Melancólicamente agradable. (cap.13)

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Tenía su rostro entre mis manos, al fin podía ver su rostro, era extraño, me lo había imaginado de mil formas, nunca cómo lo que vi, pensé que era feo, por eso la mascarilla y las gorras o capuchas, su nariz redonda en la punta, pero recta, sus ojos negros brillantes profundos, deslumbrantes, parecían reconocer mi rostro, sus ojos se movían rápidamente, ¡OHH!, ¿acaso está estudiándome?... seguí, baje mi mirada, observe sus labios sin mascarilla por primera vez, labios superior delgados, su labio bajo ¡WOW! ¿tiene un piercing en el labio inferior?, esto es mejor de lo que esperé, algo comenzó a pinchar en mi estómago, había un impulso en mí que no podía controlar, de pronto comencé a acercarme, ¿Acaso tenia deseos de besarlo?, ¿yo realmente estaba acercándome codiciosamente?, si, de verdad lo hacía, de pronto él me tomo por la cintura y puso su otra mano en mi nuca, me acerco con firmeza en contra de él, ¿acaso él también quería besarme? ¿esto pasaría?, ni siquiera sabía quién era, parecía como un fantasma por la escuela, pero solo me miró fijamente, luego me aparto, me soltó lentamente sin dejar de mirarme, una vez que me dejo en contra del lavamanos, se agacho recogió su gorra, y solo dijo - ¡Gracias! - salió rápidamente del lugar, me quede pasmado, realmente me tome unos segundos de reflexión, ¿casi bese al chico misterioso?, ¿o que mierda fue esto? no podía permitir que se fuera.

Salí corriendo del baño, tratando de seguir nuevamente al encapuchado, Tae venia con el vaso corriendo, solo pude decirle que fuera a clases, que no me esperara, sabía que por la dirección izquierda era por donde venia mi hermano por lo tanto el chico debía haber corrido por el lado derecho el pasillo que da al patio que debías cruzar hacia el sector de la sala de música, ¡¡¡BINGO!!! tenía claro que ese sería su destino, que mejor escondite que el refugio más apartado de la escuela, sabía perfectamente que ahí nadie busca a nadie... bueno creo que los únicos que buscamos a alguien ahí somos nosotros.

Al llegar al antiguo pabellón note que la puerta de entrada estaba entreabierta, yo estaba en lo correcto, trate de abrirla lo más despacio posible para no levantar sus alarmas personales y le provocara salir corriendo de nuevo, debía hablarle, y esta era mi oportunidad, en el baño estaba en estado de shock, pero aquí ya debía haberse relajado. 

Al entrar al pabellón, había un gran silencio, siempre era así, excepto si estaba yo por el lugar, mi música siempre invadía este lugar, era obvio usaba un parlante, pero él seguramente estaba apoyado en la puerta casi podía apostarlo... pero me equivoque él no estaba en la puerta, sin embargo había una melodiosa voz saliendo del salón, me acerque sigilosamente a mirar por la pequeña ventanita de la puerta, pero no pude ver nada, así que busque el camino que mi chico de la gorra seguía para subir a los balcones de instrumentos, casi no hice ruido, supongo que lo hice bien pues la voz seguía cantando dulcemente, logre llegar arriba comencé a buscar por el salón, note que realmente había una vista maravillosa del espacio desde ese punto, entonces lo encontré, estaba sentado en el piso justo enfrente del pequeño mesón donde coloco habitualmente mi pequeño parlante, ¡WoW! lo que tenía en sus manos era mi gorra de pescador, seguramente la olvidé ahí por eso no la encontré en casa.

...

¿Por qué es tan oscuro estar sin ti?
Es peligroso cuán destruido estoy
Sálvame ya, porque no puedo controlarme
No puedo

Escucha los latidos de mi corazón
Tu nombre está llamando por propia voluntad
En esta oscuridad
Estás brillando tanto

Su canción parecía un llamado, un clamor por romper su círculo de soledad, su canción sonaba a algo que yo también necesitaba, no sabía quién interpretaba realmente este tema, no lo había escuchado antes, pero en la voz del chico de la gorra sonaba realmente hermosa, su melodía era tan melancólicamente agradable, que las lágrimas parecían salir sin control de mis ojos, ¿yo también quería que alguien me salvara?, ¿yo también necesitaba que me reconstruyeran?, ¿también deseaba que en medio de mi propia oscuridad alguien brillara para mí?

Dame tu mano ahora y sálvame, sálvame
Necesito tu amor antes de caer, caer

No me di cuenta en qué momento dejo de cantar, no me di cuenta en qué momento salió de la sala de música, cuando salí de mis pensamientos ya no estaba aquí, no podía saber a qué lugar había ido, no conocía su salón, ni su horario, pero su melodiosa voz dejo miles de cuestionamientos en mi cabeza, realmente necesitaba todo lo que decía la canción que interpretaba, por meterme en mí mismo perdí la oportunidad de hablar con el guapo fantasma, seque mis lágrimas, estaba sacudiéndome cuando mi celular sonó, era Tae-. 

- ¿Jimin, ¿dónde estás? - pregunto mi hermano- ¿aún estas buscando al fantasmita? - dijo tae con la voz más burlesca que había conocido hasta ahora. 

- No te burles, no seas idiota-. le dije a mi hermano muy serio-.

-Ok, ok, ok no te enojes, pero quiero saber dos cosas, la primera ¿iremos al parque hoy?, segundo tengo tus cosas justo en la puerta de entrada-. después de sus ironías mi hermano era un ángel. 

-Por supuesto hermano y gracias voy para allá-. mientras bajaba las difíciles escaleras de la sala recordé, si se fue tan pronto es, es... ¡CLAROO!, él debe haber ido al parque, la plazoleta, él debía estar ahí esperando.

Ya estábamos terminando nuestra última canción, el fantasma no estaba, no había venido, realmente me sentía muy triste, mi hermano pareció notarlo durante todo el tiempo que duro nuestro baile-.

-Hermanito cambia la cara, tu fantasma solo cambio de lugar, a nuestra espalda, junto a la palmera, lleva unos diez minutos ahí, desde la cuarta canción-. dijo mi hermano y algo en mi guata comenzó a punzar, en uno de los giros de la coreografía quede de espalada al habitual frente que usábamos como referencia, y sí, ahí estaba apoyado en la palmera, el mismo rostro del baño, pude observar como su boca estaba entreabierta, sus ojos muy abiertos, pero al volver a realizar los giros sobre eje, me di cuenta de que se iba, decidí no seguirlo, el tema de mi estomago me tenía intranquilo, nervioso, ansioso, era mejor dejar pasar otro día, no era el momento para hablarle, al menos no para mí, me sentía abrumado era mejor ir a casa y ducharse.

 dijo mi hermano y algo en mi guata comenzó a punzar, en uno de los giros de la coreografía quede de espalada al habitual frente que usábamos como referencia, y sí, ahí estaba apoyado en la palmera, el mismo rostro del baño, pude observar como su ...

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Amor En Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora