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El chico salió de el baño y se peino, en la sala estaban dos tipos y una mujer, los tres eran de un programa de televisión y venían a entrevistarlo para saber sobre su opinión de la explosión, una bomba había explotado hace algunos días en uno de sus almacenes y murieron muchos de sus trabajadores, Tom tuvo que darle una cantidad de dinero a cada familia para que no lo jodieran.

Estaba vestido con un poleron negro ajustado, un pantalón también negro pero un poco ancho y en su cabeza llevaba una banda negra, se acercó a dónde estaban los periodistas fingiendo una sonrisa y después se sentó en uno de los sillones.

- Buenas tardes señor kaulitz, es una placer poder entrevistarlo, ¿Cómo está?

- Buenas tardes. Estoy bien, gracias - de cruzó de brazos.

- ¡Me alegro! Bueno, estamos aquí porque queríamos hacerle unas pequeñas preguntas.

- ¿Porque no me avisaron antes? ¿No podían venir otro día? - tensó su mandíbula.

- Bueno. Llamamos a su asistente y nos dijo que estaría disponible para hoy, ¿No sé lo dijo? - la mujer sonrió incomoda.

El de trenzas miro con rabia a su asistente que se encontraba con la puerta con la cabeza agachada, tomo un poco de bebida de la mesa y tosió.

- Bueno, está bien. Empiecen con las preguntas.

Estuvieron un rato allí, todo estaba normal hasta que escucharon algunos ruidos que provenían de abajo de la casa, era raro porque se suponía que no había nada o nadie allí, los hombres y la mujer estaban un poco incómodos y asustados.

- ¿Escucharon eso? - Susurró la mujer.

- ¿Que? ¿Que escucho? Yo no he oído nada, todo está bien.

La mujer miro a sus compañeros a lo que ambos siguieron con sus preguntas, querían terminar lo más pronto posible para irse y no estar ni un solo segundo más allí.

Pasaron aproximadamente 40 minutos, Tom estaba desesperado por qué se fueran y ellos estaban ansiosos por irse, los ruidos seguían pero intentaban hacer que no lo escuchaban, hicieron la última pregunta y Tom se levantó se su silla y camino hacia su oficina, su de encargaría de despedir a los periodistas.

[....]

Corrí hacia la pequeña ventana, todos los días estaba cerrada pero quizás por algún milagro de Dios podría estar abierta, había escuchado unas voces arriba y llevaba un rato gritando pero sabía que eso era inútil, tenía encerrada allí muchos días. Al menos no me pegaban ni aguantaba hambre, no sé lo que querían de mi pero solo me mantenían encerrada, extrañaba poder bailar, extrañaba a mi hermano. A mis amigas, tener aquellas noches de peliculas y chismes, extrañaba los abrazos de doris que varías veces llegué a rechazar y ahora me arrepiento, me arrepiento de tantas cosas y me odio, me odio porque siento que fui lo peor al no alejarme de aquí con Doris, gracias a mi paso todo lo que pasó, no sé porque maldita razón me tienen encerrada aquí. Supongo que es para que no diga nada pero preferiría que ya me matarán, últimamente me habían estado dando algunos mareos y tosia mucho, lo peor es que aveces botaba sangre en vez de flema y eso me asustaba, quería salir de aquí o que me matarán de una vez, me había dado cuenta estos últimos días que Tom no es como la gente piensa. El en el fondo de su podrido corazón es una persona diferente, no se porque llegue a pensar eso pero creo que tengo razón.

Rodé un poco la ventana y observé como estaba abierta, mi corazón dió un vuelco de emoción y mordí mis labios con emoción, era una ventana pequeña pero yo era delgada, estaba segura de que si podría salir por allí.

 ✶ 𝗞𝗶𝗹𝗹𝗲𝗿𝗺𝗼𝗯 | 𝗧.𝗸. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora