Las Sombras del Destino: Capítulo 27

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Las Sombras del Destino.

En todos mis años de experiencia, puedo afirmar con certeza que el Roswaal que ahora enfrento no guarda ninguna similitud con el retratado en la novela.

De hecho, al principio, ya no era la misma persona que creí conocer.

Mis manos se tensan, incapaces de concebir una respuesta coherente. En este momento, me resulta imposible comprender a Roswaal L Mathers.

—Este mundo es un fracaso, pero su reconstrucción no cambiará nada. La raíz del problema no eres solo tú, sino la existencia misma. —Roswaal dirige un gancho hacia mi rostro, pero justo cuando intentó esquivarlo, una patada sorpresiva me hace retroceder.

Escupo al suelo, mi estómago ardiendo con intensidad. Al ver que Roswaal se acerca de nuevo, doy un salto hacia atrás, incapaz de prever sus próximos movimientos. Mi cuerpo me pesa, mi corazón me duele.

—Solo se me ocurría intentar resolverlo por mi cuenta. —Roswaal avanza nuevamente hacia mí; cuando está a punto de golpearme, detengo su puño con rapidez, nuestros ojos se encuentran en un duelo silencioso.

«Se está conteniendo, pero puedo aprovecharlo».

Necesito una distracción para que Ram pueda intervenir.

Sus palabras están cargadas de un veneno que se enreda en el aire, una toxicidad que no necesito en este momento crítico.

—El libro de la sabiduría erró, por eso supe que la Echidna de este mundo es una falsificación. —Entiendo, ya lo entiendo. Entonces desde un principio, desde esa muerte que sucedió cuando intenté confrontarlo.

«Ya lo sabía, que yo no era quien debía venir».

—Mi amor es hacia la verdadera, por eso debo obtenerla. —La mirada de Roswaal ya no está presente; parece estar enfocándose en un horizonte más allá de nuestra realidad—. Sé que la complaceré cuando vea todo lo que he hecho; le daré exactamente lo que desea.

—¿Tu alma vieja y podrida? —Sonrío, pero él parece decidido a mantener el silencio.

Roswaal avanza con furia desenfrenada, intentando asestarme un golpe certero. Con destreza, me deslizo hábilmente a un lado, evitando su puño que corta el aire con violencia.

—¡Mierda! —mi pierna flaquea, haciéndome arrodillar. Roswaal se abalanza hacía mí, sin embargo, lo veo: La figura imponente de Garfield, quien se aproxima con la determinación de un depredador en plena caza.

Roswaal gira para ver a Garfield, y yo no pierdo la oportunidad.

En un instante mi pierna se eleva con precisión, dirigiéndose a su nuca. Sin embargo, soy recibido por un choque eléctrico en todo mi cuerpo. Siento que algo se quiebra, y cuando me doy cuenta esto tirado en el suelo.

—Eres solo un error, no deberías esforzarte. —Roswaal se limpia el codo con el cual se defendió. Este se acerca, y yo tomo su mano para detenerlo—. No puedes tocarme.

Un impacto brutal se estrella contra mi rostro, haciéndome soltar la mano que tenía en Roswaal. La sangre fluye de mi nariz, tejiendo un patrón carmesí que cae de su mano.

—¡Muere! —Garfield, sin titubear, se lanza con fiereza hacia Roswaal, su rodilla transformándose en un ariete que se incrusta con violencia en el rostro Roswaal.

Roswaal retrocede un píe, pero en ese mismo instante.

—¡FURA! —un remolino eleva a ambos por los aires, Garfield sale disparado hacía el cielo, mientras yo me mantengo en el suelo, imponente.

Re:zero SC| Empezando la Vida como un Ingeniero desde CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora