- Es niña, Annie - respondió la rubia haciendo que los demás se sintieran contentos por oírla.
- ¿Usted se lo dijo? - cuestionó la señora Elroy intrigada.
- ¡Por supuesto que no! ¿Cómo voy a saber si es niño o mujercita? ¿De dónde lo saca usted, señora mía? - preguntó el médico curioso.
- De Aaminah, ella me lo dijo... la esposa de Amín, ella tuvo dos niñas y dice que la forma de mi vientre indica que será niña... - refirió la rubia tratando de explicarlo.
- Ah bien, pues entonces tendremos que esperar - resolvió el Dr. Robson, sonriendo ante esa explicación.
- Yo le creo Annie... pero ¿qué haces Annie? ¡Vas a ensuciar tu vestido! - exclamó la rubia preocupada al observar lo que su vestido sufriría si seguía sentada en el piso.
- No importa, compraré otro Candy y si necesito varios los haré, es más creo que me mandaré hacer varios de trabajo - le soltó ella sin darle menos importancia.
- George... - Candy lo llamó.
- No pudo venir querida, por eso vino Candy - respondió la señora Elroy.
- Quiero ver a George... - pidió la rubia sentida con él.
- Lo sabemos, pero si sigues diciendo eso herirás a Annie, ella quiso venir en su lugar - explicó atentamente observando a Annie que bajaba el rostro.
- No se preocupe tía abuela, está bien, finalmente George siempre ha querido a Candy como si fuese su padre - explicó Annie entendiéndolo todo.
- Lo siento... - se disculpó la rubia al verse reprendida por la señora Elroy.
- Candy, Candy - la llamó Annie preocupada porque ya no contestaba y cerró los ojos.
- Tranquila, se ha dormido... señora Andley, me ayuda, quiero sacarle el camisón y ponerle otro - explicó el médico.
- Por supuesto, traje unos... sí aquí están, tome estos... - la señora Elroy se retiró del camastro y comenzó a buscar la ropa que sacaba de una maleta de viaje.
- Gracias, señora revisaré a la señora Candice, si quiere puede esperar afuera - informó el galeno comenzando a acomodarse para levantar a la enferma.
- Tú Annie, aún eres una señorita y no es propio - la señora Elroy obliga a Annie a sabiendas que ella no se movería ni un ápice.
- No, no me iré hasta la noche - se atrevió a responder la morena.
- Bien, pues entonces vamos a desvestirla y después la revisaré - informó el médico levantando el torso de la rubia.
- De acuerdo - asintió la matrona levantándole el camisón hasta la cabeza mientras la señora Katherine tomaba el otro camisón y lo colocaba sobre su cabeza.
El Dr. Spencer, la señora Elroy y la señora Katherine comenzaron a desvestirla, la limpiaron y cambiaron para después cambiar las sábanas del camastro donde Candice se encontraba recostada. Annie trajo después la miel, manzanilla y la sábila que el médico solicitó una noche anterior a la señora Katherine y con ello el médico hizo una infusión mientras ella se limitaba a mirarla, el médico regresó a revisarla, buscaba algún desprendimiento de la matriz o del saco a causa de los golpes, pero no había nada, de alguna forma no había pasado nada.
- ¡Señora Candice...! - exclamó el médico sorprendido.
- ¿Qué sucede Dr. Spencer? - quisieron saber ambas mujeres.
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Pasión Africana
PertualanganESTA HISTORIA COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL SON DE MI TOTAL AUTORIA, NO DE DOMINIO PUBLICO COMO ESTA ESTIPULADO, SI HAY ALGUNA DUDA, PUEDEN CONTACTARME Albert realiza su último viaje a África antes de tomar el puesto de Patriarca de la familia A...