Habían pasado varias semanas desde el incidente de la sala de música con el grupo de matones. Jimin, Tae y Jungkook se habían hecho más cercanos, incluso Jimin había estado enseñándole algunos pasos de baile a su chico de la capucha, le había sorprendido lo bueno que era en eso, no lo había imaginado, tenía mucha gracia, ritmo y a pesar de que al principio su vergüenza le impedía moverse con libertad, de apoco y gracias a la guía de Jimin y en su afán de querer agradarle, empezó a soltar su cuerpo, e incluso para él había sido una sorpresa su talento, sin embargo cada vez que ellos lo invitan a salir o a bailar a la plazoleta, Jungkook simplemente se negaba con cualquier excusa, esto lo hacía sentirse verdaderamente un bicho raro, quería ser normal, quería estar con sus amigos, disfrutar de las cosas que ellos disfrutaban, salir, pasear, bailar por las plazas, quizás y si el destino lo quería salir con Jimin de la mano y ser algo más que amigos, anhelaba esto, ambos anhelaban estar junto al otro, pero algo estaba trabando esta cercanía.
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¡Ey, ey! Jungkook ¿vienes hoy a la plazoleta?, tenemos preparado un show y de verdad me gustaría mucho que bailaras junto a nosotros, has practicado, eres muy bueno, es hora que salgas de la sala de música, ven y disfruta con nosotros- me dijo Jimin con sus bellos ojos fijos en mí-
-Lo siento Jimin, pero no podre debo volver a casa temprano, tengo cosas que hacer ahí- le dije a Jimin sin poder mantener su mirada-
- Jungkook, siempre estas apurado por volver a tu casa, siempre nos das excusas para no salir con nosotros ¿acaso, tú y tu hermano son maltratados en tu casa?, ¿necesitan ayuda para escapar o algo así?, o ¿es tú hermano el problema? - Jimin me miraba con real preocupación en su rostro, la verdad es que nadie nos golpeaba o algo así, sin embargo, cada entrenamiento con el señor Joseok se sentía como si fuera una tortura de golpes, aunque debía reconocer que no era nada en comparación a lo que pasamos en aquella casa donde nos tuvieron capturados, de pronto en medio de mis pensamientos sentí su mano en mi rostro-
-¿Jung? - Jimin me llamo, su bello rostro estaba tan cerca del mío, que podía sentir su aliento en mis labios, en qué momento llego tan cerca- ¿estas bien? tu expresión es de mucha tristeza- ¿puedo ayudarte? - me pregunto, su mano estaba sosteniendo mi cara y con su dedo pulgar me acariciaba con mucha ternura, me derretía- por favor confía en mí, por favor, tu... tú me importas, quiero ayudarte-.
Sin pensarlo levante mi mano, también acaricie tome su rostro e imite su gesto, no podía emitir ni una sola palabra, pero deseaba tanto seguir así nunca había sentido deseos de besar a nadie, siempre me habían besado y yo solo correspondía a ese gesto, pero esta vez las mariposas en mi abdomen me estaban impulsando a acercarme, besarlo, lo deseaba, estaba codicioso, anhelaba esos labios, esos bellos labios, me acerque, estudiaba su rostro, no dejaba de acariciar su mejilla, sus ojos, sus bellos ojos azules eran más brillantes en ese momento, pero sin darme espacio a decir algo, Jimin fue más rápido, me beso... sí, él me beso, sus labios estaban sobre los míos, de apoco sus labios empezaron abrirse movió su cabeza a un lado para acomodarse, y tener mejor alcance, de a poco su lengua fue entrando por la comisura de mis labios, sin pensar comencé abrir los míos, me atreví, pase mi lengua a la boca de Jimin, sin mayor raciocinio me acomode, atraje a Jimin sobre mí, estábamos sentados en el piso sin soltarlo lo puse sentado sobre mí, era tan liviano, él solo abrió sus piernas rodeo mi cintura con naturalidad, tenemos solo 16 años, podría decirse que las hormonas estaban haciendo lo suyo, pero yo... yo necesitaba sentirlo... sentir su cuerpo pegado al mío, necesitaba poder disfrutarlo de la mejor manera posible, no sabía si este momento podría volver a repetirse, pero si de algo estaba seguro era de que lo disfrutaría al máximo.
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Jungkook tenía una mirada perdida, parecía cargada en pensamientos poco agradables, sus rostro lucia tan triste, tome su rostro con mi mano acaricie con mi pulgar su mejilla, llame su atención, estaba deseoso de besarlo, el imito mi movimiento acaricio mi rostro de la misma manera, aunque podía sentir que con más delicadeza, sin pensarlo mucho lo bese, quería hacerlo y simplemente lo hice, a mis 16 había besado a otros chicos, una vez a una chica, pero nunca con esta sensación de anhelo, lo necesitaba, necesitaba sentir sus labios, desde aquel día en el baño no podía dejar de desear tenerlo así de cerca, así que lo hice, lo bese, quería tener un beso apasionado, deseoso, como en las películas, Jungkook pareció no molestarse, empecé a mover mi lengua para pasar a su boca pero recibí su lengua, jugar con ella era increíblemente dulce, caliente... sin darme mucho tiempo a algo, me tomo entre sus brazos, me acomodo sobre él, instintivamente abrí mis piernas rodeándolo por la cintura, me tomo de forma tan ligera, sin despegarse de mi beso, mi corazón latía tan fuerte, tan rápido que parecía mi pechó iba a explotar, un beso dulce pero apasionado, parecía que quería devorarme, no me había equivocado, el deseaba besarme tanto como yo a él, no imaginaba un mejor momento y lugar para esto, pero él me aparto de pronto-
-Jimin, lo... lo siento, - trastabillo- lo siento, perdóname, no debí hacer esto, perdóname, yo no quiero que tu pienses mal- me dijo con una voz temblante, como si fuera a llorar- yo solo quiero que me perdones, nunca debí propasarme lo siento, perdón no debí tomarte así- se levantó del piso, conmigo en sus brazos parecía un muñeco frágil junto a él, no podía entender de qué rayos me estaba hablando-
-Jung, ¿Dé qué me hablas?, ¿qué es lo que sientes?, ¿Por qué te disculpas? - pregunte a Jungkook un tanto curioso, un tanto molesto- Fui yo quien te beso, fui yo quien quería hacer esto, ¿por qué te disculpas? - me acerque nuevamente, acepto anhelante mi nuevo beso, tomo mi rostro siguió mi beso, un beso tan codicioso como el mío, su respiración era tan agitada como la mía, mis manos estaban en su cintura, las suyas acunaban mi rostro estábamos embriagados con el sabor de nuestras bocas.
-Jimin- me hablo con sus labios sobre los míos- yo... yo no puedo seguir haciendo esto, quiero hacerlo, créeme, que es lo que más deseo, pero no puedo seguir, si lo hago yo... yo... te pongo en peligro, no puedo permitir que algo malo te suceda, debo ser cuidadoso-
No estaba entendiendo sus palabras, cuando él salió corriendo, dejándome en la sala de música solo, Jungkook, iba llorando, sentí sus lágrimas caer en mi cara, que mierda estaba pasando con él, ¿por qué me pondría en peligro?, Jungkook estaba escondiéndome algo y yo debía averiguar que era.
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Amor En Mafia.
FanfictionJimin y Jungkook, ambos de 16 años se verán enfrentados al odio y los celos de un psicópata que desea a Jungkook. Dos familias ligadas de distintas formas a la mafia. Los Brambilla Kimjeon una familia ítalo-coreana, poderosos, manejan los hilos del...