✶ 𝗞𝗶𝗹𝗹𝗲𝗿𝗺𝗼𝗯 | 𝗧.𝗸.

22

Tom estaba sentado tomando agua, ya había pasado un rato desde que el doctor le dió la noticia, en el fondo se sentía triste, quería matar a todos esos idiotas pero a pedacitos, quería que pudieran perdón a gritos cada uno de los que lastimo a Britney, quería escucharlos pedir piedad.

Bill también había llegado, el y Tom necesitaban hablar pero ahora no era el momento, el mayor estaba muy preocupado como para tener una conversación sería.

Tom estaba perdido en sus pensamientos, pensando en todo lo que había pasado este tiempo recordó aquella noche. La noche en qué violo y asesino a una chica sin compasión, ¿Porque lo recordaba? Bueno, de alguna manera sentía que así mismo se sintió Britney con esos tipos, la torturaron al igual que el torturaba a las chicas, estaba decepcionado y "Arrepentido" ¿Por que? No lo sé, al parecer se estaba dando cuenta de sus sentimientos.

Vio salir nuevamente al doctor así que se levantó de la silla y camino rápido hacia el, esperando que le dijera algo.

- Bueno, es tarde pero puede pasar. Ella despertó y está mejor, puede ir a verla - Sonrió un poco a lo que Tom sin esperar asintió y corrió hacia la habitación.

Se paró en la puerta y miro hacia la camilla, Britney se encontraba con un gorro en su cabeza, estaba con la cabeza agachada, no quería ver a Tom a los ojos, tenía temor de que le hiciera algo.

- Ho-Hola Britney. - Hablo nervioso acercándose a su lado, pidió permiso para sentarse junto a ella y la chica asintió.

- Hola - Susurro sin ganas.

- Como te sientes. ¿Te duele algo? ¿Estas mejor?

- Estoy bien - respondió aún sin levantar la cabeza.

- Lo siento, de verdad perdóname por todo. Te lo digo de verdad, Sé que no podrás perdonarme rápido pero no importa, esperaré por ti porque estoy muy arrepentido. Espero que algún día logres perdonarme - Hablo desesperado intentando buscar la mirada de la chica.

Ella no hablo, estaba muy confundida y asustada. Nunca pensó escuchar a Tom pidiendo perdón, mucho menos le creía. Después de todo lo que pasó por culpa de el no lograría creerle tan fácilmente.

- Está bien - se hecho para atrás.

- ¿Está bien? ¿Solo eso vas a decir? - espero respuesta a lo que no recibió ninguna - Contestame. ¿Porque no me miras a los ojos? - Tomo la barbilla de la chica suavemente levantandola y haciendo que sus miradas conectaran.

- No por favor, no me mires. Tampoco me toques, estoy horrible. No quiero que me mires, no quiero que nadie me toque - sus ojos empezaron a ponerse rojizos a lo que el chico no sabía que hacer.

- Está bien, está bien. Perdoname, no fue mi intención incomodarte. - ambos se quedaron en silencio - Lo siento britney, se muy bien por lo que pasaste y te juro que lo lamento mucho. También quería agradecerte por querer salvarme, pero estuvo mal. Estuvo mal porque pudiste haber muerto. - espeto.

- Está bien.

- Bueno, también me enteré sobre tu salud, te juro que buscaré los mejores doctores de la ciudad para que te atiendan, movere todos mis contactos hasta que estés bien y te ayudaré, no te preocupes.

- Bueno, gracias. Gracias por venir, ahora por favor vete. Necesito estar sola. - estaba a punto de llorar pero no quería hacerlo delante de el.

- Oh, está bien. Espero te sientas bien, nos vemos luego.

Se levantó y salió poco a poco de la pieza, al estar afuera se sentó en las sillas, no estaba dispuesto a irse. Se quedaría toda la noche allí esperando por saber que estaba bien.

Britney cerró la pequeña cortina, después de esto se recostó de lado en la camilla y empezó a llorar, se le hacía horrible todo lo que le había pasado en tan poco tiempo.

Day after.

- ¿Uvas? ¿Porque traes uvas? - pregunto Bill.

- Son sus favoritas, una vez la escuché decirlo.

- ¿Te lo dijo a ti? Vaya vaya, estas muy extraño hermanito. Creo que te estás enamorando.

- Cállate. No sabes lo que dices.

Entraron al lugar y pidieron permiso para entrar a la habitación a lo que el doctor les permitió entrar a los dos.

Britney se encontraba mirando hacia la ventana, al girar a mirarlos reconoció a Bill, lo había visto el primer día que fueron al casino.

Tom se quedó tieso mirando a Britney por unos segundos, ella llevaba una linda ropa y tenía maquillaje, se veía muy hermosa y el estaba analizando eso.

- Tom - burlo - Tom, Britney te está saludando.

- Oh, Disculpen. Estaba viendo por la ventana, no los escuché. - Bill giro su cabeza para burlarse a lo que tom le pegó.

- ¿Cómo estás Britney? ¿Te sientes bien?

- Si, me siento bien. Gracias por preguntar - empatizo.

- Eso es bueno. Te-te traje esto, una vez escuché que te gustaban y decidí comprarte - mintió.

- ¿Uvas? ¿De dónde escuchaste que me gustaban? Nadie sabe eso, solo lo sabía yo - pensó - bueno, no importa. Gracias.

Bill la saludo y estuvo hablando con Britney por unos momentos, Tom intento cambiar de tema, si la escucho hablar de las uvas pero por las camaras que tenía escondidas en su casa. Nadie sabía sobre ellas pero el desde el principio el vigilaba cada cosas que ella hacía.

5 days later .

Habían pasado 5 días, Tom seguía siendo odioso con los demás pero con britney estaba totalmente cambiado, la amistad que estaban empezando a tener era linda. Britney ya estaba empezando a confiar en él, no del todo porque aún le dolía lo de su amiga, sentia que estaba traicionandola y se sentía mal, igual ahora se sentía más cómoda cuando Tom y su hermano estaban cerca. En 1 día le darían de alta, volvería a casa. No a su antigua casa, Tom le había comprado una para ella sola. Quería que estuviese totalmente asegurada y no corriera peligro.

Britney no estaba del todo mejorada pero su salud había mejorado, ahora se sentía mucho mejor, estaba engordando nuevamente y su enfermedad estaba calmada, todo estaba yendo bien en su vida, al fin estaba mejorando.

Estaban en la habitación, Britney escuchaba música y tom estaba sentado a su lado, estaban dibujando algunos cuadros mientras escuchaban el resultado de algunos análisis.

- mira como me quedo este gato, ¿No es genial? - sonrió a lo que Britney se burlo, no parecía para nada un gato.

- Esta bonito.

- ¡Ja! Sabía, soy tom kaulitz y todo lo que hago está bien, obvio.

Britney alargó su mano para tomar una pequeña botella de agua que estaba en el piso, Tom al ver su brazo observó sus cicatrices que estaban muy marcadas, miro su marcador y pensó por algunos segundos, después sonrió.

- Préstame tu brazo - lo colocó en sus piernas.

Sin preguntar empezó a hacer dibujos, Britney al ver esto sonrió confundida y intento observar lo que dibujaba.

- ¿Que estás haciendo? - pregunto curiosa.

- Bueno, estoy dibujando estrellas sobre tus cicatrices. ¿No es obvio? - burlo irónico.

Ella no hablo, se quedó callada y miro a otro lado, no pudo resistir sonreír inconsciente ante esto. Estaba sonrojada.

Doris.

Voy a llorar juerte, mejor dicho. "Vamos"

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