Señor Pederasta (21)

20 3 0
                                    


ADVERTENCIA CAPITULO +18.

Estaba en mi oficina, recordando el entrenamiento con mi ángel del día anterior, como pude tocar sus musculosas piernas, mientras hacíamos estiramientos, definitivamente habíamos hecho un buen trabajo en ellas, su cuerpo estaba tornándose grande, musculoso muy, muy atractivo, deliciosamente bien formado para un chico de 16, estaba en estos menesteres de recuerdos exquisitos sobre Jungkook que el escuchar la voz tormentosa de Joo, simplemente me hizo enfurecer, verlo ahí parado, con su cara huesuda, tosca y definitivamente demacrada, contrastaban desagradablemente con el rostro lozano e inocente de mi ángel, no había comparación, aunque Joo a penas ira dos años mayor parecía un chico de unos 20 años, definitivamente estaba demacrado.

- Buen día señor Joseok, me disculpo desde ya por no venir a penas me lo solicito, pero es que mi hermano fue atacado la otra noche y se encuentra hospitalizado, con una muñeca quebrada y... - el chico trataba de darme explicaciones, pero simplemente estaba harto de escuchar su voz, por sacarme de mis recuerdos vividos y dejarme con algo latiendo entre mi pantalón, me puse de pie frente a él apoyándome en mi escritorio.

-Joo, no me interesa que le paso a tú hermano, la verdad fue muy imprudente, si quieres venganza puedo ayudarte, eso sí, antes debes darme los antecedentes que te pedí, ¿Encontraste Al chico y con quien está involucrado?- él solo me miro con los ojos muy abiertos agacho su cabeza mirando el suelo, de inmediato supe que no había realizado su trabajo, entonces lo tome de la solapa y lo empuje contra la muralla dando un golpe certero en el estómago- ¡¡TE DI UN MES, UN MES MALDITO HUERFANO!!,- le di la vuelta sujetando su cabeza contra la muralla, tome su brazo derecho por su espalda aprisionándolo aún más,  puse mí pierna entremedio de las suyas, entonces me puse cerca de su oído, baje el tono de mi voz,-  un mes te di para que averiguaras, algo muy simple, eres un hijo de perra, entiendes que estas bajo mi control, siempre ha sido así, recuerdas, puedo matar a tu hermano cuando yo quiera, lo sabes desde tus 10 años-, este niño me había pertenecido desde que era pequeño, se acostumbró a mí, nunca se ha negado a complacerme, pero ya no era de mi gusto, para mí ya estaba viejo, sin embargo si lo pedía él siempre estaba dispuesto a satisfacer mi necesidades-, ¿Acaso no entiendes que si no traes las respuestas que necesito se muere tu hermano, y a ti te dejo sin piernas, si de verdad quieres saber que está detrás de lo que le paso a tu hermano te puedo ayudar,- lamí su oreja, me hizo reír como se estremeció bajo mi cuerpo-  El chico que baila hip-hop en el parque, por su culpa fue que golpearon a tu hermanito, pero aún no logro saber de qué pandilla fueron esos tipos, pero pronto lo averiguare... sin embargo creo que sus hermanos menores son tus compañeros de escuela?- él se tensó con mis palabras tan cerca de su cuello, su aroma ya no era el de un niño, pero hace más de un mes que yo no tenía a nadie que ayudara a mi deseo por Jungkook a calmarse.

De pronto me di cuenta que tenía al chico de espaldas a mí, con mi miembro podía rozar su trasero, una necesidad, algo inevitable surgió de mi interior, rápidamente baje sus pantalones sin soltar mi agarre en su brazo, un pequeño quejido salió de su boca, pero ni una sola negación a mis intenciones, acaricie con mi mano su trasero aún duro, pase mi dedo por su ranura eso lo hizo gemir,- ¿me quieres Joo?, ¿Quieres sentirme una vez más?, ¿quieres sentir mi erección en tu trasero?, mmm...- moví mi mano hasta su miembro, ya lo imaginaba estaba erecto, duro, excitado, me acerque nuevamente a su cuello susurre en su oreja-,  sí,  lo sabía, sé que lo quieres niño, será todo para ti-, se estremeció bajo mi cuerpo, abrí mi cierre, mi erección ya está más que rebosante, metí mi dedo es su entrada, probe que había poca dilatación, masajee un poco, para luego introducir de un solo empuje a mi eréctil amigo en su interior, le dolió, lo sabía, pero era lo que me gustaba sentir como el dolor lo embargaba mientras yo me estrellaba en su trasero huesudo y duro- Ya no eres un niño, como los que me gustan, pero mientras me sigas sirviendo para calmar mi sed de sexo te seguiré usando,- le dije lamiendo su cuello, mientras apresuraba mis embestidas, metí mis dedos en su boca, para que los lamiera, como yo le había enseñado, estaba llegando a mi clímax, mis embestidas ya se habían acelerado- es ahora agáchate-, le ordene, este sabia la rutina, así que solo lo hizo era tan satisfactorio correrme en la boca de mis tramites sexuales, que eso me dejaba extasiado para que empezaran a succionar mi miembro aun caliente y palpante, mientras tenía su boca rodeando mi erección comencé a embestirla, necesitaba que me satisfacieran, a este chico lo había entrenado bien, me corrí por segunda vez en su boca, estaba realmente complacido y cansado, le ordene entonces que me limpiara, conocía mi oficina así que simplemente entro al baño, trajo una toalla, mientras lo miraba como limpiaba mi zona pélvica, lo mire y solo para agradecer su servicio le dije lo que buscaba-

-Joo, agradeceré tu trabajo aquí, te permitiré golpear al hermano del bailarín en mi territorio, - tome su barbilla con fuerza- pero si me entero de que fue a ti a quien golpearon, te golpeare yo mismo... te usare como costal de arena para entrenar mi boxeo ¿entiendes?, ahora te dejare ir, tráeme la información que necesito, tienes hasta mañana. -

Joo era un veredero imbécil, pero con los años se había transformado en uno de los mejores chicos para satisfacer mis ansias, lástima que ya había crecido tanto.

Caminaba hacia el comedor ya satisfecho en mis necesidades, cuando lo vi a Jungkook alejarse camino a la escuela, lucia tan bello a sus tiernos 16, jeans azules ajustados rasgados en sus rodillas, una camiseta blanca básica, su estúpido hermano cargaba su mochila mientras este se colocaba su tradicional polerón de capucha, reía, su sonrisa era cautivante, yo realmente estoy embelesado por ese chico, solo de imaginarlo entre mis brazos, hacia que mi amigo de aventuras se erectara casi por completo, no podía seguir esperando ya era el momento de que mi ángel fuera mío, y solo mío, tengo que seducirlo sé que soy de su gusto, me mira con ternura , eso es admiración, tengo la mitad del camino avanzado, es cosa de que empiece a insinuarme, a rosarlo suavemente en los entrenamientos, hacerlo sentir cosas, sus hormonas adolescentes no podrán resistirse, lo tendré a mi mercede.

**********************************************

Relata Joo.

Caminaba en dirección a la escuela, una vez más el señor Joseok me había usado para satisfacer su deseo, hace tiempo que no lo hacía, ya era un año más o menos desde que le había dado placer en esa misma oficina desde que me había tomado por última vez, eso hasta hoy, por mucho que yo no lo aceptara de alguna manera de muy pequeño me había hecho el favorito del señor Joseok, amaba sus manos en mi cuerpo, no podía evitarlo, adoraba sentir sus caricias bruscas en mí, de las parejas sexuales que había tenido desde ese entonces ninguna me hacía sentir como él.

 Una vez alguien me dijo que uno en ocasiones se enamoraba o se hacía dependiente de su agresor, y a decir verdad yo dependía de él, muchas veces fui a la oficina esperanzado que me tomara nuevamente, pero solo me daba misiones, trabajos, pero nada de sexo, yo lo deseaba, siempre lo deseaba, pero sabia sus gustos, sabía que yo no sería su favorito eternamente en aquel tiempo me debatía entre conquistarlo y que él me reconociera como una pareja o alejarme, para dedicarme a conquistar a alguien más, ya tenía en mi radar a Jimin, él me provocaba cosas, una emoción diferente al señor Joseok, Jimin, me provocaba ternura, ganas de protegerlo, y de solo ver su bello rostro yo sentía que moría de placer, él me había rechazado en ese entonces, en realidad nunca me ha aceptado, y ahora debía hacerlo pagar por lo que le paso a mi hermano, si no les doy una paliza a esos chicos, recibiré una golpiza que podría matarme, las amenazas de mi señor pederasta nunca eran vacías, él cumpliría, él me asesinaría si no cumplía sus deseos.

Amor En Mafia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora