Capítulo XLIX

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- Hola Abahinn, te llegó este telegrama de Escocia - saludó Terry dándole un sobre y colocándolo sobre las manos.

- ¡Terry, buen día! - saludó de vuelta dándole esta vez una palmada en la espalda.

- ¿No dormiste? - cuestionó Terry al verlo cómo bostezaba.

- ¡No, algo me tiene inquieto y no sé qué es! - soltó Abahinn sonriendo.

- ¿En serio? Veamos ¿qué noticias tiene ese telegrama? - suspiré al mencionarlo, Terry ansiaba noticias de alguien en Escocia

- No es un telegrama, es un recado de mi padre. Vamos Terry tenemos que caminar - Abahinn lo apuró.

- ¿Qué sucede? - cuestionó Terry rápidamente.

- Me quiere ver en casa lo más rápido posible - mencionó tomando su saco y colocándoselo cuando se dirigía a la puerta de salida de la mansión.

- ¿Qué sucede? - volvió a preguntar.

- Tenemos noticias de Escocia, el Rey Jorge V lo ha mandado a llamar - refirió y comenzó a dar las zancadas más grandes.

- ¿Por qué? ¿Le ha pasado algo a Candy? - quiso saber, comprendiendo que esto era una sorpresa para él.

- No lo sé, por eso vamos a ver a mi padre - soltó y lo invitó con un brazo en el aire.

- Vamos - Terry se animó a ello.

Al mismo tiempo, cerca de la Posada The Cave of Rumpelstinski, Candy solicitaba descanso por unos días e inventó que tenía un ligero dolor en el vientre por lo que decidieron pasar casi una semana allí.

- ¿Cómo está Candy, Mickael? - cuestionó un Albert muy preocupado.

- Mal, tiene al bebé atravesado - refirió el médico agarrándose la nuca.

- ¿Estará bien? - cuestionó Sir Borthwick.

- No, debe descansar, tenemos que esperar a que el bebé se acomode en vertical - comenzó a platicar.

- ¿Lo crees así? - preguntó ahora fue Lady Beagen y Albert.

- Sí, si quieren que el bebé esté bien, debemos obedecer al médico o sea a mí. Iré a avisarles a los demás - refirió él que nervioso pensaba que los demás no eran los más importantes.

- Bien, ¿puedo pasar a verla? - pidió permiso el rubio aceptando que eso era lo mejor.

- Por supuesto, vamos - aceptó Albert viendo como Mickael con la cabeza daba la afirmación.

Y entre tanto en Londres...

- Buenas noches, joven Abahinn - lo saludó Rupert el mayordomo de su padre en cuanto le abrió la puerta para dejarlo pasar al recibidor.

- Buenas noches, mi padre está, Rupert - cuestionó alegre y optimista.

- Sí joven, lo espera en la cocina, está preparando cordero - Rupert contestó de la misma forma.

- Gracias Rupert - agradeció Abahinn caminando hasta la cocina, seguido de Terry.

- ¡Buenas noches! ¡Qué bueno que vienes a verme! Me llegó un telegrama de Candy y al mismo tiempo otro del Rey. Candy quiere que te reúnas con ella en la Posada The Cave of Rumpelstinski, el Rey por otro lado, va a ir a Escocia una vez que los Andley lleguen allí - mencionó como si estuviera dando un reporte mientras le daba vuelta al cordero para asarlo de costado.

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