La Selección Real Capítulo 1

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Los Vestígios de la Guerra.

Abro los ojos y me encuentro sumido en un mar de dolor que recorre mi espalda con una intensidad insoportable. Con esfuerzo, me levanto lentamente y comienzo a estirar mis músculos en un intento desesperado por aliviar el malestar.

La hora marcada en el reloj indica que son las cuatro de la madrugada, una hora temprana para despertar.

Salgo del lugar donde reposaba y observo con melancolía cómo todo a mi alrededor se encuentra sumido en soledad sepulcral. Las labores del ejército no comenzarán sino hasta las cinco de la mañana, lo cual me lleva a dirigirme hacia la ducha para refrescar mi fatigado cuerpo.

Debo encontrarme con Beatrice hoy mismo, le prometí asistir durante la noche, pero lamentablemente caí presa del sueño profundo.

En su momento, sugerí conectar esta área con nuestra biblioteca mediante cristales mágicos; sin embargo, ella explicó que requerimos un cristal piroxeno de calidad excepcional para llevar a cabo tal empresa.

Por ende, solicité uno a Roswaal y ahora descansa pacientemente sobre una mesa en mi habitación dentro de la mansión.

Aunque el tiempo nos apremiaba entonces y no pudimos completarlo antes, quizás sea el momento adecuado para hacerlo realidad.

No puedo evitar sentir fascinación por la magia Yin; considero que es una forma excepcionalmente versátil de magia capaz tanto de ser utilizada en combate como fuera de él.

No se queda atrás respecto a ninguna otra disciplina mágica existente.

Incluso llegué a soñar con la posibilidad de poseer un objeto mágico conocido como "bolsillo dimensional", tal cual había leído en ciertas historias.

No obstante, Beatrice desalentó mis esperanzas al explicarme que no solo se requiere una gran cantidad de maná para mantener ese tipo de espacios, sino que también carezco actualmente de las habilidades necesarias para llevarlo a cabo.

Pero no me rendiré fácilmente; si algo he aprendido es que debo aprovechar al máximo el potencial inherente a la magia, pues existe por alguna razón.

Finalmente llego a la majestuosa mansión y, al abrir las puertas principales, soy transportado instantáneamente hacia la biblioteca perdida.

Por lo general, sería recibido con el embriagador aroma del papel antiguo y los libros encuadernados en cuero; sin embargo, ahora solo me encuentro enfrentando un vasto espacio vacío.

Los estantes repletos han desaparecido dando paso a numerosos escritorios donde reposan innumerables planos meticulosamente trazados.

La habitación de Beatrice yace en un rincón oscuro, con solo unos cuantos estantes restantes que albergan los libros que he escrito sobre mi mundo mágico, así como aquellos que Beatrice ha plasmado con su talento.

La carga de mi celular se sitúa en el cincuenta por ciento, lo cual significa que aún nos falta mucho trabajo por hacer y es tarea de Beatrice transcribir todos estos escritos.

Afortunadamente, gracias a mis trabajos universitarios he descargado una amplia variedad de textos académicos; sin embargo, anhelo fervientemente tener a mano volúmenes sobre agricultura o metalistería para complementar nuestra colección literaria.

Lastimosamente, no todo puede ser alcanzado tan fácilmente.

Mientras contemplo la mirada enfurecida de Beatrice y sus adorables pucheros mientras se acerca hacia mí, me permito esbozar una sonrisa traviesa con la intención de molestarla ligeramente.

Re:zero SC| Empezando la Vida como un Ingeniero desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora