Capítulo LI

3 0 0
                                    

Era de noche aún en un paraje poco conocido por miembros del tribunal y por el jeque Amín, se acercaron hasta donde la última vez lo habían hecho, Mickael se encontraba desorientado y sumamente herido del rostro. Amín se acercó a las rejas que servían de respirador para el preso y lo llamó muy quedo.

- ¡Mickael, Mickael! ¡Hey Mickael, despierta! - le susurraron los Sires.

- ¡Eh, estoy tan cansado...! - murmuró de forma ininteligible.

- Son Amir y algunos amigos - avisó Amín volteando hacia los demás.

- ¡Váyanse, los verán! De mañana no es buena hora para sacarme - respondió Mickael.

- ¡Está confundido! - soltó Amir que observaba como el joven apenas y podía respirar.

- Ha perdido la visión de la realidad - confirmó Sir Campbell arrastrándose hacia allí.

- Debemos quitar estos barrotes, ¿alguien tiene alguna idea? - preguntó a los ahí presentes.

- Sí claro, esto nos ayudará, átenla a los caballos mientras van a ver dónde se encuentran los guardias y otros busquen a Lemarque - ordenó Sir Agnew, quien estaba interesado en cerrar el nudo alrededor del fuste de la silla de montar.

- Bien - Sir Campbell y otros sires

- ¡Silencio ahí vienen! - avisó Amín quitándose de los barrotes.

- ¡Cúbranse! - avisó Amir al mismo tiempo haciendo que los demás se cubrieran.

- Veamos Sir Buchanan, ¿ese es su sobrino? - cuestionó Lemarque que entraba a la habitación donde se encontraba Mickael atado por las manos y muy lastimado.

- ¿Realmente piensa que lo puedo identificar? - devolvió el cuestionamiento ya que su sobrino se encontraba en un estado muy deplorable, ¿qué era lo que pensaba Lemarque? ¿Que iba a ayudarlo a matar a un Buchanan? ¡Pues estaba muy equivocado!

- ¿Es su sobrino sí o no? - re cuestionó Lemarque dudoso de que le estuviese diciendo la verdad.

- ¡No tengo idea, está desfigurado! ¿Cómo puedo saber si lo es? - cuestionó ahora haciéndose el loco.

- Bien, dejemos entonces que se le desinflame el rostro, por lo mientras estará confinado aquí y no podrá salir a ningún lado - le informa Lemarque sonriendo. Bien, vámonos - Lemarque lo jaló.

- ¡Vamos, espere, parece que tiene algo aquí! - Sir Buchanan se acercó a Mickael.

- ¡No tiene nada, solo sangre...! - refiere Lemarque como si los golpes del rostro fueran insuficientes.

- Mickael hallaré la forma de sacarte de aquí, ¡espérame! - advirtió Sir Buchanan muy cerca del oído de su sobrino.

- ¡Andando! - Lemarque empujó a Sir Buchanan.

- ¿Qué sucede? - preguntó Sir Campbell que se arrastró hasta donde se encontraba el jeque Amín.

- Su tío quiere sacarlo, Amir sígueme, veamos a donde conducen a Sir Buchanan - dijo Amín.

- ¡Sí señor, vamos! - Amir accede y camina detrás de su jefe.

- Ustedes vean si pueden sacar estos barrotes de aquí - sugiere Amín antes de irse.

- ¡Sí señor, adelante muchachos, comiencen a tirar! - pide Sir Campbell cuando Amín y Amir se han retirado de ahí.

- ¡Vamos, jalen... todos ayuden! -los demás sires piden que todos ayuden al caballo de Sir Campbell haciendo que los barrotes comiencen a salirse de donde se encuentran colocados.

Pasión AfricanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora