Besos Con Sabor Italiano

Capitulo 7

Tiffany

—Sabes que harías buena pareja con el italiano.—Me suelta de golpe Laura.

—¿Qué?—Es lo único que sale de mi garganta.

—Es más que obvio que le gustas y a ti.—Me sonríe maliciosamente.—No te es indiferente.

—No sé de que me hablas.—Bufo.—Digo es cierto que parece un Dio greco pero eso no significa...—No me deja terminar.

—Fóllatelo y ya.—Dice con simpleza.

Aunque no es mala idea.

Ustedes se callan.

—Deja eso en serio.—Dije de mala gana.

—Bien, ya que.—Hace una pausa un segundo.—¿Y si vamos a un bar?—Me mira inocentemente.—Tenemos que celebrar que estamos aquí.

—Es de las mejores ideas que has tenido amiga.

—Siempre tengo buenas ideas.—Sonríe con arrogancia.—Vamos a arreglarnos.

...

Pasamos alrededor de una hora y media arreglandonos pero por fin estamos listas y camino a un club que nos recomendó el taxista.

Laura trae puesto un vestido negro con brillos, con un escote en forma de V y tirantes, pegado al cuerpo dejando bien marcadas sus curvas, bastante corto por cierto. Mientras que yo opté por un vestido gris con brillos, de tirantes también, un escote en forma de V que deja mucho que ver, extremadamente corto, más que un vestido es un pedazo de tela, juraría que se ve la punta de mis nalgas, además de un corte en mi pierna derecha que llega hasta mi sintura dejando mucho a la vista. Es tan destapado que no pude ponerme bragas.  Los zapatos de ambas son del mismo color de nuestros vestidos haciendo juego perfectamente con ellos.

Llegamos al club por fin y después de pagarle al taxista entramos en el inmediatamente notamos el ambiente candente y sexual, hay muchas parejas bailando, otras teniendo sexo. La luz roja que alumbra el lugar le da un toque placentero a este. Caminamos hasta la barra del bar para pedir nuestros tragos, un hombre desnudo de la cintura para arriba nos atiende. Miro detalladamente todo su cuerpo, el cual esta bastante definido, me recuerda a los stipers.

—Un vodka para mi.—Dije.

—Para mi también.—Dice mi amiga.

—Enseguida hermosas.—Nos guiña un ojo el chico que nos atiende.

Observo el lugar y veo que hay un segundo piso en el que no hay tanta gente como aquí abajo, imagino que ese segundo piso es para los clientes VIP.

Nos dan nuestras bebidas y ambas nos la bebemos de una sola vez y pedimos otra. Cuando nos la entregan hacemos lo mismo.

—A este paso estaremos super ebrias.—Dice Laura cuando ya vamos por el cuarto trago que nos bebemos de una sola vez, la garganta me arde pero lo ignoro.

—Vamos a bailar.—Dije y caminamos hacia la pista de baile, comencé a mover mis caderas al ritmo de la música en un tono sensual, noto algunas miradas tanto de hombres como de mujeres pero no presto atención.

Después de bailar por un rato siento la garganta seca, veo que Laura ya no está conmigo, sino en la barra bebiendo como loca. Pasa un camarero por mi lado con una bandeja y un trago de vodka sobre esta, sin decir nada agarro el trago y antes de que intente detenerme me lo bebo de una vez.

Comienzo a escuchar al camarero auejarse pero lo ignoro y me doy la vuelta para caminar hasta la barra.

—Ese trago era mío.—Dice una voz detrás de mi haciéndome que deje de caminar, me doy la vuelta lentamente para encontrarme con un par de ojos oscuros.