Capitulo 24

5.3K 217 26
                                    

Tiffany

Me sobresalto al escuchar gritos, que vienen desde afuera, pero lo que más me llama la atención es que no son voces desconocidas, si no más bien..

Mierda

Qué no sea lo que estoy pensando.

Me asomo por una de las ventanas cristalizadas que tiene mi habitación, veo como lo que imagine que pasaría, esta pasando justo ahora.

Domenico

Golpeando a Klaus.

Nisiquiera lo pienso antes de salir corriendo de la habitación hasta afuera, estoy a punto de llegar a la entrada de la casa, mejor dijo a la salida en este caso, cuando escucho un disparo que hace que mi corazón lata aún más fuerte. Sigo corriendo hasta llegar afuera.

Veo como Domenico acaba de dispararle en la pierna a Klaus, lo maldice de todas las maneras posibles, ya sea en su idioma natal o español, Klaus sólo hace muecas de dolor por su pierna herida, pero no se queja.

Los gritos de Domenico es lo único que se escucha por el lugar. Me quedo quieta un momento muy cerca de ellos pero ninguno se da cuenta de mi presencia.

—¡Maldito hijo de puta!!—Especta Dom.—¿Cómo pudiste cabron??—Niega.—Confíe en ti para que la cuidaras, y Qué hiciste maldito hijo de...—Hace una pausa, mientras pasa una de sus manos por su cabello el cuál está completamente desordenado, su otra mano tiene la pistola con la cuál le disparo a Klaus hace un par de minutos, Klaus sigue de pie, avergonzado de todo, supongo que cree que se lo merece.—Te la follaste, maldito infeliz.—Lo mira con odio.—Pagarás lo que has hecho.

Domenico levanta su arma, apuntando hacia la cabeza de Klaus, nisiquiera se inmuta en pedir perdón.

Sin dudarlo voy hasta donde están y me coloco en el medio de ambos, el arma de Domenico toca mi frente, él se sorprende al verme, se aleja un poco de mi, pero el arma sigue en la misma posición.

—Tiffany quítate.—El enojo y furia que lo poseen esta más que teñido en su voz.—¡Es una orden maldita sea!!

—No voy a quitarme, no permitiré que hagas algo que no es justo. No vas a matarlo.

Se rie secamente.

—¿Tanto te gusta ese idiota Tiffany? ¿En serio?

En realidad me gustas tú Domenico.

Te amo a ti.

Pero no te lo voy a decir.

No es el momento.

—¿Estás loco?—Niego.—Haber.—Garraspeo mi garganta antes de comenzar a hablar.—¿Por qué lo quieres matar?—Inquiero.—¿Por qué se embriago conmigo? ¿Por qué follamos estando ebrios?—No dice nada.—No te entiendo Domenico, de verdad, tu y yo no somos nada, te lo aclaro, que hallamos follado una noche en la cuál ambos estábamos más que ebrios no te da ningún punto derecho sobre mi.

Aunque el hecho que te ame si te lo da.

Ignorando ese pensamiento continuo con mi explicación.

—Que ahora si mi memoria no me falla, fue lo mismo que pasó con Klaus, no puedes controlar lo que hago o deje de hacer con quién quiera solo porque te deba mi vida, o porque me confesaste tus sentimientos hacia mí, eres un maldito machita engreído que piensa que todo el mundo gira a tu alrededor. Si dices que sientes algo por mí y le haces algo a Klaus, te aseguro.—Hablo con firmeza.—Que no me vuelves a ver en tu vida.

Miro a Klaus que se encuentra exactamente en el mismo lugar.

—Vete Klaus.

—Señora...

Besos Con Sabor ItalianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora