1. La peor idea que pude tener

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⚠️ Este capítulo puede contener escenas explícitas. Se recomienda discreción ⚠️

Soy pésima en la escuela.

Al estar sentada junto a mis amigas suelo hablar demasiado en clase, lo cual no es nada bueno para mi rendimiento en las clases. Me da flojera hacer las tareas, sobre todo estudiar. Incluso si la materia me parece interesante no me gusta hacer nada. La escuela se me hace algo muy ridículo, por lo que sólo voy para estar con mis amigas, Emily y Ana.

Mi papá no está al tanto de mis notas por lo ocupado que está en su trabajo, así que me salvo de ser regañada, pero tampoco lo trato de tonto, debo decirle si repruebo un examen.

Con los profesores no tengo buena reputación. No es que soy rebelde, soy vaga. Ellos dicen que tengo "potencial" y que solo tengo que ponerle ganas al estudio (algo absolutamente ridículo) pero bueno, no puedo darles la contra.

El único profesor que me hace la vida imposible es el de Historia, una de las PEORES materias del mundo. ¿A mí por qué carajos me interesa saber del pasado de mi país? ¿De qué me sirve saber sobre la Primera Guerra Mundial si ya pasó? Además, el profesor es un malhumorado asqueroso que apenas sonríes te manda con la directora por mal comportamiento.

Cada vez que ese profesor entra al salón todo se vuelve tétrico y callado, el ambiente es muy tenso e incómodo. Todos le temen al profesor Kelly, su semblante es tan serio que cuando te mira sientes que puede ver tu peor defecto, y sus ojos son tan oscuros como si tuviera al Diablo en ellos. Ese tipo aterra.

Y ahora tengo su ridícula materia.

— ¿Qué clase sigue? —le pregunté a Emily rayando la mesa con el lápiz.

— Historia —respondió acomodando sus cosas en el pupitre para que esté más ordenado, y yo suspiré exhausta de tan solo pensar en la materia.

— Qué porquería.

En el exacto segundo que dije esas palabras el profesor Kelly entró al salón enmudeciendo a todos los estudiantes, que se acomodaron en sus asientos en un cerrar y abrir de ojos. La tensión se sintió al instante, el ambiente se puso tan tenso que los pasos del profesor resonaban contra la madera del suelo por todo el salón. Se fue a sentar al escritorio dejando su portafolio sobre éste para sacar sus útiles, y habló.

— Saquen una hoja y un bolígrafo. Hay examen —todos se mostraron sorprendidos por esto y quisieron quejarse, pero sabiendo cómo es el profesor no pudieron decir ni una sola palabra.

— Profesor —llamó un estudiante alzando su mano.

— Es examen sorpresa —se adelantó a decir— Quiero ver quiénes pusieron atención a las clases y quiénes no.

El estudiante bajó su brazo demostrando que su pregunta había sido contestada, y al rato todos guardaron sus cosas, a excepción de lo que pidió el profesor Kelly.

La primera hora de clases fue puramente dedicada a aquel examen sorpresa. Por supuesto tuve que hacerlo, aunque no respondí nada. En la segunda hora dio clases normales y luego ya era receso, pero cuando todos salieron el profesor me detuvo.

— Leyla, quiero hablar contigo —su voz ronca causó un escalofrío en todo mi cuerpo, ya imaginaba que estaba en problemas por haber dejado la hoja del examen en blanco, pero tomando coraje me dirigí a él.

— ¿Qué sucede? —intenté sonar tranquila por más que tenía tantos nervios que sentía náuseas.

Ya lo dije, el profesor Kelly aterra. Estar frente suyo te hace sentir insegura, pequeña y débil.

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