A lo lejos una triste y afligida Annie observaba el cortejo fúnebre, la señora Elroy y demás familiares regresaban después del entierro, un día había pasado desde que vieron como Candy y Albert habían muerto, recién comenzaban a asimilarlo, Mark y su madre Katherine habían llevado muchas flores que recogieron del campo en una gran carreta con comida, era lo menos que podían haber hecho. Cuando Mark llegó a la mansión, John lo condujo al establo y bajaron todo lo que ahí encontraron e inclusive algunas mantas y una gran caja de madera, la llevaron cubierta de las flores y la comida. Por la noche la meterían dentro de la casa.
Habían llegado a la mansión de Escocia muchos de los Sires, gente del pueblo que conocían a la familia, amigos y conocidos, todos vestían de negro, Archie casi no hablaba y Stear se encontraba llorando. Cuánto habría dado ella porque la Hermana María y la Señorita Ponny la acompañaran, quizás hubiera sido menor el dolor que en esos momentos sentían, pero para que ellos llegaran demoraría un mes y según las leyes escocesas no podría permanecer ese tiempo ambos cuerpos sin conservar.
Era la quinceava vez que se miraba en el espejo, a su parecer estaba bien, sólo necesitaría llorar más, pero cómo hacerlo si no tenía por qué hacerlo, vaya idea de Annie y entonces se machucó otro dedo para llorar más, eso dolía menos que pegarse en alguna parte del cuerpo. Cuando acabara estaría más que lastimado, pero todo servía para ayudar a su gran amiga. La señora Elroy lo llamaba y tan pronto la escuchó, salió de su habitación para ir al establo.
- ¡Archie, Archie! - entró gritando la señora Elroy el nombre de su sobrino.
- Sí Tía Abuela, ¿qué sucede? - cuestionó Archie saliendo de su habitación.
- Ve con Annie al establo y me traen lo que Mark trajo, John está allí - ordenó la señora Elroy.
- Sí tía, en un momento volvemos - contestó Annie que apurada se extrañó por lo que tomando la mano de Archie salieron rumbo al establo.
- ¿Sabes lo que trae Mark, Annie? - cuestionó Archie al notar que ella no protestó ni nada por el encargo.
- ¡Sí, una gran sorpresa para todos! ¡Ven! - lo jaló después de decir eso.
- ¡Auch, suéltame, Annie! - pidió su amigo cuando él sintió que lo jalaba de más.
- ¿Qué sucede Archie...? ¿Te has lastimado todos los dedos? - cuestionó Annie cuando observó las magulladuras de las manos de su amigo.
- Era eso o pegarme en la cabeza, llorar sin motivo es difícil - atestiguó Archie haciendo muecas las cuales hicieron reír a Annie.
- Pero Archie, ¿te has vuelto loco? - apenas pudo articular la pregunta entre la risa que le sacó él.
- Después me regañas Annie, vayamos al establo... - Archie sonrió, era la primera vez que ella estaba ahí por voluntad propia.
- Sí vamos, ¡hola, Mark! - Annie saludó al chico que se encontraba dando de vueltas.
- ¡Hola, señorita Annie! Traje lo prometido, ayúdenme a quitar éstas flores de aquí - solicitó Mark y Archie no podía creer lo que veía.
- ¿Candy...? Candy, ¿estás bien?, ¡Candy, estás aquí! - gritó emocionado Archie, tomándole la mano y sorprendido por el gran bulto que era su vientre.
- Albert... - susurró Candy apenas en un hilo de voz.
- Sí mi linda niña, te llevaremos a él, sólo falta que anochezca y te meteremos a la mansión, ¿de acuerdo? - le informaba Annie, secándole la frente cuando de pronto se asustó.
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Pasión Africana
AventuraESTA HISTORIA COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL SON DE MI TOTAL AUTORIA, NO DE DOMINIO PUBLICO COMO ESTA ESTIPULADO, SI HAY ALGUNA DUDA, PUEDEN CONTACTARME Albert realiza su último viaje a África antes de tomar el puesto de Patriarca de la familia A...