Si me preguntan por mi semana en la universidad, la respuesta es tan corta que se resume a una sola palabra: deseo.
El maldito deseo que siento por ese hombre no menguó, incluso creo que se intensificó.
Y llámenme idiota o masoquista porque sé que lo que estoy haciendo es una pésima idea, pero prefiero ir a esa fiesta en vez de ir a trabajar hoy en el club porque siento que él estará ahí. Y no estará viéndome a mí, precisamente.
Esa última parte es la que me tiene decidida a ir a la fiesta y ver a Ryan ser un maldito idiota junto a Brenda. Cojo una respiración profunda al escuchar la bocina del auto de Cili y salgo, dejando mi celular sobre la cama.
Me tocó negociar con Axel y prometerle trabajar las siguientes dos semanas desde el jueves para reponer el domingo pasado y el día de hoy. No tengo problema con eso, solo que deberé ir cruda a estudiar el viernes como voy cada lunes, pero la plata lo vale todo.
Subo riendo por la mirada de Cili.
—Ya con eso, Brenda desaparecerá de la cabeza de mi hermano. He odiado tener que verla estas mañanas, creyéndose la gran cosa por despertar con él. ¿Quién se cree? —pregunta. Sonrío, viendo a la ventana para disimular que sus palabras me han pegado duro.
Duerme con ella...
Duerme con ella en su cama...
Duerme con ella sobre las sábanas que elegimos juntos...
Duerme con ella en la habitación que pintamos y decoramos juntos en el verano pasado...
¿Y yo?
Yo duermo sola con mi balita rosa.
—Lo siento, no debí decir eso —dice Cili de pronto. Sonrío, viéndola brevemente.
—Estoy bien, tranquila. Él es libre de dormir con quién quiera. Yo también estoy libre para hacer lo mismo.
—Sí, pero tú nunca duermes con nadie. Solo lo hacías con él, así que no te hagas la fuerte. No tienes que hacerlo conmigo —asegura. Evito pasar saliva y hacer puños mis manos.
Tiene razón, solo he dormido con él. Ryan fue mi primer todo, ¿cómo no dormir con él, si dormir con él significaba estar en casa?
Me sentía mejor entre sus brazos que en mi cama sola y sin él.
—No, no llores —pide Cili, deteniendo el auto y cogiendo mi rostro. Pestañeo para alejar las estúpidas lágrimas y sonrío, viéndola sonreírme— Todavía podemos girar e ir a una disco, mejor —propone.
Sé que quiero hacer eso, sé que es mejor no hacerme la fuerte en esa fiesta porque una cosa es verlo ir y venir en la universidad de la mano de Brenda, pero teniendo ahí a Mason para desearlo a él y olvidarme de Ryan, a verlo en una fiesta ebrio y recordar lo rico que folla cuando lo está.
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La Reputa-ción de Dulce
RomanceLa reputación de Dulce se resume a las primeras seis letras de esa palabra. Desde que baila en un tubo cada fin de semana y se lo disfruta, todos en su universidad la tachan de zorra. Para Dulce eso no es problema. Al contrario, se disfruta su títu...