Amor En Mafia.

El chico de la sala de Música (cap. 5)

(RELATA JK.) 

                         Llevamos 6 meses en este hogar;  Nam siempre está preocupado, varias noches he despertado y lo he encontrado llorando, hago como que tengo miedo, solo para acostarme a su lado para abrazarlo, mi hermano ha sido muy fuerte solo por mí y en esos momentos pretendo ser fuerte para él y así deje de preocuparse tanto por mí.

           Mañana será nuestro primer día de escuela, deje de ir a una hace mucho tiempo, me da miedo, el señor Joseok, me dijo que no podía decir mi nombre ni hablar de mi familia, porque eso nos pondría en peligro, después de todo la "Triada" aún nos buscaba, éramos los únicos sobrevivientes de nuestra familia, eso nos hacia un blanco para ellos, me daba mucho miedo, pero debía aprender a ser fuerte, así como lo era mi hermano.

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        He dado vueltas por la escuela evitando hacer contacto con mis compañeros, no podía ir con mi hermano, él estaba en la sección de los grandes, así que estaba solo, solo en este mundo de bestias, sentía como cada uno de los estudiantes me miraban preguntándose quien era yo, de donde venía, si era o no de la familia Kimjeon, aunque en realidad quizás nadie se hacía esas preguntas, pero mi mente estaba activa y trabajaba más rápido que mis propias emociones, busque un lugar donde mi ansiedad pudiera calmarse, empecé a deambular por los pasillos de la escuela, mi corazón parecía que iba a explotar, sudaba como si tuviera una llave abierta sobre mi cabeza, mi vista se nublaba y no me dejaba, ver con claridad, no sé cómo llegue a ese lugar, solo sé que había seguido una ligera música a la distancia, una música suave, pero con una melodía melancólica, pero que calmaba mi ansiedad. 

         En algún momento me senté en el suelo, apoye mi espalda en la muralla, solo me repetía "Cálmate, todo está bien, eres fuerte, tú puedes escucha la música, escucha la música...", repetía esto a mí mismo, cuando miré a mi alrededor parecía encontrarme en alguna sala abandonada de la escuela, pero la música salía desde su interior, mientras la escuchaba comencé a respirar, abría y cerraba mis ojos para aclarar mi visón, cuando al fin logre respirar con calma, mejoro mi visión, mire por la pequeña ventana de la puerta, había alguien ahí, la música había vuelto a comenzar, de pronto apareció, intente buscar un lugar mejor para ver quien era, podía ver como se movía al son de la música, su cuerpo estaba en completa armonía con la melodía, el chico que estaba bailando tenía un rostro hermoso, la luz de las ventanas exteriores iluminaban su rostro de una manera mágica, casi angelical, me deslumbro, desde ese instante no pude dejar de pensar en él, se convirtió en mi mayor motivación para ir cada día a la escuela.

(Antes de continuar todos los créditos a la persona que edito este video)

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(RELATA JIMIN).

Estar en casa ya no era un agrado, vivir con mis hermanos era una tortura constante, Tae era el único que me entendía, Jin había asumido el rol de padre, era insoportable, yo solo tenía un papá y él lo había echado de nuestra casa, ya no teníamos un padre que cuidara de nosotros, nuestra madre se había ido, nos había abandonado, sé que papá tenía sus defectos, pero nos amaba, nos cuidaba, eso hasta que Jín lo saco de nuestras vidas, eso no puedo perdonarlo, por más que quiera a mi hermano, el aparto a nuestro padre, solo por ser un hombre hundido en la depresión y el alcohol, nuestro padre no necesitaba que le diéramos la espalda, el necesitaba que lo ayudáramos. Hace unos días intente buscarlo, por lo que me fui de casa a recorrer algunos de los lugares en donde habíamos ido por él muchas veces antes, casi siempre cuando lo encontrábamos, mi padre estaba herido, borracho, o profundamente dormido de tanto beber, pero en ningún lugar estaba, cuando Jin y Jhope me encontraron, solo nos miramos, inmediatamente comencé a caminar de regreso a casa, era muy poco lo que les hablaba, desde el día que nuestra padre se fue, casi hablaba en monosílabos, amaba a mis hermanos, pero era tanta mi rabia y pena que no podía decirles más.

           Ir a la escuela era una forma de escape, era poco lo que entraba a las clases, pero el taller de danza liberaba todas mis emociones reprimidas, casi siempre asistía a las primeras horas de clases, luego me encerraba en la sala antigua de música, practicaba solo para tratar de sacar mi rabia, mi frustración, bailar y sentir la música recorrer mis venas me hacía olvidar las imágenes de mi padre, borracho, golpeado, las de mis hermanos mayores tratando de ayudarlo, pero en especial los ultimo recuerdos de mi padre saliendo de nuestra casa, muchas veces lloraba recordando a mi madre despidiéndose de nosotros antes de irse a Busan jurándonos que regresaría antes de que la extrañáramos, sin embargo hasta hoy no ha regresado, la odio y a la vez la amo, la extraño... bailando lloro  por mi madre, por mi padre, solo quiero a mi familia de vuelta, solo quiero poder tener la fuerza para decirle a ellos lo que me pasa, pero no puedo, tengo más rabia que amor en mi corazón ahora.

            Practicando para la última presentación del año, algunos de los movimientos sencillamente no fluían en mí, eran pasos suaves, armónicos a la melancólica melodía que debíamos bailar, pero no lograba simplemente sentir las emociones que debía tener en esa canción, de pronto escuche a alguien quejarse, llorar, respirar con desesperación, alguien se golpeaba, contra la puerta, me asome por la pequeña ventana de la sala y ví a un chico que no había visto antes, no lograba reconocer su silueta por eso asumí que era nuevo en la escuela, lucia afligido, desorientado, pero al parecer al respirar la música lo hacía calmarse, escuchaba por la puerta como se repetía así mismo, "Cálmate, todo está bien, eres fuerte, tú puedes, escucha la música, escucha la música...", el repetía este mantra constantemente, decidí dar un poco más de volumen para que él pudiera escuchar con claridad,  tome sus palabras, comencé a bailar repitiendo lo mismo en mi interior "Cálmate, todo está bien, eres fuerte, escucha la música, escucha la música..."al cerrar mis ojos mis movimientos fluyeron casi por inercia, podía sentir como la melodía fluía en mí, en cada movimiento  que realizaba el mantra de ese chico se estaba convirtiendo en mí mantra también... escuchaba la música, escuchaba los latidos de mi corazón, escuche por esos instantes mis emociones salir en mi danza, al terminar la música quise ir a ver como estaba y hablarle, al abrir la puerta el chico ya no estaba, ¿Quién era?, ¿De dónde había salido?, ¿era un fantasma?, me hubiera gustado haber podido hablar, poder ayudarlo, quizás debí hacerlo cuando lo ví y no haber bailado en ese momento, ojala pueda encontrarlo, lo busque por la escuela, pero no pude encontrarlo.

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Espero les guste, este capítulo desde este en adelante es la historia que publique en Tik Tok, y son más cortitos que los anteriores. Espero sea del agrado de quien lea.