"La única forma de evitar la tentación es caer en ella." Oscar Wilde
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A petición de algunos lectores decidí hacer una segunda parte del capítulo "Placentera Rivalidad"
Advertencia: Smut
Hoy hace muy buen clima así que con los gemelos y Angelina decidimos ir al campo a jugar un rato, hoy no hay entrenamiento, pero no sería de extrañar que haya otros chicos jugando.
Al llegar al campo están algunos Hufflepuff entre esos Cedric Diggory, él es prácticamente perfecto, es buen alumno, buen deportista, de hecho, es buscador y muy bueno, además es tan atractivo, es difícil no fijar se en él.
— Hola, Diggory. — lo saludo pasando a su lado en mi escoba.
— Hola, Lestrange. — me saluda de vuelta agitando levemente la mano.
Entre casas nos unimos para jugar, bueno excepto los Slytherin, ellos son muy ellos. No socializan mucho con las otras casas, aunque a los otros tampoco les interesa socializar con ellos. Tienen muy mala reputación y no hacen nada para cambiarla solo la reafirman. Son contados los que hablan con chicos de Ravenclaw o Hufflepuff, los Gryffindor simplemente preferimos no hablarles somos como rivales, y pensar que yo me acuesto con uno, uno muy sexy, pero una serpiente, a fin de cuentas, estoy segura de que si mi casa se enterara me molestarían por semanas.
Comenzamos a lanzar las quaffle entre nosotros, la mayoría somos de tercero así que nos conocemos.
— Prewett, atrápala. — se la lanza uno de los gemelos a Nicolas, de Ravenclaw. Él la atrapa y me la lanza a mí.
— Piensa rápido, Diggory. — y antes de que pudiera reaccionar la lancé, Cedric voló a toda velocidad para poder atraparla y lo consiguió.
Me mira victorioso y me echo a reír.
Tras un rato más jugando llegan otros de Slytherin, pero de nuestro año, entre esos Adrian. Lo miro de reojo, este hombre es tan atractivo, si no fuera tan idiota sería un potencial para novio. Camil Fisher de Hufflepuff los invito a jugar con nosotros e increíblemente aceptaron. Seguimos jugando y divirtiéndonos.
— Buen lanzamiento. — se acerca Cedric.
— Gracias, soy una cazadora debo tener un buen brazo — levanto un brazo y lo doblo haciendo "fuerza" como si tuviera músculos. Él se ríe y yo lo copió. — pero tú no estás nada mal, Diggory, muy ágil y velos.
— Así tiene que ser un buscador — me río ligeramente.
— Es verdad, es verdad.
— ¿Y cómo van con Potter?, parece todo un prodigio.
— Muy bien, los aremos morder el polvo — hablo juguetona y él se ríe — la verdad es que lo hace muy bien y nos hizo ganarle a las serpientes así que yo feliz.
— No se las dejaremos fácil.
— Eso espero. — le giño un ojo y seguimos jugando.
— Atenta, Lestrange. — habla Pucey a punto de lanzar, asiento y él lanza, la atrapo y se la paso uno de los Weasley. Adrian me mira de reojo con una expresión que no logro identificar, después mira a Cedric y el odio en sus ojos no es para nada normal, que yo sepa ellos no se llevan mal.
