguir sufriendo?

Mi conciencia se ha colocado en mi contra. Ya no he querido comer,tampoco puedo sentir. No puedo sentir nada, ni tristeza. Ni dolor. Solo estoy en cuerpo pero en mente y alma he muerto. Las esperanzas de poder salir de aquí están cada vez más lejos. Dominik se ha encargado de destrozar cada fe, cada sonrisa, cada motivo de mi.

Lo único que pido es descansar. ¿Has sentido que respiras más no vives? ¿O que solo despiertas por obligación y no por querer? Pues, así me siento.

Veo el techo color blanco con decorado alrededor. Solo es eso, ver. Mis muñecas están moradas, tengo los brazos dormidos por la posición en la que me encuentro. Tengo frío. El invierno llegó hace tres días, tres días que he deseado olvidar.

Estar esposada en la cama no me ha servido de nada. Dominik se ha encargado de mantenerme así. Al enterarse lo que sucedió con Mikhail ha estado peor que antes. Esta aquí la mayoría del tiempo golpeándome, abusandome, retiendome de cualquier forma.

Nadie entra, nadie sale. Excepto el. Tras la puerta hay al menos cinco guardias. Cada mañana al salir nombra cinco nombres diferentes. El día que muchos esperaron con ansias....

Había llegado al fin

Ya no me drogaba, o al menos eso creo. Cuando me duermo, no se que ocurre más allá de ello. No he sentido ni percibido algo indicio que me demuestre lo contrario.

Miro el lado vacío de la cama, y mi mente va hacia esos momentos donde solía compartirla con Eros. Mi pervertido esposo. Lo hecho tanto de menos, quiero abrazarlo, que me rodee con sus brazos y que diga que esto solo fue una pesadilla. Que nada fue real. Pero también me siento mal por todo lo que me ha sucedido. Que no quiero que el este con alguien como yo. Merece a alguien que este sana, libre. Alguien que valga la pena. También se que me dolerá más verlo con otra.

Que otra mujer lo mime, lo bese, lo concienta. Que amanezca a su lado y lo mire dormir, que acaricie su cabello dorado. Me hiela la sangre. Detesto estar en esta posición. Odio querer todo y nada a la vez. Querer estar con el amor de mi vida pero a la vez dejarlo ir.

Quiero sanar. Me duelen las heridas de tanto sangrar.

"Lo que no mata, te hace más fuerte"

Dijo mi padre una vez. Solo que...
Muchas veces hemos sido tan fuertes que en algún momento o punto en la vida, somos más frágiles de lo que imaginamos.

Es como esas personas que aprenden a controlar sus emociones. Se niegan a llorar, hasta que hay un punto donde dejan de hacerlo. Pero, cuando lloran....Es como si un mar se encontrara en nosotros, debido a todo lo que ahogamos.

Pido salir de aquí, sea viva o muerta. Pero quiero salir, irme. Estoy agotada.

¿Alguna vez te has sentido ese agotamiento que muchas veces no es posible explicar con palabras? ¿Qué no importa las siestas que tomemos, sentimos ese vacío y agotamiento mental y emocional?

La puerta es abierta para dejar ver a un Dominik muy alegre. Lleva puesto un traje blanco que luce con su tono de piel blanca. Su cabello oscuro con canas va peinado perfectamente hacia un lado. Su cuerpo a pesar de su edad, está en buena forma. Su ojos café me miran con descaro mientras se acerca a mi. Recojo mis pies en un intento de pegarme al espaldar de la cama, intentando protegerme.

-Hola cariño-me sonríe para sentarse a mi lado y acariciar mi pierna derecha-Luces hermosa.

Cierro mis ojos y dejo que termine de tocarme para poder sentirme bien.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora