Besos Con Sabor Italiano

Capitulo 20

Por fin terminó la sesión de fotos, miro la pantalla de mi celular para ver la hora y son las 12:40 de la madrugada, la sesión se extendió más de lo previsto pero por fin ya he terminado. Subo en mi amado bebé nuevo, lo enviendo y el motor ruge dándome la bienvenida a él.

—Mamá también te extrañó bebé.

Piso el acelerador y salgo de la playa, nuevamente aceleró hasta el fondo para llegar cuanto antes a la casa, quiero dormir.

¿y si mejor no duermo?

Tengo una idea mejor...

Agarro mi celular con una sola mano y lo desbloqueo, busco entre mis contactos el número de Laura y marco. La he tenido muy descuidada últimamente.

Demora en responder pero fi aumente lo hace.

—¿Qué?—Dice con voz ronca y de mal humor.

—¿Te desperté cariño?—Digo fingiendo inocencia.

—Eres una perra, a caso no ves la hora que es.—Chilla de indignación.

—Cierra el pico y vístete que vamos a salir.

—¿A donde? Espera..¿Donde estas a estas horas?

—Vengo de una sesión, lo importante aquí es que nos vamos de fiesta.

—Ok, me voy a arreglar.

—Nos vemos en cinco cagna.

Sigo conduciendo y me salto varios semáforos, pero no me importa. Ya después me las arreglo con Domenico.

Llego a la casa en un tiempo récord, si estuviera en una carrera fácilmente habría ganado.

—Ups, creo que Klaus se quedó atrás de nuevo.—Me río por lo bajo al no ver su camioneta.

Entro a la casa y mientras camino a la habitación agarro mi teléfono para llamar a Noah.

—Diga.—Dice cuando por fin contesta la voz soñolienta de ella.

—Hora de despertar bella durmiente.

Aunque no la estoy viendo ahora mismo podría jurar que esta con cara de incredulidad.

—¿Qué? No me lo puedo creer.—Dice.—¿Estas drogada o algo así Tiff? Porque no se si te has dado cuenta de la hora, son casi las dos de la madrugada.

—Si, se perfectamente que hora es y por ende te vas a ir con tus hermanas mayores de otro ADN de fiesta.

—Definitivamente estas drogada.

—Por qué en ves de suponer que estoy drogada no te arreglas y traes tu culo a la dirección que te voy a enviar, o en todo caso te vamos a buscar, tu decides linda.

La escucho bufar.

—Sabes que estaba en medio de un sueño muy caliente.

Juraría que esta rodando los ojos.

Me detengo en la puerta de la habitación de Laura, intento abrirla pero esta cerrada.

—Como sea, espero que valga la pena, sino me tendrás que dar tu colección de vibradores.

—Más respeto a tu hermana mayor.—Finjo indignación.—Igual podría darte mi colección de vibradores, ya que no me dan placer alguno.

Gracias a cierto italiano idiota que conozco.

Suelta una carcajada ante mis palabras.

—Apuesto lo que sea que eso es culpa del que te tiene aquí en Italia.