(Relata Jungkook)
Estaba como cada tarde en el banquito frente a la salida de la escuela donde iba mi hermano, todos los días me sentaba en ese lugar a esperar por él, a veces venia desde la escuela y en otras ocasiones quien sabe de dónde, al menos yo siempre lo esperaba en el mismo lugar para regresar al hogar.
Aquel día me encontraba como siempre con mi capuchón puesto, mi mascarilla, estaba tratando de arreglar mis audífonos pues dejaron de funcionar, trate de arreglarlos, pero finalmente los termine rompiendo definitivamente, aún me quedaba una hora para que Nam apareciera, empecé a aburrirme cuando de pronto una música entusiasta sonaba a lo lejos, decidí investigar de dónde venía, camine rodeando el parque alejándome siempre de donde había mucha gente, sin embargo hubo un punto donde no pude evitar acercarme, era él , el chico de la sala de música, estaba en el parque, justo frente a mí, ¡sin ventanas o puertas de por medio en vivo y en directo!... su rostro, su cuerpo, su ser completo eran definitivamente maravillosos, pero no estaba solo, el chico a su lado también lucia espectacular ante mis ojos era como el Jin y el Jan, seguramente era su novio, él parecía cantar mientras bailaba lo hacía lucir muy sexy, pero mi pequeño bailarín de definitivamente tenía toda mi atención, sus ojos mágicos estaban completamente sumergidos en el baile, sin embargo a diferencia de lo que podía ver de él en la sala de música, aquí su aspecto, su postura y su bello rostro mostraban algo diferente, las delicadezas que mostraba en la otra danza, aquí eran totalmente opuestas, duras, agresivas, desafiantes, seria por la música que estaban usando, no lo sé, de todas maneras sus bailes me hacían delirar, aplaudía con mucho entusiasmo, así como el resto de personas que se encontraban apreciando el show.
El tiempo se pasó volando no sé como pero el hechizo en el que me tenían ambos chicos escuche las campanadas del reloj de la ciudad, las que me indicaban que mi hermano ya estaba cerca de llegar, no quería irme, pero debía hacerlo, me fui corriendo llevándome en el corazón las bellas postales del Jin y el Jan bailando, quizás yo algún día podría hacer algo así disfrutar de mi talento libremente.
Jimin y Tae bailaban cada tarde después de la escuela en la plaza central del parque frente a la escuela, ponían su sombrero, bailaban y cantaban realizaban un show baste carismático, Jimin explotaba todo su potencial físico en la danza, Tae lo seguía, apoyaba con su voz cantando y bailando también, mientras Jimin hacia las acrobacias y aunque cantaba muy bien siempre dejaba a su hermano que llevara el ritmo en la voz mientras él lo hacía con su cuerpo, estaban en estos menesteres diarios disfrutando de los aplausos y bitores de las personas, cuando Jimin diviso entre la multitud al chico de la sala de la puerta, quería acercarse, trato de hacerlo mientras bailaba disimulando, sabía que si lo hacía espontáneamente el chico se iría de prisa ya tenía más que comprobado que era muy rápido para escabullirse, trato de mirar bien de grabar en su mente ¿su rostro?, era imposible entre su capucha y la mascarilla con suerte podía ver sus ojos, entonces en medio de su baile empezó a observar su ropa, en movimientos de piso observo su calzado, sabía que muchas veces a la semana usaba la misma ropa por lo que si memorizaba bien su vestimenta, podría ubicarlo en los pasillos de la escuela, grabo los detalles que más pudo del chico de la puerta, sin embargo cuando quiso llevar su atención a lo poco que se podía ver de sus ojos, luego de una pirueta el chico ya había desaparecido.
- ¿Jimin? hermano... pasa algo, te desconcentraste casi caes-. Tae le hablo preocupado.
- Sí, sí, estoy bien solo me distrajo algo, pasemos el sombrero y vamos a casa, antes de que Jin nos descubra otra vez bailando, ya sonaron las campanas pronto pasara por aquí camino a casa-.
(Relata Jimin)
Bailábamos cada tarde aquí, eso sí, solo hasta las 5 de la tarde eso, porque para Jin esto era casi un crimen, en realidad para nuestro hermano cualquier cosa pública era casi un crimen ya que nos podían ver o descubrir los de servicio social, esa historia para mí ya sonaba como el cuento de Pedrito y el Lobo.
- ¿Hermano estas bien?
-Si, Tae ¿por qué lo preguntas?, hace días vienes preguntándome lo mismo tengo algo en la cara qué dice raro o qué-. Tae me miró fijamente eso me puso algo nervioso, a tae era al único a quien le contaba todo, pero no me entendía a mí mismo por qué no le había dicho nada sobre el chico de la puerta.
- No se dímelo tú, Jimin ¿hay algo que no me has dicho y qué yo debo saber? -. Me dijo Tae mirándome con los ojos entrecerrados-.
No pude responder, solo negué con la cabeza y le dije que fuéramos a casa, lo miré y salí corriendo en dirección opuesta, creo que necesitaba recorrer el parque antes de irme, así que simplemente lo hice, sabía que Tae no me seguiría, solo se sentaría a esperarme en la plaza central, debía estar muy cansado, por mi parte debía explorar para ver si podía conseguir un rastro de este chico misterioso.
¡BINGO, TE ENCONTRE!
Intento acercarme, pero un tipo más alto que él aparece, se saludan con un abrazo afectuoso, como si hubiesen esperado todo el día por ese abrazo, ¿será su novio?, no me quedo para averiguarlo, mi estomago se estremeció al verlos así, algo en mi se removió, una sensación de vacío se dio dentro de mi pecho, como si yo también esperara algo así, decidí entonces no acercarme solo los observe alejarse, abrazados, para mí ya habría otra oportunidad, y no lo dejaría pasar, hablaría con ese chico sí o sí.
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A veces el amor está a la vuelta de la esquina, solo que no es posible verlo con los ojos, hay que usar el corazón, lo difícil es cuando dejas que el corazón se duerma solo porque tienes miedo.
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Amor En Mafia.
FanfictionJimin y Jungkook, ambos de 16 años se verán enfrentados al odio y los celos de un psicópata que desea a Jungkook. Dos familias ligadas de distintas formas a la mafia. Los Brambilla Kimjeon una familia ítalo-coreana, poderosos, manejan los hilos del...