Capitulo 3

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Tiffany

Han pasado un par de días desde lo de las flores, todo ha estado muy tranquilo, Laura y yo no hemos vuelto a ir a ningún bar y el dolor en mi pie ha disminuido enormemente, ya a penas siento alguna molestia de vez en cuando.

Estamos viendo una película, pero no cualquier película, la segunda parte de 365 DNI, acompañadas por palomitas de maíz, chocolates, helado y claro vatidos. Cuando vemos películas nos lo tomamos muy en serio.

Empieza con una escena de sexo salvaje, siento un pequeño hormigueo en mi interior mientras observo la escena, muerdo mi labio inferior y comienzo a sentir calor, trago salvia duramente al soltar un suspiro de placer ganandome la mirada confusa de Laura.

—¿Todo bien?—Me mira con el ceño fruncido, vuelvo a suspirar.

—Si, em, voy...Voy al baño.—Laura parece entender lo que me pasa.

—¡Diviértete!.—Me dice con la boca llena de palomitas.

Subo las escaleras y voy hasta mi habitación, camino con suavidad por ella hasta llegar a la mesita de noche, me agacho y con suavidad abro la gaveta donde hay un aparato muy placentero. Sonrío.

Agarro el aparato y me acuesto en la cama, la habitación está a oscuras. Enciendo el aparato y mi piel se eriza de solo escuchar el sonido que emite el aparato encendido. Paso el aparato vibratorio por mis pechos, haciendo que se pongan duros al contacto y la piel se me eriza aun mas, muerdo nuevamente mi labio, bajo despacio la mano que sujeta el aparato hasta mi ombligo, mientras que mi mano libre sigue acariciando mis pechos. Suelto un jadeo y la humedad en mi interior comienza a hacerse presente, continuo bajando el aparato hasta llegar a mis bragas, suelto un pequeño gemido de placer. Las bragas me estorban, las muevo a un lado con mi mano libre y el aparato se pierde en mi interior, hago va y ven lento, hasta que se hace insoportable y comienzo a subir la intensidad del aparato y el movimiento de mis manos, mi espalda se arquea ante los numerosos va y ven, sigo jadeando y se que estoy cerca del orgasmo por lo que sigo aumentando la intensidad, gimo fuerte cuando consigo mi orgasmo y la humedad de mi interior sale.

Retiro lentamente el aparato de mi interior y lo apago, me tomo un momento para recuperar el ritmo normal de mi respiración la cual esta agitada.

El tono de llamada de mi teléfono se escucha por la habitación, lo agarro y lo miro, es un número desconocido aclaro mi garganta antes de contestar.

—Diga.

—Es la señorita Lewis.—Dice una voz femenina.

—Si, soy yo.

—Le llamo de parte de la agencia del Sol.—Me levanto y me acomodo en la cama con la esperanza de que sean buenas noticias.—Nos dejó sus datos para una posible contratación.—Hace una pausa.—Lamentablemente no podemos contratarla, la agencia está llena...

Paso mi dedo del medio por la división de mis dos cejas, escucho las excusas que me pone la mujer, pero no le pongo atención.

—Entiendo no se preocupe, gracias por llamar.—Cuelgo la llamada, salgo de la habitación y bajo hasta el salón.

Me siento al lado de Laura quien mira a Massimo como si se lo quisiera comer.

—Y a ti que te pasa.—Me dice ella pero no respondo, solo le robo una rosita.—No me digas que esa cara de culo que tienes es porque el vibrador se quedó sin batería antes de que terminaras.—La fulmino con la mirada.—Es jodido, a mi me ha pasado.—Niego con la cabeza.

—Otra agencia me llamo dándome excusas ridículas.—Dije de mala gana.

—Bueno ellos se lo pierden. Ya llegará la agencia que sepa valorar el talento que tienes nena. Asique no te desanimes.—Golpea mi hombro, me quejo.—¡Arriba los ánimos!—Dice la miro con el seño fruncido y nos reímos, seguimos viendo la película.

Besos Con Sabor ItalianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora