Sentado en medio de sus piernas con la espalda recostada en su pecho, estoy completamente limpio y tengo una mudada nueva, mientras seca mi cabello. Insistió en lavarme lo cual no fue un problema pero estoy cansado. Me hizo correrme por segunda vez utilizando su boca. Aunque fue placentero sigo teniendo una duda.
—Mew ¿Te ayudo? —cuestiono, puedo sentir aún su miembro despierto.
—No te preocupes, después lo soluciono.
¿No quiso que lo ayudara? Será que después de todo me está mintiendo y no quiere que lo toque.
—¿No te sientes cómodo?
Mew se detiene y deja a un lado la toalla.
—Cariño, me siento como nunca. Me hace sentir de todo, menos incomodidad. No quiero que me ayudes porque voy a perder el control y no solo querré una mamada o que me toques.
Mis mejillas deben ser tomates porque Mew lo dice todo con tanta soltura pero a la vez me gusta. No me molesta.
—¿Y es malo que pierdas el control? —indago ¿Será que tiene fetiches excéntricos?
—No, cerecita —me sostiene del menton para voltearme y sonríe—. No pienses cosas raras, es solo que no tengo protección y estamos en las montañas puedes enfermar debido a que no estás acostumbrado a las alturas y al frío invernal. Y créeme cuando te digo que no te soltaré cuando pruebe todo de ti –deja un beso en mis nariz.
Eso debería ser como una promesa, admito que me hace sentir deseado, junto mis piernas e intento no excitarme. Sin embargo es lindo de su parte que quiera cuidarme.
Al llegar la noche acostados en la cama me abraza, su olor natural embriaga mis sentidos, no me siento mal por esto y debería estar asustado. Acabo de romper una regla del contrato e incluso estuve dispuesto a romperlas todas. Pero él me tranquiliza, me mantiene inmerso en una nube de algodón. Cierro mis ojos y me quedo dormido pegado a Mew.
🌻🌻🌻
El lunes por la mañana recorrimos un poco de la montaña, agarrados de las manos vimos el amanecer. Después desayunamos en un restaurante cálid. Cuando bajamos de la montaña y llevamos nuestro equipaje. La camioneta que nos había llevado estaba lista para regresarnos. Mew estuvo todo el tiempo cerca de mi, me abrazaba o me besaba en la frente, en la mejilla o en mis labios… y lo disfruté. Todo ello me encanta. No quiero que termine.
Al ingresar a mi departamento saque el abrigo y lo prepare para lavar junto a la ropa de Mew. Nos dedicamos a dejar la ropa en su lugar y hablar sobre el clima y el encantador lugar, me gustaría que todo esto se quede así por siempre pero Mew recibió una llamada.
—Cerecita, debemos regresar a la empresa. Se que dije que descansariamos hoy, pero Up no regreso de su estadía en la playa y nos necesitan —me toma del rostro y me ve con cariño—. Desearia estar contigo a solas.
Deseo lo mismo.
—Creo que deberíamos ir luego —le doy una sonrisa de calma y de apoyo.
Después de 20 minutos. Nos presentamos en la casa de moda. Kulap estaba que se tiraba de los cabellos. Tenía herido los labios de tanto morderlos por el estrés.
—Señor Suppasit, Buenas tardes. es un alivio que este aquí
—ella no tarda en llevarle una pila de documentos, mientras él entra a su oficina.Lo veo de lejos y mi corazón se reciente porque me alejo de él. ¿Qué pasa conmigo? Está solo a una distancia de unos cuantos pasos y lo veo todos los días, duerme en la misma cama que yo, porque siento este bajón tan raro en mi pecho. Sacudo mi cabeza para entrar en razón. En mi escritorio dejo mi bolso enciendo la computadora, el iPad y luego voy a la oficina de mi jefe. Reviso su correo, reviso su iPad. Suspiro por todo el trabajo que debo resolver. Recibo una notificación en el móvil.
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¿Intercambiamos esposos?
FanfictionA la vida de Gulf llegara Up, un director de moda que se llega a amistar de él. Muchas cosas comparten estos amigos. Primero conoceremos la vida que estos forman y desarrollan en su entorno pero hay un punto donde Gulf comparte casi la mitad de lo q...