Los Giros de la Vida Capítulo 2

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Aquel Fuego Intenso.

Abro mis ojos y soy recibido por el hermoso firmamento, mi cuerpo duele por montón pero ya me puedo mover. Intento levantarme, a pesar de mi dolor muscular tengo que saber que sucedió.

Cuando me levanto miro que a mi alrededor solo se pueden ver personas en mí misma situación, unos acostados durmiendo y otros jadeando de dolor. Giro mi cabeza y puedo ver que Emilia se encuentra curando heridos en otro lado.

—Despertaste, supongo. —Detrás de mí está Beatrice.

Al verla, parece estar molesta. La verdad es que no esperaba que viniera. Le doy una sonrisa agradecida y tomo su mano, lo que la sorprende.

—Gracias por salvarme, Beatrice. No estás obligada a hacerlo, pero gracias por venir.

—¡Hmpf! Una apuesta es una apuesta —dice Beatrice, ladeando la cabeza.

Yo me río un poco, pero inmediatamente empiezo a toser.

—No te esfuerces, tu cuerpo está en un mal estado. Aunque no tengas problemas con tu sangre y demás, tu puerta está en un estado delicado.

Puedo sentirlo. Mi puerta está descontrolada. Beatrice rápidamente me dice que el miasma que antes no tenía comenzó a salir. De alguna forma, ahora estoy como si hubiera muerto.

Miro a Beatrice con seriedad.

—¿Qué ha sucedido?

—Verás...

Cuando ella llegó, Emilia ya había aniquilado a todas las mabestias y estaba curando a los heridos lentamente. Sin embargo, las mabestias volvieron a atacar de repente, lo que la obligó a detenerse en su labor de curación.

Hace unos minutos, volvieron a reanudar las curaciones, ya que las mabestias huyeron nuevamente. Cuando llegué, mis heridas eran bastante graves, pero Beatrice me curó por completo, aunque mi puerta no puede ser curada debido a la interferencia del miasma.

—Tu puerta tiene que curarse por sí misma. Yo simplemente le di el maná necesario para hacerlo. No te recomiendo usar magia mientras eso sucede. Afortunadamente, tienes una gran cantidad de maná, así que no debería tomar más que unos días.

—¿Pudiste remover las maldiciones? —le pregunto a Beatrice.

Entonces, ella me mira con seriedad

—Sí, pude remover casi todas, pero en tu pierna derecha hay una serie de maldiciones complejas.

Al parecer, hay varias maldiciones en mi pierna que impiden que Beatrice haga los cálculos necesarios para curarla. No me había dado cuenta de su existencia.

—¿Es posible que una sola mabestia haya hecho eso? —pregunto.

—No tengo conocimiento al respecto —responde Beatrice—. Sin embargo, es posible que haya alguna bestia que haya mutado para tener esa capacidad. Por eso...

Beatrice señala hacia la entrada del bosque.

—La chica que te trajo, la ogro de pelo azul, fue a matar a esa bestia.

—¿Rem? —la miro con extrañeza. No tiene sentido— ¿Estás segura de que fue Rem, la sirvienta?

Beatrice asiente con la cabeza. En ese momento, me levanto instintivamente y miro a mi alrededor, pero no veo a Rem. Entonces, Ram aparece detrás de mí, da la vuelta y me toma de la camisa.

—¿Dónde está Rem? —pregunta Ram, mirándome con enojo.

—Según Beatrice, está en el bosque. Acabo de enterarme de eso —respondo.

Re:zero SC| Empezando la Vida como un Ingeniero desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora