Besos Con Sabor Italiano

Extra 2 San Valentin 💗

Jadeo entre sus labios sin poder evitarlo, el deceo se hace más evidente entre nosotros y sus manos en mi trasero solo aumentan los estragos en mis bragas.

Un estruendo nos saca de nuestro momento de lujuria y deceo, haciéndome retroceder un poco, las luces de la caja metálica se apagan y todo queda en silencio y en total tranquilidad.

-¿Que acaba de pasar?-Pregunto.

-Parece que la caja metálica nos quiere ver follar piccola.-Eso me hace sonreír.

-Y quienes somos nosotros para negarle ese deceo de San Valentin dio greco.

Eso es suficiente para que nuestros labios vuelvan a juntarse con desesperación mi lengua se abre paso entre sus labios para juguetear con la suya, mi respiración se vuelve totalmente erratica, muerdo su labio inferior y no puedo evitar sonreír aún mordisqueandolo cuando gruñe. Una de sus manos baja hasta llegar a mis muslos, donde mi vestido termina, su mano vuelven a subir por mis muslos hasta llegar hasta la fina tela de encaje de mis bragas las cuales hecha a un lado y sus dedos se abren paso hacia mis húmedos pliegues.

-¡Pero que mojadas estas nena!-Su voz ronca por el deceo solo aumenta mis ganas de sentirlo dentro de mi.

Me doy la vuelta quedando de espaldas hacia el, apoyo mis manos en una de las esquinas de la caja metálica, se siente fría, o tal vez yo soy la que está demaciado caliente en estos momentos.

Siento como levanta suavemente la tela del vestido dejando al aire mi trasero, pero no me importa.

Su mano se estrella contra el mismo, haciéndome jadear por el placer, pasan algunos segundos antes de sentir la punta de su polla en mi centro, la remueve torturandome y dándome ganas de más.

Sabe perfectamente como provocarme.

Y lo hace malditamente bien.

Entra en mi de una sola estocada antes de llenarme de salvajes pero firmes embestidas que me hacen gemir por lo alto sin importarme quien me escuche.

-Eso es nena, gime para mi piccola.

El que me hable en Italiano en estos momentos solo empeora la humedad en mi interior, y como si fuera un incentivo para mi, gimo más fuerte y eso hace que sus embestidas descomunales se vuelvas más fuertes y extravagantes llevándome al límite de lo que puedo sentir.

-¡Ahh!-El orgasmo llega pero no me es suficiente, quieri mucho más.-¡Más..!

-Como mi piccola quiera.

Vuelve a entrar y salir de mi esta vez con más intensidad, lleva sus manos a mi cintura y por inercia comienzo a moverme también en busca de mucho más placer, escucho sus gruñidos a mis espaldas y sineto una pequeña mordida en una de mis redondas nalgas, no se en que momento lo hizo pero solo me enciende más.

Siento sus músculos contraerse y sus embestidas se vuelven más salvajes, encaja sus cortas uñas en mi piel desnuda pero no me molesta en absoluto, se tensa, dejándome saber que esta llegando al orgasmo y yo siento estar llegando al clímax una vez más.

Los gemidos continúan tanto suyos como míos y es lo único que logramos escuchar a parte del sonido de su piel chocando con la mia al ritmo de sus estocadas tan jodidamente excitantes para mi.

No soy realmente consciente, ni me doy cuenta en que momento el elevador se abrió haciendo que ya no estemos solos hasta que escucho la voz de alguien frente a nosotros.

-¡Oh Por el amor del infierno!-Las embestidas se detienen justo rn el momento en el que iba a tener mi orgasmo dejándome frustrada, los gemidos se convierten en silencio de forma grotesca, nuestra atención se vuelve hacia la persona que acaba de hablar, la cual es Fabiana.-¡Malditos degenerados!