Prólogo

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Detallo cada parte del rostro del hombre frente a mí, el cual sigue profundamente dormido.

Mi esposo

Ahora si, puedo decirlo abiertamente, Mi esposo, solo mío.

Si tuviera que vivir de nuevo todo lo que he vivido, sufrir todo lo que he sufrido pasar cada obstáculo que he vencido, lo haría, sin duda, una y mil veces, porque valdría la pena si al final del camino te voy a encontrar a ti

Mi dio greco

En poco tiempo te has convertido en mi soporte en la tierra. Y hemos llegado a un punto sin retorno.

El punto en el que nuestras vidas han quedado completamente unidas ante la ley, pronto todos sabrán que eres mío y que yo soy completamente tuya.

Nisiquiera se en que momento me conquistarte, pero paso, y es solo contigo con quien me he atrevido a soñar un futuro porque ya no lo imagino sin ti.

—Pareces acosadora mirándome tan fijamente piccola.—Su voz ronca de recién despertado mezclada con su sexy masculinidad me saca de mis pensamientos.

—No es mi culpa, sino tuya por ser un dio greco.

Sonrío, deposita un beso en mis labios pero no dejo de sonreír porque el también lo hace.

—Buenos días esposa

—Buenos días esposo

Besos Con Sabor ItalianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora