La Dualidad del Destino Capítulo 3

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Todo Cambio Requiere una Chispa.

Emilia se coloca frente a mí, desde el suelo mientras yo la observo desde la tarima. Aunque está arreglada como siempre, con su peinado característico y su ropa impecable, percibo un cambio. Sus ojos. Sus ojos ya no reflejan una creciente melancolía.

Las personas se sorprenden al verla, creando una tensión aún mayor en el ambiente. Quizás piensan que, de alguna manera indirecta, ella es responsable de esta tragedia. Muchos perdieron la vida, pero a ella no le ocurrió nada.

Sin embargo, la mirada de Emilia parece estar ajena a esos juicios. Sus ojos están fijos en algo más, algo que ni siquiera yo puedo comprender. Con la espalda erguida, me lanza una mirada decidida, desentendiéndose de las expectativas a su alrededor. Entonces con un tono lleno de emoción y expectativa. Pregunta Emilia:

—¿Puedo subir? —Emilia me regala una leve sonrisa, transmitiéndome la certeza de que no hay nada de qué preocuparse. Algo ha ocurrido, algo ha cambiado en ella. No sé si fueron mis palabras, mis acciones o un giro del destino, pero puedo percibir una transformación en su ser.

—Son tu gente, al final del día, eres tú quien toma la decisión —respondo en un tono sereno y reflexivo. Me dirijo hacia los escalones de la tarima y ella los asciende a su vez. En ese instante, nuestras manos se encuentran y nuestras miradas se entrelazan, llenas de complicidad. Sonreímos el uno por el otro.

Contemplarla de esta manera me hace creer que no todo ha sido en vano, que si puedo ayudar, entonces cada esfuerzo ha valido la pena.

—Me alegra que hayas llegado —le digo sinceramente. La presencia de Emilia aquí demuestra que también desea avanzar, que desea superar la adversidad.

—Sí, aunque aún estoy triste, aunque sienta ganas de llorar sin cesar. Debo hacerlo por las personas que quiero proteger, ¿verdad? —Emilia me sonríe con determinación, mostrando su fuerza interior.

—Sí —respondo con firmeza.

Emilia sube a la tarima y me entrega su espalda, preparándose para enfrentar su primer gran desafío. Aunque ha cometido errores y ha pagado un alto precio por ellos, ahora está aquí, enfrentándose a sí misma y buscando la redención.

Desde mi posición, puedo observar cómo sus piernas tiemblan, cómo su cuerpo se tensa, anhelando huir. Sin embargo, se mantiene firme, sin retroceder. En ese preciso momento, Puck aparece de la nada y se posa en mi hombro, acompañándome en esta trascendental escena.

—Le advertí que lo tomara con calma —comenta Puck con un tono de complicidad.

—Por el contrario, creo que esto es exactamente lo que ella debe hacer —respondo mientras dirijo mi mirada hacia Emilia, quien ha girado su cabeza para observarnos.

Emilia nos contempla a ambos con una expresión ligeramente temerosa. Puck y yo nos miramos entre sí antes de sonreír y, con un impulso compartido, gritamos al unísono, dejando escapar nuestras voces llenas de aliento y apoyo.

—¡Tú puedes! —exclamamos con una voz llena de fervor y determinación. Emilia, al escuchar nuestras palabras, ilumina su rostro con una sonrisa radiante y gira la cabeza hacia la multitud expectante del pueblo.

Todos aguardan con ansias sus palabras, una mezcla de molestia y gratitud palpita en el ambiente. No sé si fue lo que les dije o lo que expresé anteriormente, pero hasta ahora no han actuado de forma precipitada. Emilia, entonces, se dispone a hablar, su voz resonando con fuerza y convicción.

—Yo provengo del bosque de Elior. He permanecido atrapada bajo el hielo durante incontables años, sobreviviendo a duras penas en solitario. Todo mi pueblo quedó congelado en el hielo, y así me encontré, completamente sola —declara Emilia, deteniendo su discurso para girar hacia mí.

Re:zero SC| Empezando la Vida como un Ingeniero desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora