Jimin y Jungkook, ambos de 16 años se verán enfrentados al odio y los celos de un psicópata que desea a Jungkook.
Dos familias ligadas de distintas formas a la mafia. Los Brambilla Kimjeon una familia ítalo-coreana, poderosos, manejan los hilos del...
Los vi salir muy divertido, Jimin es pequeño, pero Tae es casi de mi porte, la imagen era divertida no puedo negarlo, Jimin era muy malo con su hermano cuando se lo proponía, pero se notaba el amor entre ellos.
Me quede un momento más en ese lugar, pensando en mil maneras de sacar a los chicos de ahí y evitar que algo pasara, me senté un momento en el suelo para pensar, a esas alturas ya estaba decidido a no regresar al salón, estaba sumergido en mis pensamientos, de cómo poder zafar de una pelea a los mellizos, lo más seguro seria llamar a mi hermano, él sabría qué hacer en estos casos.
Estaba sacando mi teléfono para llamar a Nam, cuando sentí una música de piano, eran melodías que me parecían conocidas, mi corazón se apretó por segunda vez, no entendía por qué, me levante como hipnotizado, como los niños del flautista de Hamelin, la música venia desde atrás desde el lugar donde estaban los pianos, me acerque disimuladamente a la puerta mire por el vidrio, un chico de cabello medio largo, chaqueta negra tocaba el piano con esa melodía que me parecía tan conocida, no sabía de dónde pero reconocía totalmente las melodías, los cambios del tempo, los altos y bajos, definitivamente esa música había sido en algún momento parte de mi vida, sin pensarlo entre al salón, el chico ahí presente se giró me miro de pies a cabeza, su mirada, su cara eran familiares para mí, pero eso no era lo importante.
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- Lo siento si usted se asustó, pero de donde aprendió esa melodía- el tipo puso su cabeza de lado, me miro de pies a cabeza.
- ¿Te conozco? - me dijo irónicamente.
-No, no lo creo, no lo he visto, pe... pero yo conozco esa melodía, sé que la escuchado muchas veces- trastabille al hablar, pero en verdad esa música había sido importante para mí yo lo sentía.
-No creo que la conozcas niño, de hecho, nadie la conoce, quizás se parece a algo que has escuchado antes- se puso de pie se paró frente a mí, con sus manos en los bolsillos- esta canción la escribí para mi hermano muerto, a menos que tu seas mi hermano no podrías reconocerla- me dijo mirándome de a los ojos, tenía unos bellos ojos pardos, cómo el de los gatos, se acercó y paso por mí lado, pero antes de salir me dijo-
- Por cierto, chico, tu novio y tu son una verdadera ternura, me hubiera derretido por tanto amor entre ustedes, además no deberías mantenerlo fuera de problemas, estoy de acuerdo con que él puede verse así débil, pero ese chico tiene mucha confianza en sí mismo, tenlo en cuenta- y salió del salón.
Me quede, mirando él piano, desde que iba ahí, nunca me atreví a acercarme al piano, mi mamá y mi hermano tocaban el piano los domingos después de comer, siempre quise aprender a tocarlo, así como lo hacían ellos, cerré mis ojos, comencé a recordar nuestra vida en Italia, realmente los recuerdos que almacenaba en mi memoria eran tan bellos y felices, cuando Suga tocaba las melodías en el piano, mi madre me tomaba en sus brazos, bailábamos, girábamos, mi mamá nos movía de un lado a otro por la sala principal de nuestra casa, papá nos miraba aplaudiendo, riendo feliz, él nos miraba, éramos tan felices, Nam bailaba con Vin y Elettra quienes lo giraban en el aire, los recuerdos me embargaban, me entristecían enormemente, no podía ver la cara ni de mi padre, ni de mis hermanos mayores, los extrañaba tanto, no me había dado cuenta hasta ahora cuando los extrañaba, cuanto extrañaba a mí familia feliz, en nuestra bella Italia... toque el piano, su encimera, sus teclas no me atreví a tocarlas.
