Lo Que No Tiene Nombre Capítulo 9

20 1 0
                                    

***

Yo, te quiero decir.

Despierto en mi habitación, solo en la calma matutina, mientras los rayos del sol se filtran a través de las cortinas entreabiertas.

La noche pasada, las pesadillas no osaron rivalizar con la intensidad de las emociones que se agitaban en mi interior.

Aunque mis mejillas no estén humedecidas por lágrimas, puedo sentir que algo ha cambiado en mí, una transformación sutil pero profunda.

Reflexiono sobre las decisiones que tomé en las últimas horas, sobre cómo subestimé el verdadero significado de Crusch en mi vida. Me enfrento a mi propia insensibilidad con la mirada cruda de la verdad.

¿Cómo pude haber considerado la posibilidad de abandonarla en un momento tan crítico?

Me siento como un insensible, como un ser que finalmente ha vislumbrado la luz después de vagar en la oscuridad.

—Entonces, esto es lo que se siente, ¿verdad? —susurro en voz baja, compartiendo mis pensamientos con el silencio que me rodea—. Rem...

Los recuerdos fluyen como corrientes en mi mente, trayendo a la superficie situaciones pasadas en las que enfrenté decisiones similares. Aunque logré rescatar a Crusch de las garras del destino, ahora puedo ver con claridad que podría haber hecho mucho más.

Mi vida, aunque no se desvanecerá con la muerte, no es lo mismo para los demás.

Mi mirada se desliza hacia la ventana, donde el sol se alza con determinación, llenando el mundo de luz y calor.

Contemplo el nuevo día con una sensación renovada de esperanza y posibilidad.

—Este es un nuevo amanecer, el que siempre anhelé presenciar —murmuro para mí mismo mientras abro la ventana, permitiendo que la brisa matinal acaricie mi piel—. Sí, esto marca un punto de partida, un "desde cero" para mí.

Mis ojos vagan por el panorama exterior, observando cómo el mundo cobra vida bajo los rayos dorados del sol ascendente.

Las palabras de mi padre, sus enseñanzas sobre cada día como una oportunidad para comenzar de nuevo, resuenan con un significado más profundo en este momento.

Cada día es como una página en blanco, una oportunidad para crear, para moldear nuestras acciones y emociones en el lienzo de la vida.

Siento la determinación crecer en mi interior, y tomo la decisión de visitar el laboratorio sin previo aviso.

Al cruzar la puerta, mis ojos se posan en Emilia y Beatrice, quienes se encuentran absortas en sus propias tareas de arreglo. Mi repentina aparición parece sorprenderlas, pero una sonrisa cálida y genuina se dibuja en mis labios, disipando cualquier inquietud que puedan haber sentido.

—No importa si se esconden, siempre las encontraré —afirmo, mi mirada firme se encuentra con las suyas, transmitiendo mi determinación—. Quiero hablar con ambas, aquí y ahora.

Ambas asienten en respuesta, se acomodan en la cama, y yo me mantengo erguido. Una extraña pero reconfortante sensación se agita dentro de mí, algo que no había experimentado en mucho tiempo.

—Marco —Beatrice capta mi atención al tocar su pecho y cerrar los ojos con una sonrisa enigmática—. ¿Puedes sentirlo?

Me quedo momentáneamente desconcertado, pero mi atención se centra en sus palabras y gesto. Mi mirada busca respuestas en su expresión, y antes de que pueda formular una pregunta, continúa.

Re:zero SC| Empezando la Vida como un Ingeniero desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora