Capitulo 45

504 77 18
                                    

Creo que caeré en cualquier momento, solo pienso en Mew, en que arranque el traje que estampe en cualquier lugar, ya no soporto. Necesito que su pene me penetre, que me haga suyo las veces necesarias, que deje bebes en mi ¡Eh! ¿Qué pasa conmigo? Ya no sé ni qué pienso. 

—Amor —Mew va hacia mi y me sostiene—. No deberías de andar por allí así, pareces una cereza madura que necesita que yo me la coma —susurra a mi oído con un sonido ronco y húmedo. 

Mis piernas se juntan, mi libido está en su punto. Al parecer Mew está igual porque puedo sentir su grosor cerca de mi cadera. 

—Ustedes dos, entren aquí —necesitan estar juntos antes de que Gulf se enferme —predice Laena guiándonos a un cuarto que tiene unas literas junto a un escritorio y una estantería con medicina y otro objetos a los que no presto atención ¿Cómo lo habrá conseguido?—. Sean rápidos, tienen poco tiempo antes de que se den cuenta de que no tienen las llaves. 

Nos encierra a los dos y en un momento me preocupa pero al ver la mirada de deseo de Mew todo se pierde en un abismal de lujuria. Me toma de la cintura, mis piernas se enganchan a sus caderas, mientras me besa con necesidad, me arranca gemidos sin tener suficiente de sus labios, de su lengua que se encuentra con la mía, el fuego que arde por mi piel él lo recibe muy bien, se restriega buscando que sobre la ropa se sientan nuestros miembros. 

🌻🌻🌻

Mew compone mi saco mientras compongo su corbata, el calor ha bajado, aún se siente el leve olor del perfume pero es más fuerte el sexo alocado y rápido que tuvimos. Mew me sonríe y me besa con ternura la nariz. 

—No es un buen lugar para pasar nuestra luna de miel. Lo siento por no poder contenerme —me abraza. 

—Está bien, no es tu culpa. Tu madre escogió un mal día para experimentar con nosotros. Era imposible que pudiera seguir parado mientras quería que me quitarás la ropa —abrazo más fuerte. 

—Cuando lleguemos al hotel prometo darte una noche maravillosa y le diré a mi madre que nos deje de usar como sus conejillos de prueba. 

Suelto una risita, no me molesto, además sigue siendo el trabajo de Laena, es verdad que Mew dirige la empresa pero ella sigue a cargo de hacer los perfumes. No está nada mal probar esto de nuevo pero sin público.

La puerta del cuarto se abre y es Laena. 

—¡Chicos, ha nacido! ¡Apresurense!

¡Si! Sandiita ha nacido. Los dos salimos del pequeño cuarto y vamos hacia la sala de partos, allí se encuentra Bright con el bebé en brazos. El abuelo, Laena, Lucy y los chicos de la oficina admiran al bebé. Es tan tierno. Todos nos acercamos y cargamos al bebé de mejillas redondas, por turnos. 

Cuando por fin llegó mi turno lo abrace, este bebé será parte de mi familia, es tan lindo. «Quisiera que tú padre viera lo hermoso que eres». Mew me rodea mientras ve al bebé con una amplia sonrisa. 

—Porque no lo llevas con Up para que lo vea ya está instalado en una habitación —sugiere Bright, mientras me sigue con el bebé en brazos al igual que Mew. 

Entramos con cuidado y Kao está a lado de Up, al parecer ya lo había visto, se ve que los dos tienen ojos llorosos. 

—Up, ¿Cómo estás? —pregunta Mew. 

—Siento que un camión pasó varias veces por mi. No quiero repetir algo así —comunica cansado. 

—¿Quieres verlo? —indago con cautela. 

Up me ve algo dudoso pero asiente lento abriendo sus brazos lo cual me emociona. Lo dejo con cuidado en sus brazos y se ven tan tiernos juntos. Él bebé empieza a llorar y Kao sale por una enfermera para que le puedan proveer formula. 

¿Intercambiamos esposos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora