Capítulo 55

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Eros

He estado de cabeza estas últimas tres semanas. Estoy de país en país, de estado en estado. Llevando cargamentos, en reuniones con mis socios, yendo a bares con el fin de ocupar mi mente para no pensar en ella.

En mi psique

No voy al cementerio desde el entierro, no hay nada que hacer en ese lugar, menos cuando tampoco se encuentra algo ahí dentro, bajo la tierra. Tampoco vivo constantemente en la mansión, no tiene sentido que viva ahí, cuando ella no está. Existe la diferencia de una casa y un hogar, bueno. Con ella estaba en mi hogar. Ahora que no la tengo a mi lado es devastador.

Neo ha ido constantemente junto a mi cuñada, ella también la ha estado pasando mal. Neo me ha insistido en dejar de beber, que sea fuerte. Solo que no me siento emocionalmente en condiciones de superar y olvidar al amor de mi vida.

Un lado de mi me dice que es momento de soltar su recuerdo y seguir con mi vida, el otro me dice que no lo haga, también tengo ese presentimiento de que ella puede estar con vida.

Jamás nos llegó un reporte forense donde nos confirmaran que ella estaba muerta, solo se limitaron a las pruebas que era el zapato y su arma. No existían más pruebas, su cuerpo nunca fue encontrado, ni siquiera cuando limpiaron los escombros. Solicite un detective privado que me ayudara con esta mierda. La FEECN son una bola de idiotas que no saben hacer un culo.

—Amo, aquí está la señora Argent, dice que debe hablar algo con usted—Karl a llegado y ni cuenta me he dado.

Vivo en la oficina por decirlo así, me niego a ir a la habitación, se siente tan vacía y fría, al igual que todo desde aquel día.

—Déjala pasar.

Miro los papeles para dejarlos a un lado, froto mi rostro con cansancio. Me arrecuesto al espaldar de la silla para ver como una mujer de unos treinta y nueve años cruza la puerta. Su cabello negro con unas cañas largo, piel dorada como sus otras dos hijas. Su expresión es neutra, desde el día del entierro, al oírla hablar así de su hija, me hirvio la sangre. Mi psique ha sido una hija ejemplar, una mujer de armas tomar. Sacrificó  su vida por la de su familia, literalmente como para que vengan a hablar mal de mi mujer.

—Señora Jessica, ¿Qué la trae por aquí?.

Se sienta en frente de mi para luego ver a Karl llegar con una carpeta negra en mano.

—Eros, no te quitaré mucho tiempo, solo vengo a darte esto.

La carpeta llega a mis manos donde la tomo para abrirla. Mis ojos leen las líneas escritas para luego mirar a mi suegra.

—Son las propiedades y carteles de los Argent, ¿Porqué me las esta entregando?—cierro la carpeta sin entender.

—Shein no está, ella era la líder y dueña de todas las propiedades, carteles, empresas y todo lo relacionado con el señor Argent—confiesa para tomar aire y seguir—Yo no las quiero, y tampoco pienso colocar a una de mis otras hijas en la misma posición que ella.

—¿Y yo que tengo que ver en esto?.

—Eres su esposo, bueno, ex esposo. Por lo que te vendo, entrego o lo que desees, pero me niego a tener esa pena de muerte en mi poder. Quiero tener una vida tranquila, con mis hijas.

—Shein también es su hija, entregarme esto es una traición hacia ella—digo algo molesto.

—Mi hija no está, es momento de dejar ir el pasado para poder vivir un futuro mejor.

Apreto mi mandíbula con fuerza, quiero gritarle, decirle que no merece estar aquí, que no merece una hija como shein, pero no puedo hacer eso. Es como si le faltara el respeto a psique, y no pienso hacerle eso.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora