9. Me vuelves morboso

11.9K 285 16
                                    

⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️

Pasaron diez minutos desde que mandé a Leyla al baño de profesores por aquella "situación" que se me dio. Quería ser paciente y tomarme el tiempo necesario para que nadie sospeche nada.

El proceso fue algo incómodo y raro, pero logré llegar sin problemas al baño luego de atravesar los pasillos cubriéndome el bulto con el portafolio discretamente (aunque no sé si salió tan discreto). El baño estaba completamente vacío y todos los cubículos abiertos, a excepción del último, que era donde se encontraba Leyla.

Di un par de toques en la puerta para que entienda que era yo y me permitió la entrada, dejándome verla sentada sobre la tapa del inodoro. Dejo el portafolio en el suelo apoyándolo en la pared y cierro con seguro para mirar a Leyla, que ya tenía su vista en mi bulto.

— Te queda claro que esto es sólo por hoy y no volverá a suceder, ¿verdad? —ella me miró a los ojos.

— Me queda muy claro.

Sus palabras no me generan confianza, siempre siento que ella trama algo, pero no puedo pensar en eso ahora. Necesito terminar con el asunto lo más rápido posible para que ambos volvamos a nuestras actividades.

Tomo aire y me acerco a Leyla que abre mi pantalón, teniendo el bulto de frente, cosa que pareció aumentar sus deseos por como me bajó el bóxer de inmediato. Mi erección rozaba con sus labios y mis nervios sólo empeoraban la elevación. Sus manos sujetan mi miembro y lo levantan para poder humedecer el tronco con su lengua estirada como si se tratara de una paleta.

Leyla lleva su boca a la cabeza y empieza a chuparla con intensidad, mientras sus manos masajeaban el largo de mi pene, aumentando la rigidez. Busco dejarme llevar por la situación y comienzo a acariciar el cabello de Leyla indicando que estaba haciendo un buen trabajo, cosa que la provocó y la llevó a meter todo mi miembro en su interior, obligándome a jadear, pero intento callarme mordiendo mi corbata para no ser descubiertos.

El calor de su boca comienza a sentirse con detalle y ella mueve su lengua minuciosamente procurando ensalivar cada parte de mi pene a lo que mordí con fuerza la corbata evitando hacer ruido, pero algunos gruñidos o suspiros se me escapaban. Leyla comienza a chupar con rapidez y agarra mi pantalón para acercarme todavía más, facilitando la lamida y haciéndome sentir la punta chocar con su garganta, que sorprendentemente no le causaba arcadas.

Ella toma un descanso y se aparta para relamer la saliva que estaba cayendo de su boca para volver a chupar mi miembro con una desesperación que me hizo gemir y sentir un leve temblor en la pelvis. Corrí los mechones de cabello que cubrían su rostro y llevé las caricias a pequeños empujones para ayudar a que Leyla pueda meter más en su boca a lo que alzó su mirada llena de deseo a la mía, provocándome como una zorra.

Llevé mi mano a la zona trasera de su cabeza y mantuve quieta a Leyla para moverme por cuenta propia, dando severas penetradas a su boca que la hicieron cerrar los ojos con fuerza y aferrar a mi pantalón, dejando salir diminutos gemidos que me endurecían más el miembro y provocaban a moverme más rápido.

Al rato, Leyla comenzó a sentirse ahogada y sus mejillas se tornaron rojas con facilidad, dándome algo de ternura por como intentaba aguantar las embestidas. Dejé caer la corbata de mi boca para poder jadear con más libertad y sujeté el cabello de Leyla para tirar de él, obligándola a echar su cabeza hacia atrás y permitiendo más acceso a su boca.

— Quédate quieta —le ordené al sentir cómo buscaba soltarse de mi agarre.

Noté que ella estaba insultando en su interior por lo que se me escapó una risa y aumenté la rapidez de las penetradas haciendo a Leyla jadear gracias a la falta de aire, a lo que me apiadé y me aparté dejándola respirar. Ella soltó una pequeña tos y se limpió la saliva de los labios.

Aumento de notaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora