La Fuerza del Querer Capítulo 1

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Formando Objetivos.

Adentro de la mansión, mis ojos exploran cada rincón con asombro. Es sin duda lo más opulento y lujoso que he presenciado en toda mi vida. Aunque personalmente no soy fanático del estilo de la Edad Media, puedo apreciar la belleza y el esplendor que esta mansión irradia.

Cada paso que doy sobre el suelo de mármol pulido me hace sentir como si caminara sobre un espejo, mi reflejo apenas visible en su superficie brillante.

El espacio a mi alrededor parece infinito, como si estuviera inmerso en un mundo de dimensiones inimaginables. En comparación, las casas más grandes que he visto parecerían diminutas y modestas.

Me sobrecoge la idea de la inmensidad de este lugar, y no puedo evitar pensar en la tarea monumental que sería mantenerlo limpio y ordenado. El simple hecho de imaginarlo me causa un estremecimiento.

A pesar de su impresionante magnificencia, no puedo evitar sentir una sensación de horror al pensar en vivir en un lugar tan vasto y desproporcionado. Prefiero con creces una casa acogedora y de tamaño más modesto, donde la calidez y la intimidad puedan florecer. Aquí, uno podría fácilmente albergar a todo un pueblo si así lo deseara, la idea de tanta grandiosidad me resulta abrumadora.

—Esto es... Grande —miro hacia todos lados con la boca abierta.

Ya no quiero trabajar en la mansión. Me rehúso a limpiar todo esto.

Puedo dedicarme a la cocina, considero que soy buen cocinero así que no estaría mal. O dedicarme a ayudar en las cuentas y otras cosas.

Me rehúso a limpiar esto. Si me pongo a limpiar todo esto es seguro que moriré más de una vez.

Mientras rechazó la idea en mi cabeza ambas se detienen en seco.

—Hemos llegado —Rem abre las puertas y se inclina para dejarnos pasar.

Emilia entra sin ningún temor, pero yo entro viendo directamente a los ojos a esa persona.

—Buenos días, muchas gracias por recibirme —hago una reverencia hacia Roswaal.

Roswaal me mira por un segundo y vuelve a sonreír.

—¡Va~aya! ¡Pero que bue~~nos modales! —dice Roswaal complacido —Pensaba que venías de los barrio~~os bajos.

Miro a Ram a los ojos por unos segundos, esta me ve y me sonríe satisfecha. Tuvo que ser ella quien le dijo algo así.

—No, no vengo de ese lugar.

—Ven, pasa~ y sieentate para comer, aunque me gustaría sabe~~er tu nombre prime~~ro.

Asiento con la cabeza, y esta vez, a diferencia de hacer una reverencia lo miro directo a los ojos, lo único que hago es poner la palma de mi mano en mi pecho e inclinar un poco la cabeza.

—Me llamo Marco Luz. Es un placer conocerlos y ver a todos los presentes.

Giro mi cabeza hacia Beatrice, que desde un principio me estaba ignorando mientras habla con Puck. Su apariencia es un poco difícil de explicar, si la veo puedo decir que es un humano y a la vez no. Sus ojos sin duda son lo que te indican que no es humano, grandes, y con pupilas en forma de mariposa me dan un poco de inquietud. A su vez, su apariencia tierna es como la de una muñeca.

—Ya que te presentaste también debo hacerlo —Roswaal entonces cambia su postura a una recta, aún sentado, este simplemente habla—. Soy el due~eño de esta mansión Roswaal L. Mathe~ers.

Roswaal procede a presentarme a Ram y a Rem, diciendo que son empleadas de él. A su vez, presenta a Beatrice ya que esta no tenía signos de querer hacerlo.

Re:zero SC| Empezando la Vida como un Ingeniero desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora