- ¿Quién es George en tu vida? ¿Quién es George en mi vida? Recuerda que ¡ya estás casada! – advirtió el rubio. ¿Por qué te ríes? – cuestiona William a Candice.
- William Albert Andley, ¿me estás gritando? – menciona Candice, compungida.
- ¡Eh, no! ¡Sólo te estoy preguntando...! – recalca Albert. ¿A dónde vas? – pregunta él enfadado al ver que su esposa no quiere contestarle.
- ¡Amin, Amín! – Candice comenzó a llamar al joven hindú, caminando hacia el comedor.
- ¿Qué sucede, señora Andley? – pregunta Amin asustado.
- ¡Albert me está intimidando! – ella acusa a su esposo haciendo reír a Amín. ¡Además me gritó! – Candice esconde el rostro en los brazos que extrañamente encuentra abiertos.
- Pero... ¡no hice eso! ¡Dime la verdad! ¡Exijo saberla! ¿Qué haces aquí, George? – cuestiona al ver que George aguantaba a reír.
- George, ¿preparado para correr? – cuestionó ella al extrañado mano derecha de Albert.
- Cuando usted me diga señora – George asintió.
- Uno, dos, tres... ¡Es tu suegro...! – confesó Candice y George que la ayudaba a caminar corrieron a la salita de té, encerrándose a piedra y lodo. Los demás se quedaron de una pieza sin saber qué decir... todos menos el que ya lo sabía, el padre de Annie.
- ¿No puedes hablar en serio? – cuestionó Albert al aire.
- Por supuesto que sí... - confiesa el señor Brigther dándole unas palmadas a la espalda de Albert.
- ¡Ay, Candy, en qué cosas te metes! – vocifera el hombre, no muy contento de que haya muchas personas y que además esté encerrada con George, ni que le fuese hacer algo.
- Así que nada de desplantes ni de correrlo – menciona el señor Brigther.
- ¡Abre esa puerta! – Albert grita enérgico.
- Dime, desde aquí te oigo muy bien... - responde Candice sonriéndole a George ante la cara que piensa que él estará haciendo.
- ¡Sal de ahí, señora Andley! – le advierte.
- No puedo, queremos seguir teniendo cuello – pero Candice no se va a dejar convencer.
- ¡No te voy a hacer nada...! – Albert le informa.
- ¿Y si le abrimos? – cuestiona George con sonrisa pícara.
- George, puedes retirarte, me haré cargo – ordena mientras abre y descubre que su esposo está recargado sobre la puerta.
- Si señor, señora – George hace una venia y se retira, haciendo que los demás hicieran lo mismo.
- ¿Cuándo ibas a decírmelo? – cuestiona Albert con mirada seria.
- Te lo estoy diciendo ahora... - resuelve confesar observándole el rostro.
- ¿Lo disfrutaste? – cuestionó.
- ¡Mmmm no! George ya te lo dijo, sólo fue un engaño para Lemarque – le dijo tajante, como si se lo estuviese contando a las chicas.
- ¿Segura? – vuelve a cuestionar, acercándose a ella y en un movimiento le tomo de la cintura y con posesividad buscaba sus labios.
- ¡Estoy segura...! – afirma la rubia observando ahora sus labios.
- ¿Muy segura? – vuelve a cuestionar el rubio.
- Por supuesto... Albert no podemos – respondió cuando sintió el avasallador beso de su celoso esposo.
- Solo es un beso... - la convenció él.
- Un posesivo beso, ¿estás celoso de George? – le cuestionó entre burla y no.
- ¿Tú qué crees? – pero Albert fue el que comenzó a cuestionar a su esposa.
- ¡Qué estás exagerando, por supuesto! – exclamó ella sin poder creérselo.
- Eres mi esposa, ¿cuál exagerando? – decidió refutar el rubio.
- Sigues exagerando, George es George, no es como Abahinn o Amin... - refirió la rubia, sin ver que tan molesto pudiera estar.
- ¿Quieres probarlos a los dos? – pregunta enojado.
- ¡Qué cosas estas diciendo! ¡Albert, eres absurdo! – y lo deja hablando solo porque ella muy enfadada se va.
- ¿De qué te ríes? – pero Albert que la conoce, la detiene y cuando se da la vuelta.
- De ti... - suelta haciendo que él que no le ha divertido su respuesta, la tome de la nuca y la besó.
Mientras en la cocina...
- George, ¿sabías que Candice vendría a verte? – cuestionó el señor Brigther.
- Eso esperaba, ya sabes cómo son algunos hombres con los celos, le dije a la señora que el joven William no iba a entenderlo – aseguró George un poco compungido.
- ¡Creo que ya lo entendió! – le aseguró el hombre cuando observaba como Albert encerraba a Candice en un posesivo beso.
- Eso esperamos...
Continuará...
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Pasión Africana
AventuraESTA HISTORIA COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL SON DE MI TOTAL AUTORIA, NO DE DOMINIO PUBLICO COMO ESTA ESTIPULADO, SI HAY ALGUNA DUDA, PUEDEN CONTACTARME Albert realiza su último viaje a África antes de tomar el puesto de Patriarca de la familia A...