Extra III

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La sorpresa que psique realizó por el día de mi cumpleaños se ha ido a la mierda. Maxim está aquí. Apuntando a Beatriz y a Karl. Shein está en shock. Pálida. Ida.

Es como si le hubiera arrebatado la vida dejándola completamente vacía. Sus lágrimas corren por su rostro, enfadandome porque odio verla llorar. Odio ver su rostro mojado, lleno de dolor y culpa.

Bastó dar un paso hacia mi antiguo socio....

Cuando un grito femenino desgarrador me deja inmóvil en mi lugar

-¡Baja la maldita arma, Traidor!.

Esto no es posible...

Ella....

-¡Eso no lo vi venir señores! -la diversión con la que Maxim grita solo me descoloca.

¿He escuchado bien?

Has escuchado perfectamente

Me giro lentamente para mirar a mi esposa quien no hace más que llorar desgarradamente. No musita ni una palabra, solo solloza, ahogándose en su propio océano. Rebobino las palabras que ha nombrado, juro que no se que pensar. Que decir. O hacer.

-¿Qué has gritado? -pregunto confundido.

Ella jamás dió indicios de hablar japonés. Jamás levantó sospechas, jamás me hizo dudar de ella. De su confianza.

Escucho mi corazón quebrarse pieza por pieza. Como si no fuera nada. La miro y me duele. Me duele saber que esa mujer. Esa que amo con locura. Me ha traicionado. Apreto mis puños a mis lados, la rabia me consume y mi vista se torna negra.

No responde, y detesto verla en ese estado. Suele enfermarse tras pasar por fuertes emociones. Aunque no me lo diga, he aprendido a leer su lenguaje corporal.

-¡Sorpresa! ¡Tu esposa no era más que una socia de los japoneses!.

La voz de Maxim hace eco por la maldita habitación. Confirmando lo que temía. Shein no reprocha o exije que haga silencio para demostrarme que mienten. No puedo con el nudo que se forma en mi garganta. Pero me mantengo firme.

Mi visión decae al aceptar que...

No es más que una asesina...

Y no una cualquiera, sino...

La de papá

-¡Niégalo! -le grito al ver que esta cerca.

Una parte de mí me dice que hay esperanzas. Mientras que la otra me dice que la odie. Sus ojos apagados vacilan por mi mirada para unir sus labios donde veo como tiemblan.

-Eros...Déjame...

¿Explicarme?

Soy un idiota. Un maldito idiota

-¡Maldita sea contigo! -grito histérico. El dolor comienza a manifestarse a través de mis lágrimas acumuladas en mis ojos.

Tomo mi cabello con fuerza mientras tiro de el. Maldigo miles de veces. Supo jugar conmigo. Supo jugar con mis sentimientos. Ahora comprendo cuando solía decir que no era quien decía ser.

Se queda paralizada, sin comentar y mis ganas de tomarla por el cuello hasta ahorcarla crecen. Solo que no me atrevo a hacerlo.

-¡Todo este tiempo! ¡Me has visto la cara de idiota! -la sujeto de los brazos con fuerza-.¡ Te burlaste de mí! ¡De mi dolor!.

La muerte de mi padre me golpea sin anestesia. Los recuerdos de ver a mi padre en una cama, tirado, agonizando mientras moría pasan por mi mente como una película en cámara lenta.

1:La Muñeca de la mafia [Mentiras Y Secretos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora