Hace un mes, que cada tarde antes que mi hermano, terminara su jornada escolar me sentaba en el banquito de la plazoleta central del parque, siempre llevaba un libro, para "hacer como leía", mientras veía bailar al equipo "Yin Yan", esperaba con ansias dos momentos del día, la hora del primer receso donde me escabullía a la antigua sala de música, para verlo bailar, mi ansiedad en la escuela había disminuido considerablemente desde que iba a ese lugar a escuchar la música, sobre todo cuando lo veía bailar, también hace unos días me empecé a esconder por el lado de los antiguos instrumentos de la parte superior de la sala subía con mucho sigilo para no delatar mi presencia en ese lugar, de esa manera disimuladamente me permitía poder apreciar sus movimientos, su bello rostro se veía mejor desde esa perspectiva, también me daba cuenta que en ocasiones, en algunas de sus prácticas lloraba, sus lágrimas eran incontrolables, ¿sería por la música?, ¿sería por qué algo le dolía?, o ¿sería simplemente por la capacidad que tenia de conectar con la lenta pero a la vez triste música?, muchas veces tenía el impulso de correr e ir a abrazarlo, secar sus lágrimas, decirle que yo podía ser su apoyo, que contara conmigo, pero, nunca lo hice, mi cuerpo se paralizaba al verlo llorar; en varias ocasiones, en medio de la música no resistía, se colocaba con la cabeza entre sus piernas y lloraba con fuerza, con mucho dolor, un llanto que desgarraba mi alma, yo sabía cómo se sentía esa tristeza, cargaba con ella a diario, pero a mi parecer su dolor era más grande que el mío, ¡Dios como quería poder tener la fortaleza y la valentía para bajar de mi pedestal y abrazar a mi carita de ángel!.
Toda esa tristeza que expresaba en un baile escondido en esa sala de música, era todo lo opuesto a la fuerza, destreza, y hasta un poco de lujuria que mostraba en sus bailes en la plazoleta, ¡sip, este es, mi segundo momento favorito del día!, aquí en este lugar él era una dinamita, sus movimientos era precisos, fuertes, deslumbrantes, será la compañía de su novio que lo inspiraba a tener fuerza y poder en el baile, los ritmos que danzaban aquí eran potentes, fluctuantes, pero repetitivos, con un mismo "leitmotiv", de poca complejidad pero bastante útil para el tipo de baile que presentaban, resistente y motivacional para las personas que a diario se detenían a mirar su arte.
Cada día al estar aquí sentado, veía como la gente los aplaudía, yo por mi parte trataba de pasar desapercibido, siempre con mi polerón de capucha, mi mascarilla, mi libro disimulador, trataba de mantenerme infiltrado entre la multitud, no sé en qué momento empecé a soñar que yo también podía ser parte de ellos, claro sería un mal tercio para su relación, pero podía controlar mis emociones llevaba haciéndolo muchos años, ocultar lo que me pasaba era realmente una rutina fácil para mí, pero por el solo hecho de estar cerca de mi carita de ángel y bailar junto a él, podía hacer eso y más, de hecho ya llevaba unos días pensando en esto, por lo que comencé a practicar en secreto, cuando el señor Joseok y yo terminábamos los entrenamientos físicos, le decía que quería practicar un rato más, por lo que me quedaba ahí en el sótano de la casa hogar bailando recordando cada uno de los pasos que el pequeño rubio realizaba en la sala de música, algunos más rudo, otros más atrevidos, trataba de recordar todo lo que hacía el equipo Yin Yan aquí en el parque, claro todo eso a escondidas.
Y aquí estaba yo nuevamente en mi rutina, esta vez había traído un cuaderno, ya lo estaba trayendo desde hace unos días, estaba tratando de dibujar los pasos de baile del equipo Yin Yan, lo mejor que podía, el primer día logre hacer cuatro bocetos de su baile hip hop, describe la forma en que movían sus pies, sus brazos, la longitud de sus piernas al abrir y cerrar, medí su baile en cuadros, trate de describir cada una de las posiciones que lograba ver, en el segundo día logre realizar 4 bocetos más, hoy... hoy venia mentalizado con poder materializar los últimos momentos de la coreografía, estaba en eso, enfocado realizando bocetos, lo más rápido que podía, de todo lo que podía, cuando mire nuevamente al frente, mi pequeño rubio con cara de ángel estaba apuntado justo en la dirección donde yo estaba... - creo que ese fue el instante donde todo comenzó...
Mi corazón latió tan fuerte, que todo en mi cabeza se nublo, solo sé que salí corriendo...
- ¡AAAAHHH! debo haberles parecido un niño pequeño, arruine por completo mi primera impresión en ellos, ¡ERES UN IDIOTA JUNGKOOK! - no podía dejar de repetir esto mientras corría al lugar donde me encontraba con mi hermano.
- ¡HEEYYY! pequeño por qué vienes tan agitado, qué paso, ¿Jungkook estas llorando?
- ¡Noo, no!, no te preocupes hermano, es solo que me avergoncé frente a alguien importante para mí, debo haberle parecido un perfecto idiota-. resalte cabizbajo.
- Pero Kook ¿cómo podrías hacer algo así?, eres el chico más dulce que pueda existir, nadie podría considerarte un idiota, tenlo muy presente, nadie puede considerarte un idiota, ¿lo entiendes? - me hablo mi hermano mirándome firme a los ojos.
- Créeme, esa persona me considera un idiota justo en este momento, me comporte como un loco-. afirme cabizbajo-.
Mi hermano me abrazo firmemente mientras sollozaba, pero de pronto me aparto y con su mirada juzgona, que, a decir verdad, parece más una mirada castigadora, pregunto- ¿Kook de dónde vienes, porque no estabas aquí como cada día? ¿Dónde estabas? -
¿Cómo le decía a mi hermano mayor, que en realidad cada día desde hace un mes pasaba mi tiempo de espera, mirando a mi carita de ángel y su equipo Yin Yan bailando en la plazoleta?
- Solo ha sido hoy- dije firme y autoconvenciéndome de mi afirmación...
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Amor En Mafia.
FanfictionJimin y Jungkook, ambos de 16 años se verán enfrentados al odio y los celos de un psicópata que desea a Jungkook. Dos familias ligadas de distintas formas a la mafia. Los Brambilla Kimjeon una familia ítalo-coreana, poderosos, manejan los hilos del...