Capítulo 3

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Dentro del café busco a Up con la mirada. Se puede escuchar música suave de fondo, hay varias personas de corbata desayunando, otros toman café o escriben en su laptop o tablet. Algunos me ven no sé si es porque estoy de pie buscando o ¿Será que piensa que me veo tonto? ¿O que mi atuendo no es el adecuado? Ver demasiadas personas que me ven con curiosidad se siente inquietante. ¿Up donde estas?

—Hey —escucho la voz de Up que me llama, agitando la mano de un lado a otro. Apenado sonrío y me acerco, las miradas cuando paso me carcomen la espalda. Siempre trato de convencerme de que es lo normal. Todo mundo voltea cuando ve a alguien entrar a un espacio, restaurante, local, etc... pero la ansiedad me invade.

—Hola, Gulf. Disculpa que te haya llamado de este modo pero si menciono tu nombre alguien podría quedarse con el y uno nunca sabe que tipo de personas visitan un café.

Levantó una ceja expectante y veo a mi alrededor, a mi punto de vista todos se ven decentes, trabajadores. ¿O es un engaño?

—Yo los veo bien.

—¿Ah? Que lindo eres. Muy inocente. No debes confiar en las personas solo porque visten elegante y se bañan. Esos son los más peligrosos.

Será cierto eso de "lobo en piel de oveja" . Después observo a Up, él huele bien, viste elegante. Ahora que lo pienso ¿Será que Kao tiene razón?

—Querido, no te haré daño. Estás manos no son para cosas malas, mi único delito es ser glamoroso y apasionante —respira con una sonrisa, que desvanece mis inseguridades. Tal vez, no tengo tan despierta la intuición.

—No pienso que me harás daño—, dije sincero. En su lugar—. Gracias por invitarme.

—El que debe agradecer soy yo. Me has salvado la vida dos veces. Por eso, pide todo lo que quieras —muestra el menú.

Es que ¿Quién sería capaz de negarse? Tiene mucha confianza en sí mismo que la desplaza hacia mí. Por él, estoy aquí un sábado en la mañana desayunando en lugar que jamás visito. A estas horas estaría viendo un k-drama en pijama y comiendo comida a domicilio.

A la espera del desayuno con avena, huevos y tocino acompañado de hotcakes con mermelada. Up me comenta que trabaja en una de las tiendas de ropa de su padre. Su esposo es quien administra. El padre de Up es dueño de una de las líneas de ropa más famosas. Ha hecho pasarelas que tienen tendencia en redes y reconocimiento a nivel internacional. También me hablo sobre su informe de estudios, sus aventuras y travesuras. Mencionó que en secundaria tuvo un primer amor antes de su esposo, pero fue desastroso. En esa última parte su mirada fue triste. No me quiso contar más. Tampoco presioné, debió ser muy doloroso.

—Soy un hablador ¿Qué cuentas tú? —pregunta comiendo el último bocado de sus hotcakes. No me desagrada que hable, por mi cuenta, no tengo mayor cosa que decir.

—Mmm, no tengo nada interesante. Mi vida es aburrida —la timidez me aborda de nuevo. Recuerdo que es posible la razón de no tener amigos, tampoco me invitaban a sus reuniones porque no hablo demasiado. Solo lo necesario. Es tan desastroso recordar el pasado cuando salgo de mi confort.

—Querido, ninguno tiene una vida aburrida. Te aseguro que es interesante, no te menosprecies. Anda —alienta—. ¿Tienes esposo?

—Ah, Si.

—Ves, ¿a de ser guapo? Porque tú eres lindo. De seguro no se despega de ti.

Bueno...

No contesté, simplemente sonrío.

—Siguiente pregunta ¿Dónde trabajas?

—Asistente virtual —dejo los cubiertos y escondo mis manos debajo de la mesa para apretar mis jeans con nerviosismo. No quiero que piense que soy un perdedor. Regularmente piensan que los que trabajan de asistentes no tienen mayor importancia, no son reconocidos. Al menos mamá quería que fuera emprendedor o gerente de finanzas supongo que igual a Up.

¿Intercambiamos esposos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora