Una Pequeña Sorpresa Capítulo 5

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Lo que Soy.

Todos dirigimos nuestras miradas en la dirección de ese grito, reconociendo la voz de inmediato.

—Si... Observa detenidamente a tu adversaria —mi tono no admite dudas, cargado con una sutil advertencia.

Sin previo aviso, la ballena se propulsa hacia arriba con una fuerza abrumadora, sin detenerse debido a la inercia, sigue en su trayectoria ascendente. Pero un elemento excepcional capta nuestra atención: un pilar de hielo gigantesco se erige en el horizonte, fácilmente distinguible desde nuestra distancia, con una altura que fácilmente supera los treinta metros, su anchura lo convierte en un monumento visual.

—Eso... —Crusch observa con un aire de asombro, su expresión revela algo más que sorpresa, una sombra de aprehensión.

Moverla ligeramente o utilizar pilares de hielo para modificar su curso es una cosa, pero lo que Emilia acaba de ejecutar es distinto. Ha propulsado a la ballena, que ya es de por sí más pesada que cualquier otra, con tal intensidad que ha creado un pilar de hielo de dimensiones colosales. La mirada de Crusch es un testimonio de su asombro mezclado con un atisbo de temor.

Lo que acabo de presenciar solo puede atribuirse a Emilia. Ella posee un torrente de maná que supera a todos los demás. Su poder es excepcional, único en su especie.

—Ella es quien despierta mi mayor respeto y admiración —mi sonrisa es un tributo a la fuerza y el valor que Emilia ha demostrado. Junto a Grímnir, inicio un avance hacia la artillería, sintiendo el latido firme de mi corazón.

Grímnir avanza con un vigor implacable, como si la molestia por el estruendo causado por la ballena le impulsara. Necesito presenciar esto de cerca, sentirlo con mis propios sentidos.

La ballena lanza nuevamente su estridente grito, como si intentara detener lo inevitable. Sin embargo, continúa su trayectoria hasta detenerse a una altura modesta, como si requiriera un momento de quietud para activar su maniobra.

Grímnir no muestra intenciones de ceder. Sus ojos arden con una furia que refleja su descontento por el daño infligido por la ballena. Acelera a una velocidad vertiginosa, acercándome a artillería con una rapidez impresionante. El viento aullante me envuelve en un abrazo tangible.

—¡DISPAREN! —la voz de Emilia resuena en mi cuerpo, una orden que es recibida con obediencia inmediata.

¡BOOOOM!

Los cañones se disparan, sus proyectiles se lanzan como heraldos de destrucción hacia la ballena. El ataque impacta con contundencia en el momento en que la criatura intenta dar media vuelta. Los impactos provocan que la ballena emita un chillido de agonía, un lamento que parece expresar el dolor que sufre.

Los proyectiles explotan, seguidos por el fuego mágico que se desata en una danza destructiva. Una densa nube de fuego y humo se alza en el horizonte, y la onda expansiva del impacto se propaga por el campo, acariciándonos con su calor en un abrazo infernal.

Finalmente, llego al campamento. El ambiente está cargado de tensión, las marcas de los ataques previos de la ballena son evidentes. Observo el campo de heridos, donde ya se encuentran varios caballeros, seguramente de los primeros escuadrones que distribuyeron los cristales anti-maná.

Beatrice se encuentra en el campamento de los heridos, mientras Emilia se aproxima a pie hacia ellos. Nuestras miradas se cruzan en un instante cargado de entendimiento, una sonrisa compartida que trasciende las palabras, comunicando nuestra mutua comprensión y determinación.

La nube de fuego se eleva en el aire, acompañada por la dispersión de la niebla en la zona del impacto. La ballena ahora busca refugiarse, y esa herida debe haber sido monumental. A tan corta distancia, los cañones debieron haber perforado su cuerpo con una fuerza inquebrantable.

Re:zero SC| Empezando la Vida como un Ingeniero desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora